Capitulo 6.

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Pasó una semana de un tirón. El nuevo año llegó con mayor gloria, un galope más cercano a los años 60. 1959, 14 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de una era de paz, suspensión de hostilidades, ausencia de disturbios.

Teniendo solo 3 años cuando comenzó la guerra, la infancia de Jeongguk estuvo llena de años de apagones, días en refugios antiaéreos, noches en las que lloraba con su madre porque su padre nunca regresó de la guerra.

Y ahora, 14 años después; Jeongguk todavía no había encontrado esa paz con la que el mundo se encontraba.

Jeongguk se negó a salir de su casa porque sentía demasiado frío; aunque nunca había sido de los que temían el invierno, ahora era su peor enemigo. Culpó de todo al invierno. Su estómago revuelto. Su mente desordenada. Sus mejillas que parecían congeladas en un estado de llamas. Todo por culpa del helado, entumecedor y oscuro frío.

Jeongguk no sabía si estaba describiendo el frío o los ojos de Taehyung.

"¿Qué quieres decir con que no has salido de casa en siete días? Querido, ¡debes salir! ¿Qué hiciste el día 31? Siempre tenemos fiestas, me disculpo por no estar allí. Verónica me dijo que Taehyung invitó a unos amigos. Tú, ¿no fuis-" Rosie habló por teléfono, y Jeongguk se quedó sin aliento, apretando las manos alrededor del teléfono negro.

"No- yo-yo fui a un pub con Jimin. Eso es todo." Jeongguk habló secamente y Rosie suspiró por teléfono.

"Oh Jimin. Él- es- es un buen hombre. ¿Cómo están él y Aubrey?" preguntó Rosie

Jeongguk tragó saliva. Taehyung lo había invitado esa noche, le envió una invitación por correo. Jeongguk no había ido, no, no creía que su presencia fuera necesaria. ¿Taehyung se enfadaría con él por no asistir?

"¿Jeongguk? ¿Estás ahí?"

"Sí-" Jeongguk soltó bruscamente. "Y- yo- creo que tuvieron otra pelea. A Jimin no parece gustarle del todo" dijo Jeongguk. Jimin era su único amigo de la facultad de derecho, el único amigo con el que le gustaría pasar algún tiempo. Todos los demás eran demasiado molestos o demasiado vagos.

"¡Vaya, a Jimin no parece terminar de gustarle ninguna de las mujeres con las que está! Todo un mujeriego" Rosie se echó a reír y la mente de Jeongguk se desbocó.

¿Por qué a Jimin no terminaban de gustarle las mujeres? ¿Estaba quizás también inclinado por los hombres? No, no, qué espantoso pensar eso- sin embargo, Jimin se acuesta con varias mujeres y las considera demasiado redundantes para su gusto. Jeongguk comenzó a preguntarse cuántos hombres se inclinaban por los hombres. ¡No- no puede ser algo común! ¡No debería!

"Jeongguk, sigues quedándote en silencio, debes estar cansado. No quiero darte órdenes- o- o decirte qué hacer, simplemente no es mi lugar, pero, cariño, ¡debes salir! ¡Sé que la casa debe ser un desastre con libros por todas partes! Está bien, de todos modos no debes hacer la limpieza. Yo debería estar allí. Mamá está bastante molesta conmigo por dejar a mi esposo durante tanto tiempo- "

"¡Debes pensar que estoy batallando sin ti, Rosie!" espetó Jeongguk. "Soy tu marido, puedo cuidar de mí mismo. Deja de pensar que tienes que estar a mis pies todo el tiempo- es tan arcaico", gruñó Jeongguk.

Hubo una pausa y luego; "¡Lo-lo siento mucho! No quise molestarte, yo solo- me disculpo, Jeongguk. Por favor, no te enojes conmigo. Yo- yo- simplemente dije que debería estar allí y- ¡lo siento!" Rosie dijo, con voz suave y frágil.

"Yo-yo no debí haber levantado la voz. Hablaré contigo más tarde, saldré de la casa para hacer algunas compras y limpiar un poco." dijo Jeongguk, y Rosie tragó saliva. Casi podía imaginarla al borde de las lágrimas.

ALGUIEN A QUIEN AMAR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora