Pequeñas historias [ORIGINAL]

『Gusto Culposo』

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Protagonista(s):

Alair y Keitan

¡Disfruten de esta
pequeña historia!

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El joven volvía a casa después de un pequeño y rápido paseo. Traía una bolsa de compra de tamaño mediano, entrando con cuidado a la vivienda, como si no quisiera ser descubierto.

Al entrar a casa, revisó si su hermano mayor se encontraba dentro de la vivienda. La puerta del cuarto del mayor estaba entreabierta, por lo cual logró ver a Alair sobre su cama cantando y, según Keitan, tal vez escuchando el instrumental de alguna canción –al menos eso suponía, ya que Alair traía auriculares mientras cantaba–.

Decidió no interrumpirle, en especial sabiendo que en ese momento Alair estaba en su propio mundo y sacarlo de su mente solo le provocaría un buen susto.

Luego le avisaría que había vuelto a casa, aunque primero quería ver el contenido de la bolsa de compra. Se metió en su cuarto, dejando la bolsa en la cama para luego sacar su contenido.

Había un sombrero de color negro llevado a gris con una cinta y lazo verdes –haciendo juego con su chaleco– y unos broches para el cabello. Se dirigió al baño privado que estaba en su habitación con los broches en la mano.

Se colocó dos en su flequillo, cruzándolos en forma de "X", luego se colocó otros dos en el lado izquierdo. Para terminar, sostuvo dos mechones de cabello hacia atrás con dos broches, uno a cada lado de la cabeza.

Para completar aquello, se colocó el sombrero. Sonriendo ligeramente al ver cómo le quedaba todo lo que se había colocado. Le había gustado cómo se veía.

— Me veo bien —dijo para sí mismo, sonriendo ligeramente.

— ¡Hey, estás de vuelta! —dijo una voz detrás de él, haciendo que de un saltito del susto.

Keitan volteó a ver atrás suyo, encontrándose con Alair, su hermano mayor, quien tenía una sonrisa animada y alegre al ver a su hermano.

— Te vi por la puerta de mi cuarto en mitad de mi concierto imaginario —dijo algo bromista—. ¿Por qué no me avisaste que llegaste? Digo, no me voy a enojar por que me interrumpas —preguntó curioso.

— B-bueno yo... Ehm... —Keitan trataba de buscar una respuesta algo nervioso—. Pues, no quería causarte un susto como la otra vez.

— Hey, descuida, eso me lo busco por perderme en mi mundo —Alair rió bajo, para luego mirar bien a su hermano menor—. ¿Estás usando un sombrero y broches para el cabe- —iba a preguntar Alair.