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—Capítulo 6: Malfoy Manor. 

Harry es, sin duda alguna, un chico con mala suerte.

Descubriendo que ya no está en su habitación encerrado junto a Harley luego de unos segundos de simple impacto. Potter jadea, inspeccionando rápidamente la habitación donde se encuentra antes de dirigirse a la extraña criatura.

Un elfo doméstico, Harry se da cuenta, luego de examinarlo.

—¡Hey! ¿Quién eres tú? ¿Por qué me trajiste aquí? — dijo el niño alejándose del pequeño ser, a la defensiva.

—Dobby solo está cumpliendo una orden, Dobby no quiere problemas.

El elfo coloca sus manos delante de su cara, en una posición de protección mientras balbucea las palabras.

—Tú... — Empieza Harry, pero es interrumpido.

—¡Dobby tiene que irse! No salga de esta habitación, señor. — El elfo ni siquiera escucha la respuesta, antes de desaparecer nuevamente.

El preadolescente no hace nada más que bufar exasperado y contar hasta 10 para tranquilizarse. Luego, contempla con más detalle la habitación en la que se encuentra. Es grande y las paredes están pintadas de negro y verde. Hay algunas figuras de dragones volando en ellas, lo que impresiona al niño. Estas vuelan majestuosamente alrededor de toda la habitación. Es un ambiente mágico lo que hace tranquilizar un poco a Harry.

Sigue mirando el lugar con pura curiosidad hasta que un rubio y un pelinegro llegan a la habitación.

— ¡Draco! — exclamó al voltear y ver a su rubio amigo. Debió haber sospechado que ese elfo pertenecía a la familia Malfoy y que la habitación era suya. A veces olvidaba que su familia eran de importantes sangres puras. — Theo. ¿Qué rayos hicieron?

—Harry ¿Por qué no dijiste que tu familia te maltrataba? — Malfoy estaba con los brazos cruzados, con expresión preocupada y seria.

Parpadeo, confundido.

—¿De qué hablas? No nos maltratan.

— Estuviste encerrado en un cuarto horrible y pequeño — dijo histéricamente el otro menor. — Eso me parece que es maltrato.

— Eso es porque nos odian — respondió tercamente, pareciéndole ridícula esa discusión — Y ahora me odiaran mas si se enteran que escape ¡Tengo que volver!

—¿Piensas volver a ese lugar? — Draco lo observó como si estuviera completamente demente. — Podrías quedarte aquí el resto del verano, conmigo.

Theo tosió nada disimuladamente desde donde se encontraba.

— Y Theo nos visitará cada fin de semana — se apresuró a aclarar — También podremos invitar a Luna y a Astoria. ¡Será divertido!

—No puedo.

—¿Por qué no? — Draco estaba con el ceño fruncido y con el orgullo herido, no acostumbrado al rechazo. — Aquí es mejor.

Potter era consciente de eso, pero tenía una buena razón para querer volver.

— No puedo dejar a Harley solo. — Por otro lado, le daba desconfianza los rumores de que la familia de Draco estuvo involucrada con el hombre que mató a sus padres en la primera guerra. No quería quedarse, le daba escalofríos.

Por supuesto, eso no le diría a su amigo. Confiaba que él era diferente a su familia.

—¡Estará bien!

Su bonito hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora