Fernanda
Nunca pensé que iba a tener la mirada y el pensamiento puesto en alguien más que no fuese Josh. Cuando la vi llegar con aquel vestido largo y cabello suelto yo pensé que me daría un ataque cardíaco en ese preciso momento y puedo jurar que a todos en la casa le pasó igual, necesitaba tenerla, hacerla mía. Cuando le pedí ir al baño, pensé que no lo haría, aquel roce, aquellos segundos en donde nuestras miradas se conectaron y unos segundos después sentí sus pasos.
La noche transcurría normal, la sorpresa de ir a ver a mi familia, la verdad era que ellos iban a venir, llegaron mis tíos, mis padres, incluso mis primos, fue hermoso el tenerlos aquí, entre Josh y Emiliano estaban haciendo las barbacoas, y luego se unieron mis padres, pudimos conversar de muchas cosas, lo bueno de hablar con papá, siempre había un tema de conversación.
Cuando salí de aquel baño, fui por una copa de vino y me uní a la conversación con Josh y Emiliano, por costumbre Josh me agarró de la cadera apegándome a él mientras hablaba con Emiliano, sonreí en un intento de hacer creer que les prestaba atención cuando la vi salir, pero en vez de acercase a nosotros se fue con los chicos, por su cara puedo imaginar que es por encontrarme al lado de mi esposo, pretendí no prestarle atención.
-¿De qué hablan que tardan tanto en cocinar? - nos reímos junto con mamá -
- Déjalos Antonio que al menos no se les quema las barbacoas - no aguantaba las risas -
- Ya van a estar suegro - dijo Josh entre risas - pero dígame usted ¿qué piensa de las nuevas leyes propuestas por el presidente? - mi mamá rodó los ojos y a papá se les iluminó los de él -
- No era el tema indicado - dijo mamá y nos reímos -Deje de oír a mis padres en su pelea cuando vi a Carlota cerca de Paolo hablando y riéndose, su sonrisa ilumina cualquier lugar y hace babear a quien desee.
-¿Verdad amor? - volteé a ver a Josh quien sonreía y Emiliano estaba con un semblante serio -
- Supongo - respondí titubeante y mamá negó -
- Mejor acompáñame hija a la cocina - asentí y seguí a mamá, pude ver de reojo a Carlota unirse a la conversación con todos los chicos y reírse entre todos, llegamos a la cocina y mamá hablaba de cualquier cosa a la cual yo no le prestaba atención por estar pensando en una rubia ojos azules con un pequeño tatuaje en la espalda que me vuelve loca, suspiré pesadamente y mamá carraspeo, haciendo que la mirase y me sonrió de lado.-¿Todo bien con Josh? - aquella pregunta me cayó como balde de agua fría, todo estaba bien con él, pero no conmigo y no sé con quién hablarlo, todo el mundo es amigo de ambos -
- Todo bien mamá - respondí mientras terminaba mi copa de vino y me levanté a servirme otra -
- Josh nos dijo la noche que le avisamos que vendríamos, que tú has estado muy rara - volteé a ver a mi mamá y mi corazón se paró -
- Estoy bien también mamá - volteé a terminar de servirme la copa - ¿vino? - pregunté sin mirarla -
- Vino, por favor - asentí y busqué una copa para servirle -Quisiera decir que mi mamá se creyó todo pero conociéndola, dudo mucho que me haya creído algo de lo que le dije, nos quedamos hablando un rato más y pensé que había calmado mis pulsaciones, sólo que no contaba con una voz que siempre me ha puesto nerviosa y ahora junto a mamá me empeora.
-¿Me serviría una cerveza, por favor? - preguntó con aquella voz dulce y amable, volteé a verla y al sonreír me fui de este mundo quizá babeando -
- Límpiate la baba hija - susurró mi madre en mi oído y volteé a verla mientras ella sonreía -
- ¿Cerveza me dijiste? - Carlota asintió -
- Bueno ya vengo voy a ver que hace mi esposo - Carlota sonrió y asintió mientras yo temblaba y mi ritmo cardíaco aumentaba -
- Eres tan igualita a tu mamá - dijo Carlota luego de un largo silencio, yo le daba la espalda en un intento de servirle la cerveza pero la verdad no quería verla a los ojos y perderme en ellos -
- Sí, eso nos han dicho siempre - dije titubeante -
- ¿No me darás mi cerveza nunca? - preguntó al ver que no me acercaba, suspiré y asentí -Caminé hasta la barra y le acerqué la cerveza haciendo que nuestros dedos chocasen junto a nuestras miradas, ella sonreía amablemente y mi corazón estaba a un paso de infartarse, nuestras miradas se conectaron y yo sólo quería besarla, volver a sentirla, pero Adrián nos sacó de aquella burbuja que se creó momentáneamente.
-¡Madrina! - se acercó corriendo -
- Calma Adrián - dijo Carlota riéndose, juro que es el sonido más hermoso - ¿qué sucede? - preguntó pausadamente -
- Vente, vamos a jugar "nunca, nunca" - dijo mi hijo más tranquilo pero eufórico -
- Vale, vamos entonces - Carlota se levantó y tomó un sorbo de la cerveza sin quitarme la mirada mientras una línea de cerveza se creaba desde sus labios para perderse por sus pechos y jamás me sentí tan prendía, me mordí el labio inferior y me sonrió para luego verla irse detrás de mi hijo -Suspiré pesadamente al verla irse con Adrián y cerré los ojos fuertemente, unos minutos más tarde agarré mi copa y me fui junto a Josh y Emiliano quienes discutían junto a papá por un partido de fútbol, un par de veces mi mirada se fue hacia la piscina y su sonrisa me idiotizaba, no sé si llamarla mi lujuria y fantasía, pero sí se que es mi mayor perdición esa mujer, debo disimular o me van a descubrir por idiota, así que decidí sólo prestarle atención a aquella conversación y hablar con mis tías y mi madre, era mucho mejor.
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Traición
RomanceDos matrimonios de 20 años, una vida hecha, dos familias casi perfectas. ¿El problema? un día llegó la atracción, sueños, fantasías. Un beso, un roce, un par de miradas y todo dio un giro radical. Familia Toy Pollet Fernanda y Josh llevan 21 años...