🔸| Yug |🔸

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—Hoseok, abre la maldita puerta— pidió el pálido por décima vez en medio minuto.

—No.

Yoongi gruñó —Sé que estás ofendido porque te saqué de-

—Me echaste a patadas— lo interrumpió Hoseok fingiendo dolor en su voz. El pelinegro se golpeó la frente con frustración, nadie lo mandaba a tener un amigo tan dramático como él.

—Bien, sí, te eché, no a patadas, pero te eché— cedió. Y en eso su interlocutor abrió la puerta y dejó ver en sus labios la tierna mueca de patito que se le formaba cuando fruncía los labios en señal de enojo.

—¿Por qué no me dijiste que el mocoso rubio había vuelto?— estaban justo en la entrada que daba al departamento de Hoseok y este prácticamente solo vestía unos pantalones cortos verdes ajustados a sus lindas piernas.

—Porque a mi también me tomó por sorpresa. Llegó de repente pidiéndome alojamiento...

—Y tú no te pudiste negar—terminó la frase por él y el pelinegro solo asintió —Dios, Yoongi, y yo que quería tener sexo ¡incluso había comprado condones! Ese crío siempre me arruina todo.

El pálido golpeó a su amigo en el hombro, está bien que tuvieran encuentro sexuales ocasionales, pero no era para que lo esté ventilando a viva voz. Hoseok solo rodó los ojos y dejó de lado su postura defensiva, no podía enojarse con Yoongi si había ido hasta su puerta para disculparse y aclararle algunas situaciones. Aunque tampoco requería mucho esfuerzo, solo vivían a dos puertas de distancia, Yoongi en la pared de la derecha y Hoseok en la pared de la izquierda.

—¿Ya le contaste a Taehyung?— preguntó el pelirrojo, Yoongi suspiró y negó con la cabeza, la verdad era que la llegada de Jimin volvió su vida un desastre en menos de un día. Para el grupo de amigos las cosas no habían terminaron bien y el reencuentro no sería nada sencillo. —Tienes que contarle, Yoonie ¿o necesitas que follemos para que tomes fuerza?— preguntó con picardía Hoseok.

—¿Desde cuando te importa tanto Taehyung? Pensé que lo odiabas— le reclamó el pálido haciendo caso omiso a la oferta de tener sexo. Que por cierto se veía muy tentadora.

Hoseok se acercó al rostro de Yoongi y besó la punta de la nariz —¿Cuándo aprenderás, gatito? Yo no lo odio, sólo no me cae bien, pero conozco la historia que se traen esos dos.

—Eres un metido de primera— refunfuñó el pelinegro quitándose la saliva invisible que dejó el pelirrojo en su nariz.

—Por supuesto, yo vivo del chisme, querido— le guiñó un ojo y pasó su dedo índice por sobre la camisa de trabajo blanca que traía puesta Yoongi —¿Hay algo que quieras pedirme? ¿O sólo estás aquí para hablar del mocoso arruina vidas?— le preguntó mientras apretaba uno de sus pezones y el pelinegro siseaba de dolor, y de otra cosa también.

—Ahora que lo recuerdo...¿tienes una silla para la barra que te sobre?— preguntó deteniendo la mano de Hoseok y posándola en su propio pene —Me parece que me hace falta una— el pelirrojo le devolvió la sonrisa y le apretó el miembro, Yoongi maldijo por lo bajo y lamentó la ausencia de la mano de su amigo cuando este fue por el pedido que le había hecho.

Hoseok caminó hasta la barra de su departamento y sacó un bonito piso de color madera, muy similares a los que habían en el suyo —Aquí-

Se interrumpió a sí mismo cuando llegó al lado del pelinegro nuevamente —Yonnie...¿Por qué hay policías afuera de tu puerta? ¿Asaltaste un banco?— preguntó realmente desconcertado.

—¿Qué? No he asaltado ningún banco, idiota— le reclamó Yoongi mientras se daba vuelta y confirmaba lo dicho por Hoseok. Efectivamente, frente a la puerta que daba hacia el interior de su departamento habían dos policías golpeando suavemente. Según el pelinegro, a esta hora solo debían estar Jimin y su hijo, porque por lo que tenía entendido, aún era bastante temprano para que llegara Jungkook.

—Conserva eso, volveré por ella más tarde— le dijo Yoongi mientras le devolvía la silla y lo miraba de arriba hacia abajo —Y cierra tu puerta o te detendrán por exhibicionista, y que quede claro que yo no pienso pagar tu fianza.

Hoseok le sacó la lengua infantilmente y se guardó en su departamento, el pelinegro caminó hacia donde estaban los oficiales y carraspeó ligeramente para llamar su atención —¿Puedo ayudarlos en algo?

Ambos se dieron vuelta y uno de ellos sonrió, dejando a la vista dos lindos hoyuelos en sus mejillas —Soy el Oficial Kim Namjoon, mucho gusto. Él es mi compañero Jackson Wang— tanto el mencionado como el de los hoyuelos le tendieron sus respectivas placas a Yoongi y este les echó un rápido vistazo, el suficiente para comprobar que eran oficiales de verdad —Estamos buscando al señor Park Jimin ¿lo conoce?

𝑽𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒎𝒊 𝑬𝒙 || yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora