Pride and prejudice (versión AoT) - LevixReader

Capítulo 16

Como no se hizo ninguna objeción al compromiso de las muchachas con su tía y los reparos de Jean por no dejar solos a los señores Zackly durante su visita por causa de la reunión quedaron rechazados, el coche partió con él y sus cinco primas hacia Meryton, y éstas, al entrar al salón, tuvieron el gusto de oír que Eren había aceptado la invitación de su tío y que se hallaba entonces en la casa.

Una vez comunicado esto y sentados todos, Jean quedó a sus anchas para mirar a su alrededor y dedicarse a admirarlo todo, las dimensiones y el mobiliario de la casa le causaron tal admiración, que confesó haber creído estar en el comedor de verano de Rosings, comparación que no produjo ningún entusiasmo al principio, pero en cuanto la señora Reiss supo lo que era Rosings y quién era la propietaria, apreció el valor de aquel cumplido.

Jean se detuvo en describirle todas las grandezas de lady Azumabito y de su mansión, haciendo mención de vez en cuando de su humilde morada y de las mejoras que iba recibiendo. Jean encontró en la señora Reiss una oyente muy atenta cuya opinión aumentaba mientras más le explicaba él, y ya estaba pensando en contárselo todo a sus vecinas tan pronto como le fuera posible.

A las muchachas que no podían soportar a su primo, y que no tenían otra cosa que hacer sino ansiar tener a mano un instrumento de música y examinar los objetos de la repisa de la chimenea; la espera parecía muy larga, pero por fin pasó. Los caballeros aparecieron y cuando Eren entró a la estancia, _______________ notó que ni antes le había visto ni después pensando en él con gran admiración. Los oficiales de la milicia del condado gozaban en general de un prestigio extraordinario; eran muy apuestos y lo mejor de todos ellos se encontraban en aquella reunión; pero Eren destacaba tanto sobre todos los otros en cuanto a su persona, aspecto, aire y modo de andar.

Eren era el hombre a quien todos los ojos femeninos se dirigían, y _______________ fue la afortunada mujer junto a la cual él acabó por sentarse, y el agradable modo de como inmediatamente él entró en conversación, aunque fuera sólo para hablar del clima, haciendo que _____________ se diera cuenta que los temas más comunes y triviales, pueden resultar interesantes por la habilidad de quien los emplea.

Con rivales para ganar la atención de las bellas damas como eran Eren y los otros oficiales, Jean pareció hundido en la insignificancia. Pero la señora Reiss todavía le escuchaba de vez en cuando y se cuidaba de que no le faltara ni café ni pastas. Cuando se puso la mesa de juego, vio oportunidad para corresponder sus atenciones a dicha señora y se sentó a jugar con ella al whist*.

‒ Conozco poco este juego ‒le dijo‒, pero me gustaría aprenderlo mejor, debido a mi situación en la vida.

La señora Reiss quedó muy agradecida por su complacencia, aunque sin poder entender sus razones. Eren no jugaba al whist, y con verdadero placer fue recibido en otra mesa, entre _______________ e Historia. Al principio pareció que Historia iba a acapararle por completo, pues era muy habladora, pero como también era en extremo aficionada a la lotería, pronto se centró en el juego y se dedicó a hacer apuestas, como para poder prestar atención a cualquier otra cosa.

Gracias a que todo el mundo se encontraba concentrado en el juego, Eren podía dedicar el tiempo a hablar con _______________, ella estaba deseosa de escucharle, aunque no tenía esperanza de que le contara lo que más ansiaba oír, la historia de su relación con Levi. Ni siquiera se atrevió a nombrar a dicho caballero, más su curiosidad quedó satisfecha inesperadamente; el propio Eren comenzó el tema. Preguntó que distancia había de Meryton a Netherfield, y después de escuchar la respuesta de _______________, volvió a preguntar con inquietud cuánto hacía que estaba allí el señor Levi.

‒ Un mes aproximadamente ‒contestó ______________ y con ansia de que no acabara ahí el tema, añadió‒, creo que es una persona con grandes propiedades en el condado de Derby.