—No, gracias puedo sola— le contesté de mala manera.
Y para hacer todo más molesto habló.
—Extrañé tú cara fea ¿sabes?— lo miré incrédula—¿Por qué no me has llamado, sí por lo visto ya estás de lo más instalada?
Iba a contestar cuando de pronto apareció una chica. Pero no era una chica, era LA chica. Puso su mano en el hombro de Isaac y habló con un tono preocupado.
—¿!Oh por Dios estás bien?!—
Su voz era chillona, no me gustaba, tenía el pelo negro, no me gustaba, ojos verdes, tampoco me gustaba, y además vestía con ropa que se veía que eran de diseñador.
Cosas de ricos que no entendemos.
Estoy de acuerdo contigo esta vez.
—Sí estoy bien—le contesté de mala gana.
Noté como su cara de preocupación se esfumaba y sonreía mientras entrelazaba su brazo con el de Isaac.
Tomamos su rostro y lo estampamos con una freidora?
Calma fieraaa.
Bajé lentamente mi mirada a la mano de la chica y pude notar como yacía un pendiente en sus manos.
Estaba comprometida?
ESTABAN COMPROMETIDOS?
El ambiente se volvió tenso, nadie habló, nadie se movió y solo nos quedamos mirándonos las caras como 3 imbeciles. Recalcando que los únicos imbeciles los tenía de frente.
De pronto escuché una voz desde lejos.
—SARAAAAAAA NARCO Barbie— dijo Andréa mientras que su tono de voz bajaba cada que estaba más cerca.
Con una sola mirada podía comunicarme con ella, así que lo hice dándole a entender que quería irme lo más rápido posible.
—Sí bueno hola hola, permiso— dijo Andréa mientras empujaba a la chica de los brazos de Isaac haciendo que sus manos se separaran. —No sé que haya pasado pero, gracias por su participación. Me llevo a esta señorita de aquí, ¡tengan buen día!— dijo mientras me sacaba de allí.
—Gracias— le dije regañadientes.
—Debió de pasar algo muy extraño para que me estés agradeciendo— dijo mientras me miraba con una sonrisa— ¿Se te adelantaron con el príncipe Cruella?—
Bufé y seguí caminando sin escuchar más sus chistes, este día había sido de lo peor.
Por curiosidad desvíe mi mirada hacia la cafetería desde fuera que por suerte tenía cristales grandes y transparentes, por lo tanto me daba vista desde donde estaba.
Miré hacia donde todo mundo sabe que iba a mirar. Estaban en la misma mesa de donde los ví la primera vez, sin embargo me sorprendí cuando noté a la chica que me miraba fijamente sin expresión alguna, y con una leve sonrisa.
Y además de fea, loca. Consigamos una freidora.
A veces mis pensamientos me asustaban.
☽
Habían pasado 3 días luego del incidente con el innombrable. Y preferiría no volvérmelo a encontrar más.
Además estaba comprometido, y aún que no lo estuviera no tendría porque tener contacto alguno con el.
Sí eso crees tú.
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Una estrella y su complemento.
RandomCreen en eso de "la media naranja" y "almas gemelas"? En mi caso no lo hacía, para mí jurisdicción apareció la persona que me hizo cambiar mi opinión acerca de ambos términos. Pero lo qué no sabía era que esa misma persona que se hacía llamar media...