Capítulo 4

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-Esto que ves a tu izquierda es la facultad de derecho, pero no vamos a entrar ahí porque esa gente se cree que lo sabe todo y tengo varios enemigos; ese de allá es el centro de artes culinarias, el día que llegues sin haber tomado desayuno, te pasas por las cocinas y ellos te alimentan, aunque en ocasiones puede resultar o crudo o quemado, pero chaval, la vida es un riesgo- dijo la Mari encogiendo los hombros- esa que se alcanza a ver a lo lejos es la facultad de letras, ahí estudió García Márquez, incluso hay un busto en su honor.

- ¿Podemos ir a verlo? - preguntó el estudiante, ilusionado con lo que le acababan de contar.

-No, no podemos, si vamos no me queda tiempo para enseñarte el lugar donde el mismísimo León Trotski dictó una conferencia.

El chico se conformó pues estaba fascinado con todo lo que la Mari le explicaba y esta a su vez estaba pasándola de lo lindo al ver como su pupilo le creía todo lo que iba inventando en el camino, hacía un gran esfuerzo por no mearse ahí mismo de la risa cuando le contaba algo cada vez más descabellado que lo anterior y este, incluso, tomaba nota.

-Muy bien mi pequeño padawan, eso ha sido todo, cualquier duda no me llames, que ya hemos terminado, te he dado más información valiosa en dos horas que la que hubieras podido aprender tú solito en un semestre, úsala sabiamente- y se alejó la Mari lo más rápido que pudo de aquel estudiante, dejándolo un poco confundido, pero al final contento.

Natalia y Alba bajaron las escaleras del edificio de rectoría que las conducían a la explanada principal en completo silencio, sin saber bien como iniciar una conversación, Alba sabía que debía ser ella la que dijera algo pues se suponía que era quien le enseñaría la universidad a Natalia, pero no se le ocurría nada que decir que pudiera compensar el tremendo papelón que había protagonizado unos momentos antes, por ello estaba pensando cuidadosamente por dónde empezar, por lo que la tomó por sorpresa cuando Natalia rompió aquel silencio.

-En verdad estoy muy apenada por el retraso, respeto mucho el tiempo de los demás, es solo que no calculé bien cuanto me demoraría en ir de la facultad a mi piso y de regreso, aún me pierdo en algunas calles.

- ¿No eres de Madrid?

-No, recién llegada de Pamplona, son contadas las veces que estuve antes en Madrid, así que bueno, estoy aprendiendo- dijo un poco apenada.

- Ya, debe ser intimidante dejar tu hogar y mudarte a un lugar donde todo es un poco desconocido.

-Algo sí, pero también me hacía muchísima ilusión estudiar música y hacerlo en la Metro es flipante sabes.

-Sí, la Metro tiene un programa de música excelente de eso no hay duda. ¿Y por qué decidiste apuntarte a este recorrido? Nadie lo hace sabes, la mayoría lo encuentra anticuado, aburrido y una pérdida de tiempo- Que por lo que me ha tocado a mí, que bonita manera de perder el tiempo.

Madre Santa Alba contrólate, ¿Qué te pasa a ti hoy?

-Puede ser que yo sea un poco anticuada-dijo encogiéndose de hombros mientras esbozaba una pequeña sonrisa- la verdad es que estoy aquí con una beca del 100 %, así que me pareció bien conocer todo lo que pueda del lugar que me dio esta oportunidad.

-La Metro no da muchas becas al 100, mucho menos en música o en artes, debes de tener mucho talento para haberla conseguido en tu primer año.

-No sé si tengo mucho talento, pero sí sé que amo la música y todo lo relacionado con ella, estar aquí es un sueño, - se le llenaron los ojitos de ilusión- quiero aprender lo que más pueda, dominar la mayor cantidad de instrumentos, el conservatorio de la Metro lo tiene todo, abarca desde lo clásico, pasando por la orquesta, programas de composición, musicología- Natalia notó como Alba la observaba en silencio y pensó que se estaba desbordando en un tema que probablemente a ella no le interesaba, le había pasado muchas veces el comenzar a hablar apasionadamente sobre la música para al final darse cuenta que sólo la medio oían por educación, así que prefirió cortar ahí antes de cansar a su guía- perdón, creo que estoy hablando mucho y probablemente aburriéndote un montón.

Alba, que había visto la alegría con la que Natalia hablaba de aquello, la animó a seguir- no, no, adelante, te entiendo, yo estudio artes, y me gusta tanto que puedo pasar horas enfocada en un lienzo, me encantan mis clases y muchas veces llego a casa a seguir leyendo sobre corrientes artísticas que me apetece conocer, venga sigue, en la musicología te quedaste.

Natalia sonrió profundamente complacida, notando en los ojos de Alba la sinceridad de sus palabras, agradeciendo el poder hablar con alguien que pudiera entender ese amor por algo, de la manera en que ella lo sentía. Así pasaron el resto de la tarde, hablaron de pintura, de cine, de libros y por supuesto de música, abordaron tantos y tan diversos temas, aunque ninguno tuvo algo que ver con mostrarle la universidad a la recién llegada, aquella charla no les había permitido pasar siquiera de la explanada, pero les había dado la oportunidad de hablar de aquellas cosas que tanto les apasionaban como no habían podido hacerlo con nadie, sintiéndose a gusto de encontrar en la conversación de una desconocida el entendimiento que siempre anhelaron tener, con la satisfacción que da el saber, que es posible que un día cualquiera, conozcas a alguien que conecte contigo.

-Natalia mira la hora- tuvo que interrumpir Alba la conversación al darse cuenta que se habían encendido las farolas- no te enseñé absolutamente nada de la Metro, soy la peor guía que existe y mira que compito con la Mari, que ya es mucho decir.

- ¿Con quién? Preguntó Natalia.

-Una amiga, después las presento, bueno si tú quieres.

-Claro que sí- asintió Natalia levantándose del banco en que se encontraban sentadas ambas- y no te preocupes, me enseñaste muchísimo hoy- lo dijo con una sonrisa tan grande que apenas le cabía en el rostro.

-Mañana nos ponemos al corriente, ¿te viene bien vernos a la misma hora?

-A la misma hora no, mañana estaré puntual, lo prometo.

Alba se quedó ahí todo el tiempo que Natalia tardó en alejarse, mirándola sin apartar la vista de ella un solo segundo.

Esmás bonita que un atardecer.


Hola!

Hoy hay capítulo para celebrar el día del orgullo!

Que precioso es ser quienes somos y estar orgullosos de lo mucho que amamos. Un abrazo enorme.

Happy Pride! 

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