Capítulo 22

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Narra: Narradora

Separados

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Adentro en el bosque habían dos demonios, uno estaba sentado en el piso en el centro de una zona donde no había árboles a unos veinte metros de distancia; el otro estaba a su lado con una sonrisa confiada.

— Llegaron más molestias a nuestra casa. — habló el demonio que estaba parado, este abrió sus ojos mostrando en estos la figura de una raíz con solo una rama — No te preocupes, hermanita. Acabaré con todos ellos. — la demonio más pequeña no dijo nada, su mirada se encontraba perdida, sin embargo ella lo escuchaba.

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— Pobresitos... — dijo Nezuko con mucha tristeza y pena al reaccionar después de ver un montón de cadáveres ensangrentados y con los huesos salidos — Descansen en paz. — Zenitsu estaba horrorizado, estaba en un ligero estado de shock puesto que ni siquiera gritaba. Inosuke apartó con pena su mirada. Murata miró espantado, con ganas de vomitar, la escena. Rui se sintió triste, sin embargo, aún se sentía muy mal; el tan intenso olor de la sangre de muchos cadáveres lo estaba mareando.

— Mierda. A este paso nunca vamos a encontrar a ningún demonio. — Inosuke tomó sus dos espadas y las clavó en el piso — Esta técnica aún no es perfecta pero no importa. Respiración de la bestia. Séptimo estilo. Percepción espacial. — cerró sus ojos y sintió a su alrededor a una gran distancia. Los demás le miraban confundidos — Lo encontré. Hay dos demonios en esas direcciones.

— ¿Como sabes que hay demonios por ahí? — preguntó Murata.

— Usé una técnica de mi respiración. No perdamos más tiempo y vamos.

— ¡S-Sí!

— Gracias Inosuke. — habló Nezuko. Zenitsu mordió su haori por los celos, mientras Rui tan solo escuchaba.

— Creo que deberíamos dividirnos... En dos grupos para enfrentar a los demonios. — habló Rui débilmente.

— ¡Buena idea! ¡Yo voy con Nezuko-chan!

— Bien. — Inosuke habló — Pero tú debes regresar. No te ves bien.

— No puedo. Aquí está madre y no puedo dejarla.

— Tú decides. No me haré cargo de tu cadáver si te mueres.

— ¡Inosuke! — exclamó Nezuko ofendida por lo que dijo su compañero, aún si no era para ella. El rubio y el de pelo negro se sorprendieron.

¿Como se atrevió a decir eso?

— Entiendo... No seré un peso muerto. No debe preocuparse por mí. También soy un cazador de demonios y puedo defenderme yo mismo. — Inosuke desvío la mirada y empezó a caminar para irse. Nezuko sintió como si algo o alguien la empujara pero lo ignoró.

— ¿Escuchan ese sonido? — preguntó Zenitsu deteniendo a todos.

— ¿Sonido?

— No.

— ¿Cuál sonido?

— ¡HRMRMN! — todos voltearon a ver a Nezuko, ella misma miró hacia su caja la cual se abrió por segunda vez, antes de que Tanjiro saliera, el olor a sangre los sorprendió.

— ¡Oni-chan! — ella bajó su caja, aunque Tanjiro se había tirado antes de que ella la bajara.

— ¡HNRMN! — Inosuke estaba confundido, no podía hacer nada por Tanjiro más que analizar qué ocurría.

Kimetsu no Yaiba (Invertido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora