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Escucho el zumbido en mi oído y empiezo a sacudir mi mano cerca de éste. Justo cuando pensaba que estaba finalmente conciliando el sueño, viene la naturaleza a arruinarme los planes.

Doy media vuelta disfrutando efímeramente del silencio que reina la habitación, hasta que reaparece aquel sonidito.

"Bzzzz"

Me incorporo rápidamente apretando la quijada. Mi cabeza gira de izquierda a derecha con velocidad buscando un puntito negro en el aire ayudándome de la tenue luz que procede del otro extremo de la habitación.

— Prende tu lámpara, no conseguirás encontrarlo a oscuras —escucho un susurro seguido del sonido típico que se produce cuando pasas la página de un libro y la fricción hace lo suyo. No me volteo a verlo, estoy concentrado en hallar mi objetivo.

— No la necesito... —aseguro, dándome cuenta de que estoy totalmente perdido. No tengo siquiera una pista de la posición actual del insecto. Inconscientemente me llevo la mano derecha al brazo opuesto y empiezo a rascarme. Cuando me percato de esto siento que mi enojo es mayor— ¡El desgraciado me picó!

Escucho leves risillas de parte de Spring. Decido rendirme ante la exhaustiva búsqueda del mosquito y me desplomo sobre mi almohada de nuevo. Me extiendo lo suficiente para alcanzar la lámpara de mesa y tirar de la cadenita para darle energía al foco. La habitación se ilumina un poco más, pero sigue siendo una luz muy tenue y cálida. Volteo a verlo despojándome de la sábana que se me había enredado en las piernas y me siento en el borde de la cama.

— ¿Acaso no duermes? —pregunto extrañado.

— No tengo sueño —contesta pasando otra página del libro. No lo reconozco, pero a juzgar por los demás cuadernos y materiales que tiene esparcidos a su lado en su colchón, asumo que es uno brindado para nuestra enseñanza.

— Siempre te ves con energía, no lo entiendo, ¿se supone que en algún momento te das un descanso?

— De vez en cuando —se limita a responder. Su frialdad debido a la concentración me fastidia.

— Hey. Pst. Estropajo, que estoy intentando armarte conversación, tan desesperado estabas por mi amistad y ahora ni siquiera me diriges la mirada.

Alza una ceja finalmente centrando la vista en mí. Parece a punto de decir algo, pero lo reemplaza por una sonrisa juguetona. Cierra su libro y me mira alzando un poco el mentón.

— ¿Así que puedo ya asumir que aceptaste ser mi amigo? —inquiere inclinándose levemente en mi dirección y apoyándose sobre su mano. Aunque estemos más o menos a tres metros de distancia no puedo evitar echarme un poco hacia atrás, no sé si intimidado, abochornado o simplemente asqueado.

— Pff. Claro que no, vamos, es una forma de decir, o sea, aún tienes que ganártelo, pero con esa actitud no vas a conseguir nada, ¿entiendes? —balbuceo nervioso.

— ¡Ah! Así que ahora me lo tengo que ganar, ¿no habías dicho que ni en un millón de años, por nada en este mundo serías mi amigo? —contraataca y siento mi rostro aún más tenso y rojo. Bufo y cierro los ojos, girando la cabeza a una dirección aleatoria.

— ¿Sabes qué? Decidí que me caes mejor callado. Continúa haciendo tu tarea —ordeno inflando los mofletes. Lo oigo reír y volteo la mirada hacia su rostro. Siento cosquilleos en el estómago.

Quizás son náuseas.

Justo en ese instante, logro ver a la distancia el mosquito de los cojones parado en la pared tras suyo. Me pongo de pie de un salto y al verificar que no se ha movido en lo más mínimo, me aproximo con paso lento y sigiloso, noto con la esquina del ojo que Ethan está siguiendo cada movimiento que realizo y eso logra ponerme algo nervioso.

Apoyo una rodilla sobre su colchón para tener más alcance y tras unos segundos de preparación, me impulso hacia la pared y la golpeo con la palma con todas mis fuerzas.

— ¡¿Qué pasó?! —exclama Meg incorporándose en la cama asustada. Dirige su mirada hacia mí y su expresión se tranquiliza— Ah. Eres tú.

Hago caso omiso a su trato indiferente y, con algo de dolor en la palma, decido girarla hacia mí para verificar que he logrado mi cometido.

— ¡El capullo escapó! —me quejo haciendo la mano un puño. Me siento en la cama de Spring y vuelvo a la misma postura de antes; al acecho, mirando a todos lados en busca de encontrar al objetivo.

— ¿Piensas estar toda la noche despierto para matarlo? —inquiere Ethan mirándome con curiosidad. Volteo a él y alzo una ceja.

— ¿Piensas estar toda la noche despierto con esos folios y libros?

— Al menos yo hago algo que me servirá a largo plazo.

— ¡Oh, mira! —advierto con un tono exagerado— ¡He encontrado al mosquito! —y tras mentir le doy una cachetada sin fuerza ni intención de hacer daño a Spring, sólo para joderlo.

Me mira con una expresión que me da a entender que le estoy rompiendo las pelotas y eso me hace sonreír victoriosamente. De pronto esboza una media sonrisa y empieza a negar con la cabeza, volviendo la atención a su texto. Lo miro con curiosidad.

— ¿Qué es lo que te causa tanta gracia?

— Tú. Eres adorable.

Y sintiendo que todo el calor del cuerpo se me sube al rostro, tomo la almohada que se encuentra a su lado y lo golpeo con ella.

do you remember ? || foxtrap fnafhs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora