Capitulo 4: La llegada

566 74 15
                                    

Pasaron 2 años aproximadamente, había ido de visita a ver a Diluc, como de costumbre, mi madre me había llevado al Viñedo del Amanecer para que yo pudiera jugar con el, los mayordomos y las sirvientas me recibían como si fuera de la familia, a veces mi madre se oponía a traerme al viñedo, pero siempre trataba de hacerla cambiar de opinión, ella solo quería lo mejor para mi, pero con tal de no tener contacto con el Señor Crepus no llegará a acercarse mucho al señor, aunque no se molestaba en traerme, un día como hoy mi madre me dijo "mi dulce _____, tendré que dejarte en manos del señor Crepus, saldré unos días afuera de Mondstandt, trate de buscar a alguien quien pueda cuidar de ti mientras no estoy, pero no tuve éxito al encontrar a alguien que te pudiera cuidar, prometo regresar lo mas pronto posible para no dejarte en manos de esta persona, hasta entonces compórtate como se debe, recuerda ser educada y no causarle molestias al señor Crepus, ya tiene muchos asuntos encima, ¿vale?", aquellas palabras se me quedaron grabadas en la mente mientras los sirvientes llevaban mi maletín dentro de la mansión de los Ragnvindr, parecía un día nublado y triste, el cielo no iba a tardar en soltar una suave brisa en el viñedo, con una sonrisa, mi madre extendió su mano alejándose de mi y de la mansión ya que un carruaje estaba en su espera para salir afueras de la nación del viento, de alguna manera sentía miedo, ya que no quería perderla, ella era lo único que tenia a mis 14 años de edad.

-______, ¡llegaste! -comento Diluc muy feliz acercándome una sombrilla- parece que va a caer una ligera lluvia, deberías entrar, tus cosas ya están dentro -Diluc noto mi silencio el sabia que tenia miedo de que le pasara algo a mi madre por lo que prosiguió a decir- no te preocupes, ella estará bien, el Arconte Anemo cuidara de ella -sus palabras de alguna forma me mantenían mas tranquila así que decidí entrar a la mansión junto con las sirvientas y Diluc-.

-______, ¡llegaste! -comento Diluc muy feliz acercándome una sombrilla- parece que va a caer una ligera lluvia, deberías entrar, tus cosas ya están dentro -Diluc noto mi silencio el sabia que tenia miedo de que le pasara algo a mi madre por lo que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mansión del señor Crepus, era bastante acogedora y cálida en todos sus aspectos, el dormitorio de Diluc se encontraba en la parte de arriba junto con la de su padre y 2 habitaciones extras para invitados.

-mi padre no esta, salió por unos asuntos de negocios, así que puedes sentirte como en tu casa, si quieres toma asiento, ¿deseas algo de comer?, Adeline puede hacernos algo de comer mientras llega mi padre a la casa.

-no me gustaría molestarte Diluc, es mejor que me espere a la hora de la merienda.

-¡no pasa nada!, suelo comer solo mientras mi papa no esta, ¡enserio puedes pedir lo que quieras!, no te voy a cobrar, de todos modos vas a estar aquí durante unos días, ni modo de que te quedes sin comer, adelante pide lo que quieras, Adeline es una buena cocinera.

La sirvienta llamada Adeline se me acerco con una carta que contenía el menú de alimentos que tenían disponibles, me sentía en un restaurante fino y costoso, había tantas opciones que no supe que pedir.

-que tal... ¿una Torre de ludi? -conteste un poco dudosa, ya que en Mondstadt no había un menú extenso de alimentos en "El buen Cazador"-

-¡¿Torres de Ludi?! -comento con gran entusiasmo y asombro- ¡las torres de Ludi son mi alimento favorito en todo Mondstadt!, ¡Adeline por favor trae 2 torres de Ludi para ambos por favor, quizás sea mucho para ti, así que si no te lo acabas puedo comerme lo que no te quepa en el estomago!.

Polos Opuestos (Diluc x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora