🔸| Sebeun |🔸

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Antes de que Yoongi pudiera decir algo, la puerta de su departamento se abrió y dejó ver a un Jimin con los ojos entrecerrados y rostro de pocos amigos —Bien...hagan lo que sea que tengan que hacer lo más rápido posible, por favor, estoy aquí de huésped y no quiero molestar a Yoongi hyung más de lo que ya lo he hecho— prácticamente susurró lo último, y por más desconcertado que estuviera el pelinegro con toda esta situación, no pudo evitar que su corazón se encogiera ante lo dicho por el menor. Era triste que se considerara a sí mismo una molestia.

—Necesitamos que el dueño de este departamento nos responda algunas preguntas— dijo el otro oficial mientras tomaba el portapales que llevaba bajo su brazo y sacaba un lápiz de su cinturón. Yoongi abrió los ojos y se quedó mudo, nunca había pasado por una encuesta policial, ni siquiera en sus años de juventud cuando solía ser más subversivo.

—¿Park Jimin le ha contado algo, señor?

—No, oficial. Él no sabe nada, estoy consciente de que si le dijera algo lo estaría involucrando como cómplice— el oficial solo ignoró lo dicho por Jimin y miró al pelinegro, él sinceramente prefería verlo sonriendo, se veía mucho mas pacífico y amigable cuando los hoyuelos salían a flote.

—¿Y bien?— lo apremió mientras anotaba algo en el portapapeles, Yoongi abrió y cerró la boca, trando de encontrar aunque sea una cosa que decir, pero al final solo terminó negando con la cabeza, dando a entender que Jimin no le había contado absolutamente nada.

—¿Cuál es su oficio?

—Soy ingeniero.

—¿Ingeniero en qué?

—Ingeniero Aeroespacial— el oficial asintió y Yoongi se sorprendió de no haber tartamudeado.

—¿Cuántos años tiene?

—28.

—¿De dónde conoce al señor Park Jimin?

Ambos se miraron —Eh...somos amigos desde la secundaria.

—¿En qué centro labora y cuál es su paga mensual?

—Creo que no debería estar ventilando eso— dijo el pelinegro con desconfianza, está bien que sean oficiales, pero aquello era parte de su espacio personal. Además, tampoco quería exponer a la empresa para la cuál trabajaba, porque estaba seguro de que su jefe lo colgaría vivo si involucraba a la compañia en algo legal.

—¿Acaso es narcotraficante?

Yoongi separó los brazos y los levantó, ofendido —¿Qué? ¡No! ¿Por qué todo el mundo piensa que hoy hice algo ilegal? No asalté un banco ni tampoco soy narcotraficante—. Jimin se cubrió los ojos con verguenza, el último recuerdo que se llevó de su mayor fue que Yoongi no era capaz de responder a las preguntas de las autoridades, siempre parecía estar a la defensiva, y al parecer eso no había cambiado con el pasar del tiempo.

El oficial de tiernos hoyuelos y piel morena rio suavemente —Señor, cuanto antes tengamos la información que necesitamos, antes nos iremos.

El pelinegro se cruzó de brazos —¿Esto me perjudica en algo?

—En nada legalmente. Por lo que nos ha dicho, usted solo está acogiendo a un huésped, no tendrá mayor participación del caso, a no ser que se pruebe lo contrario y se le descubra siendo cómplice.

—¿De qué caso me habla?

—Del posible asesinato que cometió el señor Park— al oír aquello la mandíbula de Yoongi tocó el suelo.

¿Jimin un asesino? Tenía que ser un error.

Debía ser un error.

𝑽𝒊𝒗𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒎𝒊 𝑬𝒙 || yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora