XVIII. ¿Qué sucede?

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Fernanda

- Emiliano se fue de su casa - dijo Josh mientras se metía un bocado de comida a la boca y yo me paralice -
- ¿Por qué? - pregunté sin entender nada -
- Porque peleó con Carlota y prefirió irse - tragué saliva y Adrián decidió hablar por primera vez en la cena -
- Paolo está muy molesto con su papá, no me quiso contar la razón pero supongo que es por conflictos con mi madrina - el hambre se me quitó así que dejé la cena -
- Lo siento, se me quitó el hambre, voy a subir - dije pausadamente - los quiero - les lancé un beso y escuché sus despedidas para luego subir a mi habitación -

No puedo creer que Carlota dejó a su marido, esto no puede estar pasando, agarré mi móvil y decidí llamarla, me llevó a buzón tres veces, veo la hora 9:30 de la noche, todavía debe estar despierta. Vuelvo a llamar y al tercer tono me responde, sin embargo, me alarmó, su voz ronca.

Llamada entrante

Carlota: ¿Si?
Fernanda: Soy Fernanda - se quedó en silencio un segundo y suspiró -
Carlota: Hola Fernanda - su voz me atormentaba aún más -
Fernanda: Josh me contó que Emiliano se fue de casa ¿Cómo te sientes?
Carlota: Mal, no puedo creer que lo haya hecho - respondió con voz entrecortada -
Fernanda: No sé que decirte, pero ¿qué sucedió?
Carlota: Tuvimos un problema y no quiero hablar de eso ahora
Fernanda: Lo siento
Carlota: No te disculpes cariño - sus palabras siempre revolucionaban mi estómago -
Fernanda: ¿Puedo hacer algo por ti? - se quedó en silencio unos segundos -
Carlota: ¿Podemos vernos mañana en tu departamento?
Fernanda: Claro que sí cariño - respondí sonriente -
Carlota: Hasta mañana corazón - suspiré y sonreí embobada -
Fernanda: Hasta mañana - susurré para colgar -

Llamada finalizada

De algo sí estaba decidida y era que lo mejor para ambos matrimonios es no seguir con esta pequeña aventura, ahorita son Emiliano y Carlota, mañana podemos ser Josh y yo, no es justo para ninguno, ni ellos se merecen esta traición, ni nosotras ser la aventura de la otra, son 20 años que no podemos simplemente echar a la basura por acostarnos, son los chicos que se conocen desde siempre y son amigos, son Josh y Emiliano que son mejores amigos, es todo, me acosté con la determinación de que lo mejor es terminar con Carlota, me odiara pero luego entenderá que es lo mejor, me quedé profundamente dormida.




-¡Mamá! - gritaba Sara y yo me reía - ¿dónde esta mi blusa Blanca? - preguntó al llegar a mi habitación -
- No lo sé Sara, yo no uso tu ropa - respondí volteándome a verla mientras me colocaba la argolla - ¿no la prestaste?
- ¡Mierda! - susurró y su palma fue a la frente -
- Vocabulario muchachita - dije mirándola seriamente -
- Lo siento mamá, sí, se la preste a Daniela - negué y sonreí -
- ¿En dónde tienes esa cabecita? - le pregunté al acercarme a ella y nos reímos -

Salimos de la habitación, Sara se fue a arreglar y yo bajé para encontrarme a Josh en un intento de hacer el desayuno, leer el periódico y hablar por celular a la vez, me acerqué y le lancé un beso para hacerle señas que yo terminaría el desayuno y él prosiguió en su llamada, bajó Adrián y empezamos a hablar.

Treinta minutos más tarde estábamos los cuatro en la barra desayunando y contando que haríamos hoy, yo evité hablar mucho, para evitar mentir otra vez, luego de que terminamos de desayunar, Josh se despidió de los chicos y me dio un casto beso para irse a trabajar, Adrián y Sara se fueron a la universidad, y yo me fui al consultorio.

Pasaría todo el día en consultas, así que le pedí a Marta que pidiera el almuerzo ya que evidentemente no saldría hasta al menos las 5 de la tarde, que acaba mi ultima consulta, el día se ve largo y agotador, sin embargo, no me borra del todo el malestar que siento de hablar con Carlota y terminar todo.


El día pasó en un parpadeo si cuento que mis pacientes van en progreso, y los nuevos son un reto para mí, recibí un mensaje de Carlota avisándome que estaría en el departamento a las 6:10 de la tarde, tengo muchos nervios, una parte de mí piensa que es lo mejor y la otra solamente quiere salir corriendo para no enfrentarla, salí de la última consulta y me despedí de Marta para ir hasta mi coche, con papeles en mano y apenas logrando mantenerme en pie.

-¿Te ayudo? - se me cayó todo al escuchar aquella voz -
- Emiliano - susurré al voltear y verlo -
- Hola Fernanda - susurró, se veía apenado y con una sonrisa de medio lado - ¿cómo está Josh? - me pareció raro -
- Bien ¿no has hablado con él? - pregunté confundida -
- No - se ríe y niega -
- Que raro - susurré y me levanté agarrando todos los papeles que se me cayeron -
- ¿Raro? - asentí -
- Él me dijo que tú te fuiste de tu casa y pensé que tú le habías dicho - Emiliano se quedó serio y pensativo -
- No, nunca le dije nada, eso sólo lo saben en el departamento - responde cada palabra pensativo -
- ¿Qué sucede? - alzó la mirada y me sonrió -
- Pasaba a preguntar como estaba él, desde aquella noche de la fiesta no lo vi y estoy muy apenado con él - asentí lentamente y no entendía nada -
- ¿Apenado? - pregunté sin comprender y Emiliano asintió -
- Lo acuse de ser el amante de Carlota - se ríe irónico - Estúpido yo que puedo desconfiar de mi esposa y mi mejor amigo - me quedé pensativa y pérdida - ¿Fernanda? - volteé a verlo - Salúdamelo y dale mis disculpas - asentí lentamente y lo vi marcharse -

Pero mi verdadera duda es saber porque Josh no me contó eso y ¿quién se lo dijo? ¿cómo se enteró? ¿Qué está escondiendo? Espera ¿estoy desconfiando de mi marido cuándo yo soy la infiel? Ya estoy paranoica definitivamente, abrí el coche y metí los papeles y mi cartera para luego subirme y por fin salir de aquel lugar, es solo que esa extraña conversación me dejó un malestar.

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