Mi pequeña obsesión (Adaptada •klaine)

Capítulo 35

Miré a mí alrededor fijándome si el no estaba por ahí. No, no había ninguna señal de el.

-¿Se puede saber que demonios haces? -me preguntó Finn.

-Estoy mirando -le dije y volví a mirar para todos lados.

-Si, ya lo se. Pero ¿Qué miras? -me dijo él.

-Nada, nada. No me hagas caso -dije y dejé de mirar. Puck me miró frunciendo el ceño.

-¿Hay algo que quieras contarnos? -me dijo. Lo miré bien.

¡Oh, diablos! Quinn, ya le fue con el cuento.

-¿Tu noviecita ya te fue con el chisme? -le dije con tono burlón.

-¿Qué? ¿Qué pasó? -preguntó Finn.

-¿Sabes con quien se acostó Blaine ayer a la madrugada? -le dijo Noah.

-No, ¿Con quien?

-Puck! -le dije para que se detuviera.

-Con Kurt-le dijo. Finn se giró a verme sin poder creerlo.

-No es cierto -me dijo.

-¡Maldita sea, Puckerman! No tuviste que haberlo dicho -dije enojado.

-No, no puedo creer que lo hayas conseguido -me dijo Finn aun sin poder creerlo.

-Bueno, ya esta no quiero hablar del tema -le dije y volví a mirar a mí alrededor.

Estábamos en la Universidad, ayer por la tarde me la pasé peleando con Rachel y Quinn y también riendo un poco. Aquellas dos me acusaron de ser un cínico que necesita urgentemente la ayuda de un profesional. Y puede ser que tengan razón, pero yo ni iba a dejar que se salieran con la suya. Hoy era un día nuevo y yo tenía que estar muy alerta para vigilar a Kurt.

El auto que yo estaba esperando que llegara, llegó y se estacionó a unos cuantos metros de donde estábamos nosotros. Esos 3 bajaron al mismo tiempo. Mi mirada se posó en mi prima. Al instante Rach me miró fijamente. Sonrió triunfante y me sacó la lengua en forma de burla. Vi como entraban a la Universidad y comencé a empujar a mis amigos para que caminaran.

-¿Qué sucede? -preguntó Finn.

-Caminen, caminen. No podemos perder de vista a esos tres -les dije y los seguí empujando.

Los divisé caminando hacia uno de los salones, entonces apresuré nuestros pasos y sigilosamente nos acercamos más.

-Hoy tenemos que ir a la biblioteca antes del medio día, Kurt-le dijo mi prima.

-¿Para que? -preguntó el moreno.?

-Tienen que ayudarme a dar unos libros, ¿si? -dijo Quinn.

Entrecerré los ojos, pequeñas manipuladoras. ¿Con que ese es su plan? Hacerlos cruzarse en la biblioteca, que el le de sus libros. No lo van a lograr...

-Claro, no hay ningún problema -dijo Kurt.

-Claro que si hay un problema -susurré.

-¿Cuál es el problema? -me preguntó Finn.

Detuvimos nuestros pasos justo antes de entrar al salón. Ya habían entrado.

-Que la loca de mi prima y la pequeña diabólica, quieren hacer que Kurt salga con un tipejo -les conté.

-¿Qué tipejo? -me preguntó Puck. Entrecerré los ojos y miré hacia la puerta del salón.

-Sebastian Smythe-sentencié.