CAP 22: madre.

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"¡Hyakkimaru!." Los ojos de Asuka se abrieron de repente. "¿Dónde estoy?". Sobándose levemente la cabeza, le empezó a doler apenas despertó. "¿Dónde están?." Rápidamente recordó que le faltaban dos cosas muy importantes. "Hyakkimaru, dime dónde están mis hijos. Hyakkimaru, juro que si te haces el dormido de nuevo, te materializaré un cuerpo y después te golpearé tan fuerte."

"Es inútil, Asuka." La pelirroja observó que enfrente de ella estaba un vidrio a prueba de balas. "Te hemos contenido en un lugar lo suficientemente seguro para resistir varios golpes de un Eva."

"¿Dónde están?."

"Nosotros seremos quienes hagan las preguntas." La voz de la doctora se podía percibir a pesar de que intentó cambiar su tono.

"Mira, no me interesa nada más que mis retoños. O abres esta estúpida celda, o juro que destruiré todo este lugar."

"¿Cómo podrías? Ya no tienes a Hyakkimaru dentro de ti."

"Ya me hartaron." Intentando crear un portal en medio de la sala, nada más que un portal de al menos unos 20 cm. "Maldita sea, este idiota sigue durmiendo. Bien, responderé tus preguntas."

"¿Por qué posees esos poderes?".

"Hyakkimaru me dio un pequeño regalo antes de morir."

"¿Qué es lo que el ángel dentro de ti está planeando?"

"No lo sé, simplemente soy su nave temporal."

"Esto no está llevando a nada. No tenemos información útil de la segunda." Fuyutsuki estaba al lado de la doctora, solo ellos dos. "Llamaré a Gendo. Doctora, haga todo lo posible para sacar más información."

"Entendido."

Y así fue como pasó unas dos horas de aburrimiento para Asuka, la cual notó cómo la punta de su pelo volvía a tornarse negro. "Con que ya te estás recuperando". Y algo más, doctora, o la sesión de aburrimiento termina aquí.

"Dime todo lo que quiero saber, segunda." La imponente voz de Gendo llenó toda la habitación.

"Ya he dicho todo lo que sé. No tengo nada más, pero dime tú, Gendo, ¿tienes algo para mí o mi huésped?"

"Tengo formas de hacerte hablar, mocosa."

"Tócame y tu hijo buscará tu cabeza."

"Pero quien dijo que tengo que tocarte, creo que la gente es más productiva cuando se le da el incentivo correcto." Dejando que el vidrio los enfoque, en ese momento Asuka sintió una ira descomunal. "Al parecer, el instinto maternal se activó." Asuka estaba ahora enfrente de él, dando la cara más tétrica que jamás haya puesto.

"A ellos no los metas, deja que se vayan. Son unos recién nacidos. ¡Son tus malditos nietos!." Golpeando frenéticamente el vidrio para romperlo. "¡Juro que si les haces algo, te mataré de la forma más horrible que te imagines!."

Creo que en estos momentos ambos tenemos algo que el otro quiere. Dame el embrión de Adán y te dejaré libre, por ahora.

"Tsk." Rápidamente se golpeó el estómago, vomitando un embrión. "Eso es todo lo que quieres, ¿verdad?."

"Quizás también quiera un motor S2 funcional." Ella creó un motor S2 completamente funcional. No tenía más opciones que obedecer. "Excelente, podrás irte."

"Ya me implantaste un chip de rastreo con una mini bomba para dejarme ir."

*Qué inteligente te has vuelto, Kiyoko estaría orgullosa."

"¡No vuelvas a pronunciar su nombre con tu asquerosa boca!." Gendo levantó la mano levemente, lo cual hizo que los guardias armados apuntaran a los dos pequeños.

"Decías."

"Incluso los monstruos como Hyakkimaru eran más humanos que tú."

Unos dos científicos junto a cuatro militares entraron a su celda. Ellos la escoltaron a por sus bebés, los cuales estaban esperando a su mamá. "Son tan hermosos, claro, tienen mis genes después de todo." Ella envolvió a ambos niños y se los llevó en sus brazos.

Caminaba por los pasillos del Geo Fron, el cual estaba siendo reparado, cuando estaba apunto de salir.

"Puedo verlos." La voz de Misato la detuvo. "Asuka."

"¿Por qué quieres verlos? Son en parte Ángel, eso no te molesta." La pelirroja abrazó protectoramente a ambos pequeños.

"Son de Shinji, ¿verdad?"

"Con quién más me acostaría, él es el único con el que paso todo el día."

"Prometo no hacer nada." Dejando su arma en el suelo y con su pie, lo empujó hacia Asuka. "¿Confías?"

"No del todo." Dirigiéndose al estacionamiento. "Si me llevas a casa, quizás confíe más en ti."

"Pues entonces, vamos." Las mujeres tuvieron un pequeño paseo en auto. Todo fue tan tranquilo para las dos, incluso de vez en cuando Misato le daba leves miradas a los pequeños, que sin duda eran la perfecta combinación de los dos. La niña tenía un hermoso pelo color castaño, y el niño, el mismo color de pelo que Asuka. "Son hermosos."

"Gracias."

"Asuka, ¿de qué?."

"Misato, por favor, no quiero que me recuerdes lo de hoy."

"Está bien, Asuka, como tú digas." Pasaron unos minutos para que ambas llegaran al departamento de Misato. "Por favor, entra."

La pelirroja se asombró al ver que todo estaba limpio y ordenado. "¿Quién eres? Dime ahora."

"Oh, vamos, por una vez que limpio mi casa, todo el mundo se viene abajo."

Penpen salió a saludar a las recién llegadas, sentándose al lado de la peli morada, mirando con atención y curiosidad a los pequeños bultos en los brazos de la pelirroja. "¿Y cómo los llamarás, Asuka?"

"No quiero que Shinji se pierda de esto. Cuando vuelva del Eva, él y yo tendremos una larga discusión de cómo no salirse de control."

"Nos lo tenías bien escondido, ¿y cuál fue tu secreto, Asuka? Ni siquiera las ondas pudieron detectar a tus bebés."

"Digamos que tengo un ángel guardián, siendo algo irónico que nosotros lo representemos como el diablo."

"Bueno, tenemos que dormir. Mañana tendremos un día solo de chicas, ¿qué te parece?"

"Sí, sí, como digas. Tengo que darles de almorzar a mis pequeños." La peli morada se quedó en la puerta, viendo cómo Asuka tenía una mirada de paz y tranquilidad mientras les daba de comer a sus pequeños hijos. *"Incluso la fiera más indomable no puede hacer nada en contra de sus hijos"*. Con ese pensamiento, Misato se fue a dormir.

Penpen, por curiosidad, se acercó a ver a los pequeños. Por ser un pingüino, sabía la importancia de las crías, acostándose junto a Asuka para poder darle compañía.

"Gracias, pingüino tonto." Graznó Penpen como única respuesta.

La noche avanzó tranquila, y al día siguiente, Asuka y Misato disfrutaron de un día solo de chicas. Mientras tanto, los pequeños recibieron el cuidado y amor de su madre. A medida que el tiempo pasaba, la vida parecía encontrar un equilibrio, incluso en medio de la extraordinaria situación en la que se encontraban.

La relación entre Asuka y Shinji enfrentaría nuevos desafíos, pero por ahora, en ese pequeño momento de calma, la pelirroja se aferraba a la fortaleza que le brindaban sus hijos y a la complicidad compartida con Misato. La vida continuaba en un mundo donde lo inesperado era la norma, pero el amor y la determinación de Asuka eran el faro que guiaba su camino.

Te amare pase lo que pase (Asuka x shinji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora