Capítulo 2

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Afri, Sabela y la Mari se encontraban tumbadas en el banco de un pequeño jardín en el que les gustaba pasar los momentos muertos entre clase y clase, cuando los había, esperaban ansiosas a que Alba llegara y les dijera cual había sido la respuesta de la Rectora a su petición.

-Bueno chicas, les traigo 2 noticias: una buena y la otra no, ¿cuál quieren primero? – les dijo Alba mientras se acercaba para tumbarse con ellas.

-La buena - dijeron Afri y Sabela al mismo tiempo.

- Pues que tenemos el auditorio pequeño para nosotras- dijo Alba con total alegría mientras sus tres amigas lanzaban chillidos de emoción, la Mari fue a llenarla de besos mientras Afri y Sabela la abrazaban cada una de un lado- Bueno hay que ponerlo un poco en condiciones, pero es nuestro todo el año- dijo Alba satisfecha.

- A qué maravilla, al fin vamos a poder ensayar como Dios manda – comentó la Mari con una sonrisa que no le cabía en la cara- venga la mala, que si tenemos el salón me da igual lo que sea.

- Me encanta tu actitud- le respondió Alba con una sonrisa que estaba disfrutando, pues ya se imaginaba lo que se venía - nos han asignado a cada una un alumno de nuevo ingreso para darle el tour de bienvenida de la Metro.

- Nooooo- chilló la Mari- No Alba por piedad, hago cualquier cosa, me comporto en clases, bueno para empezar entro a clases, devuelvo los libros que tengo de la biblioteca, entrego los trabajos a tiempo, todo menos eso.

-Pero Mari si esas son cosas que de por sí tienes que hacer, como es posible que aún le debas libros a la biblioteca- la regañó Sabela.

- Para empezar, no entiendo porque coño tenemos que hacer el recorrido ese, no le veo ningún caso sinceramente- dijo la Mari cruzándose de brazos- qué alguien me diga a mí para qué.

-Porque así lo ha hecho la Metro siempre tía- intervino Afri- y mira que ya es opcional, que antes lo tenían que tomar todos y ahora solo quien se apunte, esta universidad se siente orgullosa de mostrarle su historia a quien se lo permita.

-Pues dime tú qué clase de persona se apuntaría voluntariamente en semejante bobada, vamos a ver.

- Anda ya que no es tan grave Mari- la agarró Alba por el brazo para tranquilizarla- son solo un par de días, o lo que nos tardemos en mostrarles el lugar, un poco el reglamento, facultades y un poco de historia claro, si te aplicas lo acabas en menos tiempo y ya está tía, que no le veo el drama.

-Reche yo terminando las clases salgo despavorida de aquí, no me apetece quedarme un segundo más en este lugar, tengo una vida allá afuera, -apuntó la Marí con el dedo en dirección a la calle- que me he pirado de tantas clases que siempre estoy al límite de suspender por no completar la asistencia, no voy a pasar mis tardes enseñándole a un inadaptado la Metro, porque eso hay que ser, un inadaptado para querer pasar por esto.

-Nos apetezca o no, mañana empezamos, esto queda hecho en un par de días, mero trámite, un recorrido rápido y ciao, au revoir, sayounara, hasta nunca- le dijo Alba a la Mari mientras se sacudía una mano contra la otra, tratando de restarle importancia al asunto, pues sabía que su amiga odiaba la Metro- piensa que hemos conseguido el auditorio.

- Pero a que costo- refunfuñó la Mari.

- Anda ya dramática- tiró Afri del brazo de la Mari para levantarla del banco mientras miraba a sus otras dos amigas- vámonos de una vez que mañana le espera un maravilloso día a María Villar.

-Trátenme bien que estoy devastada- dijo la Mari escondiéndose en el cuello de Sabela que se había puesto a su lado para abrazarla.

LA METRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora