Capítulo 27

124 5 2
                                    

Juego de muñecas

.
.
.
.

— Estamos cerca...

¿Cómo estará Oni-chan?

Zenitsu miró temeroso al frente, había empezado a escuchar los ruidos de la demonio y eso le asustaba. Mucho. Inosuke tenía las heridas vendadas pero ensangrentadas al igual que Nezuko y Zenitsu con sus nuevas vendas. El de pelo negro azulado había tenido vendas desde siempre pero las había olvidado, además la situación anterior no le dió tiempo de entregarlas.

Vamos a morir.... Definitivamente vamos a morir... Nuestras heridas nos van a matar... — pensó el rubio con miedo.

Duele.. — esta vez fue Nezuko quejándose mentalmente del dolor producido por sus heridas.

Si aún estoy despierto aún puedo matar demonios...

No importa. Debo estar bien para apoyar a Inosuke-san y a Zenitsu en lo que sea.

¡Inosuke-sama acabará con ese demonio!

Desearía poder darles privacidad en sus pensamientos, pero ni siquiera puedo hablar... — finalmente la zona de los árboles terminó. La demonio los deseaba cerca, así podía escuchar sus gritos y observar como eran torturados — Estamos aquí... Estamos acabados... — Nezuko e Inosuke miraron hacia donde estaba la demonio en medio de aquella zona del monte.

— Quiero que jueguen conmigo. — les dijo Yune con un tono y una sonrisa espeluznante. De pronto, el aire se volvió pesado.

¿Qué es esto? No puedo respirar bien. — Nezuko estaba siendo afectada por aquello.

Esta presión tan poderosa... Nos va a matar antes de que ella nos haga algo... Vamos a morir... Pero quiero proteger a Nezuko-chan... No voy a poder protegerla si estamos muertos... ¿Qué hago? ¿¿QUÉ HAGO?? Soy demasiado débil...  — pensó Zenitsu muy rápido causando a sí mismo un desagradable mareo y siendo incapaz de moverse.

Ahora que estamos aquí cerca de ella puedo utilizar eso que he estado preparando. — los tres habían pensado al mismo tiempo, en los mismos tres segundos. La demonio en ese tiempo sacó dos pares de brazos más rompiendo su ropa y levantó un poco su mirada para ver a su comida.

Técnica de sangre demonio. Muñecas de sangre. — cerca de la demonio surgieron unos muñecos exactos a los tres cazadores pero en miniatura. Inosuke corrió hacia ella apretó su espada y la chocó contra uno de los brazos invisibles. Curiosamente, el muñeco hizo lo mismo pero este chocó contra los brazos reales de la demonio.

— ¡Inosuke-san! ¡¡No vayas imprudentemente!! — el rubio al lado derecho de la protagonista se encontraba aterrado sin poder moverse — ¡Vamos, Zenitsu! — ella no lo notó, aún así, no era momento para detenerse, acercarse y pedirle que por favor los ayudará. Nezuko corrió hacia Inosuke con su espada rota en manos, aunque ahora por lo menos tenía la parte del mango.
Ella fue mucho más imprudente que Inosuke. Con su estado físico, nivel de poder actual y la ausencia de un sentido sobre desarrollado, ella nunca podría adivinar o deducir dónde la atacarían esas manos gigantes, tan solo iba a una muerte asegurada.

Habían un par de manos a punto de aplastarla a una gran velocidad; al mismo tiempo, su muñeco estaba en la misma situación, solo que este iba a ser aplastado por los brazos reales que salían del torso de la demonio.

Para Zenitsu todo pasó tan lento. No pudo gritar. No alcanzó a pensar. Cuando se dió cuenta, había cortado los brazos que estuvieron a punto de matar a Nezuko, junto a Inosuke.

Kimetsu no Yaiba (Invertido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora