Capitulo 3.☾

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Algunas vez se han enamorado? Han sentido esa sensación que algunas personas hacían llamar "Mariposas en el estómago"

En mi caso...No. para mí era muy ridículo todo ese cuento de el amor verdadero y esos inútiles cuentos de hadas qué solo servían para llenar de falsas esperanzas a los niños y jóvenes, incluso adultos.

Jamás me había enamorado, ni necesitaba experimentar ese "Sentimiento", consideraba una debilidad entregarle todo a alguien. Ya qué esa persona una vez que hubiera un conflicto o algo parecido podia usar todo ese sentimiento en tú contra.

La voz de mi mejor amiga me trajo a la realidad borrando mis pensamientos.

-¿Me vas a decir quien era esa guapo con el que hablabas o no?- Me dijo Andréa mientras masticaba una de las pocas donas que quedaban, refiriéndose a Isaac.

Que por cierto, todo casi se lo come ella, al parecer tenía un hoyo sin fondo o más bien un agujero negro en su estómago de tanto que comía y no se llenaba.

-Era un idiota que simplemente quería molestar-le respondí rodeando los ojos-.

-Venga Sara, si ese nene te estaba comiendo con los ojos-

-Más bien déjate de estupideces y presta atención al frente, qué ya llegamos al aeropuerto.- le dije dándole una mirada fulminante, dándole a entender que no quería hablar del chico.

Dejamos el auto en medio de la carretera donde nadie pudiera verlo y dejamos las cosas sin importancia dentro de él, mientras que nosotras salimos con nuestro trajes y nuestros bolsos, como futuras abogadas qué parecíamos.

Entramos al aeropuerto y nos quedamos sentadas hasta esperar nuestro turno para poder entregar nuestros papeles.

Ya la mayoría de personas estaban abordando, solo quedábamos nosotras y por el número de la sala de espera había otra persona detrás de nuestro número.

Pasaron 20 minutos y ya estaba exhausta de esperar, solo quería abordar e irme. Cuando por fin llamaron nuestro número Andréa y yo nos dirigimos hacia el señor para entregarles nuestro papeles y pasaportes. Nos hicieron varias preguntas sobre nuestro viaje y ambas contestamos bien según lo planeado; a la hora de revisar papeles y pasaportes el señor nos miró a mi y a Andréa confundido, a simple vista se veía que la imagen de nuestros papeles no se parecía en nada a nosotras.

Andréa se puso nerviosa y tomó mi mano debajo del mostrador, mientras que el señor seguía revisando todo. Una vez que el señor iba a hablar, otra voz se escuchó al lado de nosotras.. y sabia perfectamente de quien se trataba.

-Señor disculpe, faltan 5 minutos para abordar el Avión y aún falta que revise mis papeles, podría ser tan amable de dejar a las señoritas pasar para que se acomoden dentro del avión y atenderme- dijo Isaac mirando al señor serio, mientras que a mi me dirigió una mirada coqueta.

Andréa me miró desconcertada mientras me daba una mirada pícara, yo solo bufé y la miré mal.

El señor solo asintió, nos devolvió nuestros respectivos papeles a mí y a mi mejor amiga y nos dejo pasar. Antes de Andréa y yo pasar las puertas de cristal para abordar el avión Isaac pasó por mi lado y llevo sus labios a mi oreja para hablar.

-Nos volvemos a encontrar, dulce chica-

Su acto debió incomodarme, y lo peor de todo fue qué no pasó... me gustó.

Por mi cabeza solo paso una cosas, empujarlo y así fue.

-Aléjate- le dije mientras él retrocedía unos pasos hacia atrás.

Tomé a Andrea de las manos para empezar a caminar y pude escuchar como Isaac se reía a carcajadas detrás de nosotras. No entendía que le causaba tanta gracia. Lo odiaba.

Mientras que Andréa y yo caminábamos hacia el avión la oí preguntar.

-Entonces, me vas a decir quien es ese supuesto "idiota" que te come con la mirada- dijo Andréa mientras reía.

-Cállate idiota- le dije



                                             ☾.

Ya ambas nos encontrábamos dentro de él avión, en nuestros asientos a la espera de que el avión comenzara a volar. Yo estaba en la parte de la ventana ya que Andréa le tenía miedo a las alturas, mientras que ella estaba a mi lado abrazándome como una niña asustada.

Al parecer escuchamos decir a unos de los encargados de el avión que el último pasajero había llegado, por curiosidad dirigí mi mirada hacia la puerta para mirar de quien se trataba.

Mis ojos se pusieron como platos, y mi mandíbula calló al darme cuenta de quien se trataba.

Isaac....

Su mirada azulada y verdosa chocó con la mía, y noté como la comisura de su labio se elevó al notar mi presencia.

Agh, estás 5 horas de vuelo iban a hacer frustrantes.. Isaac se iba a encargar de eso.

Una estrella y su complemento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora