Era una tarde sombría cuando la puerta de la casa de Taehyung se abrió de par en par. Jeongguk se veía pálido, con los ojos llorosos y las manos temblorosas. Era evidente que necesitaba algo- alguien.
Excepto que no fue Taehyung quien abrió la puerta, fue Verónica.
La respiración de Jeongguk se cortó. Verónica lo miró. Jeongguk dejó caer los hombros y respiró hondo. "N-no sabía a dónde más ir"
Verónica abrió más la puerta, lo dejó entrar porque ya estaba lloviznando y la lluvia podría empeorar. Jeongguk entró, sintiéndose como un intruso en esa casa.
Antes de que Jeongguk pudiera hablar, Verónica lo hizo. "Rosie se enteró, ¿verdad?" Verónica dijo, y Jeongguk la miró.
Él asintió y luego sintió una lágrima caer por su rostro. "Me siento culpable. Obviamente. Fui forzado a casarme pero ella nunca hizo nada horrible. No, Rosie siempre fue muy amable, compasiva" Jeongguk tragó saliva. "No esperaba que ella reaccionara tan descortésmente".
"La has estado engañando durante meses, ¿Qué esperabas? ¿Qué se riera?" Verónica dijo con incredulidad.
Jeongguk se alejó de ella. "No. Esperaba que estuviera bastante enojada conmigo. Pero-pero ella no estaba enojada por Taehyung. Estaba más enojada porque soy gay, y-"
"Cielos, qué estúpido de su parte. A su esposo le gusta el esposo de su mejor amiga y quiere su pene. ¿Cómo se atreve a reaccionar negativamente?" Verónica jadeó sarcásticamente.
Jeongguk la miró, vacilante. "Veo que no estás muy contenta conmigo, ¿verdad?"
Verónica apartó la mirada. "¿Qué más te dijo?"
"Ella dijo que deberían internarme en un centro psiquiátrico, que- que debería haber-" Jeongguk jugueteó con sus dedos. "Que debí suicidarme. Que eso sería menos malo"
Verónica se quedó quieta ante eso. "¿Rosie dijo eso? Eso no suena como ella en absoluto".
"Exactamente" Jeongguk exhaló. "Ella me abofeteó, y-" Jeongguk hizo una pausa por un segundo, recordando lo que Verónica hacía a Taehyung anteriormente, "-y dijo que debería ir al hospital. Que estaba mal de la cabeza. Y-y-" Jeongguk sintió que una lágrima caía por su mejilla. "No lo estoy" chilló.
"Siéntate" dijo Verónica después de un momento de silencio, en voz baja. "Te haré un poco de té"
Jeongguk se sentó en el sofá de la sala de estar, sus dedos aún temblaban. Se sentía incapaz de pensar correctamente, las palabras de Rosie resonaban una y otra vez en su mente. Mal de la cabeza. Jeongguk no lo estaba. Era tan consciente de cómo se sentía, de lo que quería su corazón, de lo que quería su mente. Era tan consciente de quién era. De hecho, el entender su sexualidad lo hizo sentir lo más normal que se había sentido en toda su vida.
Verónica volvió con una taza de té y se sentó a su lado. "Hablaré con Rosie"
"Gracias" susurró Jeongguk, y tomó la taza de té con leche de la taza blanca con asa dorada. "Honestamente, estoy un poco sorprendido de lo comprensiva que estás siendo"
Verónica se rió. "Siento como que" comenzó Veronica, y luego respiró hondo. "Después de años, finalmente encontré algún tipo de estabilidad. Me escapé de todo lo que conocía a edad muy temprana y me casé con Taehyung. No sabíamos nada, y mucho menos cómo amarnos correctamente. Simplemente sabiamos que estábamos enamorados y- y eso parecía ser suficiente"
"¿No lo fue?" preguntó Jeongguk, y Veronica se rió.
"No. No lo fue. Fuimos tontos, pensamos que podíamos vencer al mundo. Pensamos que nuestro matrimonio era un acto de rebelión contra la autoridad arbitraria. Cuando en realidad, fue solo una imprudencia"
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ALGUIEN A QUIEN AMAR.
RomanceEnamorarse de un hombre durante los años 50 nunca fue algo que Taehyung o Jungkook hubieran imaginado. Especialmente cuando ambos estaban casados con sus hermosas esposas. La historia de dos amantes que nunca fueron el uno para el otro, pero el dest...