Capitulo 2.☾

10 2 0
                                    

Se preguntarán qué habrá pasado después de todo eso... Al final, llegaron las patrullas pero el túnel estaba tan oscuro qué no nos llegaron a ver. Esperamos 1 hora hora hasta que se fueran y luego salimos a continuar nuestro destino al aeropuerto.

En el trayecto al aeropuerto, nos cruzamos con una pequeña cafetería llamada London Grind, miré a Andrea y le hablé.

-Hermosa- la llamé

-No, no y no Sara, sé lo qué estás pensando y no vamos a entrar ahí, no tenemos dinero y no voy a hacer parte de tus catástrofes- dijo mirando con cara de desaprobación.

-Pero, si tengo hambre- dije haciendo ojitos a Andrea, y  volví a hablar.
-Solo vamos a entrar, y si aparece la oportunidad de tomar algo lo hacemos, si no, nos vamos-

-Ay, te odio- habló Andrea y luego asintió.

-Me amas- le dije dándole una mirada maliciosa.

Nos estacionamos cerca de la puerta, por si hacíamos cualquier travesura correr lo antes posible e irnos; mejor prevenir qué lamentar.

Luego de estacionarnos, ambas nos pusimos nuestras respectivas pelucas, unos trajes y faldas que habíamos robado de una lavandería, parecíamos unas grandes abogadas.

Andrea y yo cruzamos la puertas de cristal para pasar y nos quedamos boquiabiertas.

     Era una cafetería bastante grande , desde su exterior se veía pequeña pero no lo era, Estaba cubierta completamente de rosa y púrpura, las paredes estaban decoradas con dibujos de muchos dulces y en el techo había una especie de Dona gigante de color dorado.

-Andrea- la llamé trayéndola a la realidad- vamos a lo qué venimos.

Ella captó lo qué le traté de decir y nos dirigimos a la barra, detrás se encontraba una chica qué al notar nuestra presencia habló

-Buenos días, en qué les puedo ayudar- nos dijo sonriendo.

-Em, Hola! Necesitamos el catálogo para ver qué podemos comprar- le dijo Andrea a la chica.

Mientras ambas estaban entretenidas mirando el catálogo, y las variedades de dulces qué habían detrás del mostrador; yo aproveché para tomar algunas cosas qué habían arriba de la barra, y entrarlas en mi bolso.

Miré hacia atrás para ver si alguien me estaba viendo y no, todos estaban sentados con sus miradas a sus teléfonos o teniendo alguna platica con su acompañante. Mientras que yo tomé: galletas de chocolates, donas, croissants y más variedades de golosinas.

Después de unos minutos Andréa habló.

-Se ve todo delicioso, pero se me hace tarde y no podré comprar nada, más tarde volveremos; muchas gracias- dijo Andréa digiriéndose a la chica.

Ambas salimos apuradas. Cuando nos encontramos fuera, alguien tocó mi hombro y me voltee rápidamente.

-Hey- dijo un chico dirigiéndose hacia mí.

Por lo qué podía notar también estaba en la cafetería, él era castaño con varios mechones rubios, tenía los ojos azulados con un toque de verde, sus labios eran rosados y carnosos, vestía un traje azul oscuro y podía notar que en su mano izquierda portaba un reloj que a simple vista se veía muy costoso.

Empuje su mano de mi hombro y hablé

-No me toques- dije dándole una mirada fulminante.

-¿Por qué tan agresiva?- dijo dándome una mirada coqueta.

Rodee los ojos y le di una mirada de pocos amigos, me dirigí a Andrea que ya estaba en el auto esperándome hasta qué escuché al desconocido otra vez.

-Espera- dijo alzando la voz.

Me giré para verlo y volvió a hablar.

-Sé que has tomado golosinas del mostrador sin pagar te he visto- dijo

-Si, y?- respondí sin interés.

-Qué eso está mal- dijo el desconocido.

-Si y?- volví a contestar.

-Que podría acusarte ahora mismo- dijo el chico.

-Y por qué no lo haces? te espero- le dije retándolo.

Se quedó en silencio unos segundos y habló-Eres muy graciosa- extendió su mano hacia a mí- Soy Isaac.

Miré su mano lentamente y le dije- No te pregunté-

La comisura del labio de Isaac se elevó y me dio una mirada de intriga.

-Narco Barbie, nos tenemos qué ir apúrate- dijo Andréa mientras se comía unas de las galletas que tomé.

dirigí la mirada a Isaac y él chico habló. - Fue un placer conocerte dulce chica, nos volveremos a encontrar- dijo con un tono extraño.

Dulce chica.....

Mientras me subía en el lado del copiloto del auto le grité.

-Púdretete!- mientras que Andréa aceleró el auto.

Antes de alejarnos más, giré a ver si Isaac aún se encontraba ahí, y para mi sorpresa seguía con su mirada en el auto con una sonrisa de oreja a oreja.

Se estaba burlando de mí o qué le pareció tan gracioso.....

Una estrella y su complemento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora