Capítulo 5

174 16 2
                                    

Narra: Nezuko

Narra: Nezuko

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

.

.

.

Hoy he comenzado a escribir un diario para Tanjiro. He bajado la montaña hoy otra vez, entrenando duro cada día para no morir en la selección final. Poco a poco he logrado evitar más las trampas, tras descender repetidamente la montaña cada día. Mis reflejos, resistencia y velocidad han aumentado considerablemente, al igual que la fuerza de mis brazos. Sin embargo, la dificultad de las trampas de a poco ha comenzado a incrementarse. Empiezo a creer que hay una intención asesina...

Hoy he llevado una espada conmigo al descender la montaña, es bastante molesta pero me ha ayudado a librarme de algunas trampas, como la red que me atrapó y corté para librarme.

Hoy blandi la espada más de mil veces, mis brazos no podían moverse cuando terminé de hacerlo, ni siquiera los podía sentir.

Al comienzo, Urokodaki-san me contó cómo la katana puede ser rota con facilidad. A pesar de la fuerza del golpe o del balanceo vertical, el balanceo horizontal es muy débil. Cuando usas una katana, la posición de la espada y la dirección en la que se aplica la fuerza del balanceo, debe ser exactamente la misma. Además, las katanas también se desgastan. Y si por alguna razón mi katana llega a quebrarse, mis huesos también lo harían. Esa fue una ligera amenaza que obtuve de su parte.

Hoy tuvimos un encuentro de lucha. Un enfrentamiento ideado para permitirme levantarme sin importar en qué posición haya caído al suelo. Con mi espada en manos me abalancé a Urokodaki-sensei. Él solo usó sus manos para defenderse. Siempre termino en el suelo después de que me arroja.

Hoy he practicado las posiciones de respiración. Él se enojó por qué no ponía mi fuerza hacia el abdomen y comenzó a golpearme el estómago.

Por otro lado, Tanjiro no ha despertado desde hace medio año. Urokodaki-sensei me ha hablado de los demonios durmientes, dice que este tipo de demonios duermen hasta recuperar sus energías. Estoy preocupada. Me aterra el solo pensar que Tanjiro realmente no sea de ese tipo de demonios y lo que sea que le esté ocurriendo sea algo malo.

Como todos los días seguí con mi entrenamiento. Cada vez el nivel era más intenso, en un lugar más peligroso y con menos oxígeno.

Ha pasado un año de mi llegada a esta montaña, un día Urokodaki-sensei dijo de repente:

— No tengo nada más que enseñarte.

— ¿E-Eh..? — lo miré confundida.

— A partir de ahora tendrás que demostrar lo que vales. — me dijo — A ver si tú misma puedes mejorar los conceptos básicos que te he enseñado. — nos dirigimos hasta una roca gigante, quedé embobada admirando su altura y su forma circular — Si tu eres capaz de partir está roca por la mitad, entonces te permitiré unirte a la Selección Final.

Kimetsu no Yaiba (Invertido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora