𝑽𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒎𝒊 𝑬𝒙 || yoonmin

🔸| Daseot |🔸

Su celular vibró en el bolsillo de su pantalón y Yoongi lo sacó con desinterés, siempre que lo llamaban era por tema de trabajo, no creía que fuera algo distinto.

—Hola Jin hyung ¿En qué puedo ayudarte? — saludó, cansado. Jin era su compañero de trabajo y una de las mejores personas que conocía, hicieron la práctica juntos -a pesar de haber estudiado en universidades distintas- e ingresaron el mismo año a la compañía, Jin también es ingeniero aeroespacial.

—El jefe nos quiere mañana una hora más temprano de lo normal ¿Sabes a qué se debe?— Yoongi se enderezó, ni siquiera sabía que tenía que llegar más temprano, mucho menos va a saber el porqué.

—¿Es que no revisas tus correos?— el pelinegro hizo una mueca al oír el regaño de su mayor, si hubiera sido un día común y corriente probablemente habría sido el primero en enterarse de esa petición, pero definitivamente no era un día como los otros.

—Sí lo hago, hyung, pero hoy sucedieron cosas que no tenía previstas— Jin emitió un sonido de entendimiento, sin creerle demasiado, y le dijo algo sobre que no olvidara traer las maquetas digitales de las naves para mostrárselas a los empresarios con los cuales debían reunirse mañana por la tarde. Yoongi bufó y colgó, no estaba de humor para tratar con la actitud un poco mandona y obsesiva de su compañero.

—Hyung...bajaremos a comprar un poco de comida preparada ¿quieres que te traigamos algo— Yoongi se dio la vuelta al oír la voz de Jungkook y negó con la cabeza. Al fondo de la sala vio a Jimin arropando a su hijo con una chaqueta bastante gruesa, sonrió por lo tierno de la imágen e intentó buscar la mirada del menor, pero éste se la apartó sin piedad.

No llevaban ni siquiera una noche aquí y Yoongi ya había logrado meter la pata hasta el fondo y crear un ambiente incómodo. Aunque bueno, no fue su culpa del todo, pero aún así se sentía responsable. Los observó salir del departamento tomados de las manos y su corazón se oprimió, dolía más de lo que pensaba, aunque no tanto como los primeros meses, el pelinegro estaba seguro que nunca jamás nada volvería a dolerle tanto como le dolieron las semanas siguientes a su ruptura, hace ya muchos, muchos años atrás.

Jimin es uno de esos amores que traspasan incluso el tiempo, es sorprendente como con solo verlo y hablar con él lo había llevado de vuelta a los años de preparatoria en menos de una hora. Recordar es peligroso, pero traer el recuerdo a la vida real, es aún peor.

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