Capitulo 5 - mentiras piadosas

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Estuve pensándolo casi todo el fin de semana desde lo que dijo Roberto.
No me quiero echar encima a tres chicas que están completamente mal de sus facultades mentales.

Antes de entrar a clases quiero pedirle a Idelmar que le asigne un nuevo tutor a Daniel. Será lo mejor para mí, al igual que espero que lo beneficie a él.

Estoy entrando justo en este momento a la sala de maestros, quiero arrepentirme, pero ya es tarde.

–Buenos días, maestro– sonrío amablemente.

–Señorita Ilian– saluda de igual manera. –¿Qué se le ofrece?.

–Quería hablar con usted sobre mi compañero Daniel... Gallegos.

–Oh, dígame, ¿Alguna molestia?.

–No, para nada– niego rápidamente. –Solo quería pedirle... ¿Si puede asignarle otro tutor?.

–¿Tutor?.

–Sí, verá, esqué a veces yo no tengo tiempo ya que casi toda la semana trabajo después de clases, y pues es difícil que divida mis tiempos para poder ayudarlo a reforzar– dije apenada.

–No entiendo, yo no le asigne ningún tutor a el señor Gallegos– contesta confundido.

–¿Ah no?.

–No, al contrario, es un gran alumno– sonríe.

–Ouuu okay, muchas gracias maestro– digo confundida. –Nos vemos en su clase, adiós– digo por último antes de salir corriendo.

Busco a Mavier por todos lados y logro vislumbrarlo cerca de la oficina de tutorías.

–¡Deja de comer!– grito haciendo que se ahogue con la gelatina que estaba comiendo.

No quería llegar a tanto, pero tengo una gran idea y no puedo esperar a decírselo a Mavier.

–Sí, hola, buenos días– me mira mal.

–Lo siento, esque necesito tu ayuda.

–¿Y no podías esperar?.

–Quisiera decir que sí, pero no.

–¿Ahora qué hiciste?.

–Nada... Que yo recuerde– digo mientras recuerdo lo poco que he hecho lo que lleva del día. –Ese no es el punto, es sobre Daniel.

–Uhh ya salió– sonríe maliciosamente. –¿Qué planeas?.

–Necesito que hables con tu papá para que me dé el día.

–¿Por?– me mira confundido.

–Favor– Junto las manos en modo de súplica.

Lo piensa durante unos minutos, minutos que se me hicieron eternos.

–Le diré que te enfermaste y te fuiste temprano de aquí– acepta al fin. –Pero... ¿En qué consiste lo que harás?

–Daniel no necesita un tutor, así que le haré una pequeña "broma".

–¿Cómo qué no necesita un tutor?.

–Ni yo logro entender eso, pero ya veré hoy– me encojo de hombros. –¿Vamos a clase?.

–Necesito esperar a Idelmar– me para en seco.

–Bien, nos vemos después– me despido y comienzo a caminar a mi aula.

Al llegar ví que Roberto me señaló un lugar frente a él, así que me dispuse a sentarme ahí.

–Necesito que hablemos– susurra viendo que Alexia y Daniel están entrando al salón.

Después de la tormenta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora