❝Es verdad universalmente admitida que un hombre soltero poseedor de buena fortuna tiene que necesitar una esposa.
Aunque los sentimientos y opiniones de un hombre así sean poco conocidos a su llegada a un vecindario cualquiera, está tan arraigada...
Al día siguiente _______________ le contó a Frieda lo ocurrido entre Eren y ella. Frieda lo escuchó con mucho asombro; no podía creer que Levi mereciera tan poco la estimación de Smith, y, no obstante, no dudaba de la veracidad de un joven de aspecto confiable como Eren.
‒ Estoy segura ‒decía Frieda‒ han sido engañados de una manera u otra, y en algo que nosotras no podemos imaginar. Quizá gente interesada en ellos lo han puesto mal entre sí. En fin, es imposible para nosotras saber las causas o circunstancias que los ha enemistado.
‒ Cierto, y dime, querida Frieda, ¿Qué dirás en favor de esa gente interesada que probablemente tuvo que ver? Defiéndelos también, o pensaríamos mal de alguien ‒dijo _______________.
‒ Ríete lo que quieras, no me harás cambiar de opinión ‒replicó Frieda‒ Considera en que desgraciada situación pone al señor Levi el hecho de haber tratado de esa manera al favorito de su padre, a aquel de quien su padre prometió cuidar. No es posible. Ningún humano debería ser capaz de hacerlo. ¿Es posible que sus más cercanos amigos estén tan engañados respecto a él? ¡Oh!, no.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
‒ Creería que el señor Smith se encuentra enterado de eso, antes de pensar que Eren inventara esa historia ‒respondió _______________‒. Si no es así, que el señor Levi sea quien lo niegue. Además, sus ojos mostraban sinceridad.
‒ Es difícil y lamentable. No se sabe qué pensar ‒dijo la azabache.
‒ Perdona, se sabe con exactitud lo que se debe pensar ‒replicó _______________.
Pero Frieda podía dar por cierto una cosa: que si Smith estaba enterado de eso sufriría mucho cuando el asunto se hiciera público.
Las dos jóvenes charlaban en el jardín cuando fueron sorprendidas por la llegada de las personas de las que justamente hablaban, de Smith y sus hermanas. Venían a invitarlas personalmente para el baile de Netherfield que había sido fijado para el martes siguiente. Las dos damas se alegraron de volver a ver a su amiga, dijeron que hacía un siglo que no se veían, y le preguntaron que había hecho desde entonces.
Al resto de la familia les prestaron poca atención, evitando sobre todo a la señora Karina; hablaron poco con ______________ y a las demás ni siquiera les dirigieron la palabra. Pronto ser marcharon, levantándose de sus asientos tan rápidamente que sorprendió a su hermano, salieron con tanta prisa que parecían impacientes por escapar de la señora Karina.
La noticia del baile de Netherfield resultaba apetecible para todas las féminas de la familia. La señora Karina lo tomó como un obsequio dedicado a su hija mayor, y se jactaba de haber recibido la invitación del propio Smith y no mediante una carta.
Frieda fantaseaba feliz una velada en compañía de sus amigas y Smith, y _______________ pensaba con deleite en bailar mucho con Eren y en ver confirmada toda la historia en las miradas y conducta del señor Levi. La felicidad de Hitch e Historia era más independiente de ciertos sucesos y ciertas personas, porque, aunque ambas, así como _______________, pensaban bailar con Eren la mitad de la noche, no era él de ningún modo la única pareja que podía satisfacerlas, al fin y al cabo, un baile era un baile. Incluso Annie aseguró que no le desagradaba la idea de ir.
_______________ estaba tan animada por la fiesta que, a pesar de que no solía hablarle a Jean más de lo necesario, no pudo evitar preguntarle si pensaba aceptar la invitación de Smith y si tenía por adecuado concurrir a esa diversión, y quedó sorprendida cuando le contestó que no tenía objeción al respecto, ya que ni el arzobispo ni lady Azumabito le podían reprochar por aventurarse a bailar.
‒ Te aseguro ‒le dijo Jean‒ que un baile como éste no pueda tener algo de malo. No tengo ningún inconveniente en bailar y espero tener el honor de hacerlo con todas mis bellas primas. Aprovecho ahora para pedirle, ______________, los dos primeros bailes.
_______________ se vio por completo atrapada. Se había propuesto dedicar esos dos bailes tan especiales a Eren. ¡Y ahora tenía que bailarlos con Jean!, su pregunta no había podido salirle peor. La felicidad de Eren y de ella se alejaban, no le quedó más remedio que aceptar la propuesta de Jean con el mejor ánimo posible. No le hizo gracia su galantería porque detrás de ella se escondía algo más. Entonces, por primera vez, se le ocurrió que tal vez era ella la elegida entre todas las hermanas para ser la señora de la casa parroquial de Hunsford.
Esta idea no tardo en convencerle cuando observó la creciente atención de Jean con ella y escuchó con frecuencia sus tentativas en elogiar su ingenio y vivacidad, y aunque más asombrada que complacida por sus encantos, no pasó mucho sin que su madre le diera a entender la posibilidad de que su matrimonio le era extremadamente agradable. Sin embargo, _______________ prefirió no darse por aludida, porque estaba convencida de que replicar se volvería una fuerte disputa. Jean no haría nunca tal proposición, y hasta que la hiciera era inútil discutir sobre eso.
Si no hubiera sido por prepararse un baile en Netherfield y por hablar del mismo, la menor de las Zackly se había visto en una situación lamentable aquel entonces, porque desde el día de la invitación vino tal racha de lluvias que le impidió el ir a Meryton una sola vez. No se pudo ver a la tía, ni a los oficiales, ni chismes que contar. Hasta _______________ tuvo que aguardar paciencia, suspendiendo totalmente su progreso con Eren.
