Kimetsu no Yaiba (Invertido)

Capítulo 23

Un dolor de huesos

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— No soy un simple integrante. Pertenezco a la Rama Principal. — no se inmutó cuando los huesos de sus brazos sobresalieron de forma agresiva al exterior — Ni siquiera se oirán sus gritos cuando sean atravesados. — los cazadores habían agarrado las empuñaduras de sus espadas preparados para el ataque — Primero voy a atacar al demonio. Así sería más fácil matar a los otros. Si me demoro mataré primero al que se ve más débil.

— Ghrrrmn

Tanjiro se puso en modo defensivo. El demonio del monte atacó al demonio bueno quién se defendió deteniendo los brazos de su oponente. El oponente utilizó uno de sus huesos externos como bala para clavar a Tanjiro en uno de los árboles. Rui no perdió el tiempo, se puso unos guantes y enredó el hilo entre unos árboles mientras Murata se lanzó contra el demonio chocando su espada contra los huesos.

— ¡¡Qué duro!! — pensó nervioso el usuario del aliento de agua. Rui cortó el hilo que ataba su "espada" al árbol. Kamado luchó por sacar el hueso de su hombro, después de liberarse fue a atacar al demonio — Segunda postura. ¡Rueda de agua!

— ¡Hrmn!

— Primera Postura. Hilos de la araña. — enredó a sus manos aquel hilo a una velocidad impresionante.

— Tontos. — la presión en el ambiente aumentó, el aire se hizo más pesado y entorpeció el ataque de sus adversarios. Fue a una gran velocidad en dirección a Rui quién retrocedió detrás de los árboles — ¿Qué...? ¡Argh! ¡¿Qué mierda es esto?! — parecía que se había congelado en el aire cuando en realidad fue retenido — ¡¿Son... Hilos?!

— ¡¡Murata-san, corta su cuello!! — Rui tomó uno de los hilos asegurándose de que el enemigo no se moviera.

— ¡Aliento de agua. Primera Postura. Tajo de la Superficie!

— ¡Adelante! ¡Inténtalo! — al intentar atravesar su cuello la espada se rompió. El demonio utilizó su técnica de sangre para cortar los hilos que al haber estado tan tensos al haber sido golpeado por las puntas lo hicieron sangrar, heridas leves que se curaron de inmediato.

— APARTATE, LOS HILOS TE PUEDEN HERIR DE GRAVEDAD. ¡Cof! ¡Cof! — Rui tosió e intentó controlarse pero simplemente no pudo, su calor corporal estaba a muy altos niveles cosa que decidió ignorar a pesar de sentirse de muerte. Murata se apartó antes de que sufriera algún daño. Tanjiro lo miró preocupado y luego derribó al demonio que intentó nuevamente atacar a Rui.

— ¡¡Rui, ¿Te encuentras bien?!!

— ¡Sí, acabemos con ese demonio! — Murata no se convenció pero fueron hasta donde estaba Tanjiro y el demonio que estaban luchando. El demonio bueno tenía incrustados en su cuerpo varios huesos de su oponente.

— ¡¡Hmrgrrnn!!— tomó un impulso hacia atrás y le dió un cabezazo con todas sus fuerzas destruyendo la mitad de su cabeza.

— ¡AHHHHHGR! — gritó de dolor el demonio. Este mismo tiró a Tanjiro a un lado mientras se regeneraba lentamente — ¡Maldito! ¡¿Que clase de cráneo traes en tu condenada cabeza?! ¡Urrrgh! ¡Lo odio! ¡Te odio! — las venas se remarcaron en su cara, se notaba que estaba muy furioso. Los tres se pusieron en guardia pero algo muy extraño pasó — Déjense llevar. Haré que sus huesos atraviesen sus órganos. Su muerte será menos dolorosa si no se resisten. — se dirigió a Rui — Agradeceme. Terminaré con tu sufrimiento. — el chico cerró sus ojos fuertemente, hace mucho tiempo atrás había aceptado que iba a morir a causa de su enfermedad.

— ¡¡Rui!! ¡Debo hallar una manera de liberarme o liberar a Tanjiro-san!

— Grghhnngm