Mi pequeña obsesión (Adaptada •klaine)

Capítulo 62

Me desperté y me senté en la cama algo agitado. Miré hacia mi izquierda y Kurt dormía tranquilamente allí. Solté un suspiro y me volví a acostar. Había tenido una pesadilla, solo eso. El esta bien, el esta a mi lado. 

—¿Qué sucede? —su dulce voz rozó mi oído. Giré mi cabeza para mirarlo y el tenía sus ojos bien abiertos. 

—Nada, solo tuve una pesadilla —le dije y me acomodé bien de costado para acariciar su rostro. 

El se acercó más a mí y escondió su cara en mi cuello. Sus brazos se metieron debajo de los míos y sus manos acariciaron mi espalda. 

—Solo fue una pesadilla —susurró.

—Lo se —dije mientras cerraba los ojos y disfrutaba de su cercanía —¿Me das un beso?

—Primero necesito ir al baño —dijo mientras se alejaba.

—No, no… primero mi beso —hice un puchero.

—Bien —dijo en un suspiro y se acercó a mi boca. Coloqué mi mano en su nuca y lo acerqué más a mí. 

—¿Me amas? —le pregunté cuando lo solté.

—Mmm… no lo se —dijo el mientras se ponía de pie. Sonrió y me volvió a besar —Claro que te amo, ¿Por qué lo preguntas?

—Solo quería volver a saberlo —le dije. 

Sonrío divertido y entró al baño.

Aquel sueño había sido tan real. Kurt era alejado de mí y nunca más volvía a verlo. Mi vida se volvía miserable y sin sentido. Había sido tan fea la sensación del vacío y el dolor. Me volví a acostar sobre la almohada y me tapé bien con las sábanas. Hacía un poco de frío. 

Kurt salió del baño y volvió a acostarse a mi lado. 

—¿Qué hora es? —le pregunté. 

—Temprano, muy temprano —musitó mientras se acurrucaba entre mis brazos y volvía a cerrar los ojos. 

—¿Qué tan temprano?

—Son las 5 de la mañana, amor.

—¿Enserio? —pregunté.

—Si —dijo el y besó mi pecho —Aun tenemos 4 horas más para dormir. Así que deja de hablar y cierra tus lindos ojos. 

Lo abracé contra mi pecho y cerré mis ojos. Aun la maldita sensación me seguía molestando. Pero decidí ignorarla. Eso solo una sensación, nada significa. 

Las cuatro horas que faltaban para levantarnos pasaron volando y Kurt fue el primero en levantarse y bañarse. Se puso el uniforme de la Universidad y luego se tiró encima de mí para despertarme mientras sus manos intentaban hacerme cosquilla.

—No vas a lograrlo, no las tengo —le dije sin abrir los ojos.

—Bueno, no tendrás cosquillas pero si te dan calor los besos —dijo el y se metió debajo de las sábanas para comenzar a besar mi pecho y bajar hasta mi estomago. 

—Kurt… no —le dije. 

—¿Viste? Yo sabía —susurró y su aliento quemó mis abdominales.

—No hagas eso. Espera… porque… ¡Kurt! —dije elevando mi voz y sacando las sábanas de encima de el.

El estaba sentada a horcajadas sobre mí con aquella linda polera que estaba obligado a usar para asistir al campus. Sonreí al recordar que así mismo lo quería yo cuando estaba encima de Betty. El mordió su labio inferior y me miró con ganas.