Esta historia abarcará desde neogenesis Evangelion la serie animada, asta las películas que salen en la actualidad espero que les guste.
( No soy dueño de neogenesis Evangelion ni de las imágenes usadas, este es un método de entretenimiento todos lo...
La humanidad siempre buscó alcanzar lo inalcanzable; siempre tuvo esa esperanza de ser superior. Ahora, estaban ellos dos, dos seres que superaron las barreras de su mundo y trascendieron más allá de eso. Rei Lilith se alzaba junto al Eva 01, el cual sostenía ambas esferas en cada mano.
"Asuka", pronunció mientras los restos destrozados de la Unidad 02+4 se esparcían por el campo de batalla. Una luz roja se dirigió directamente hacia ella. "Ese es Leliel, el núcleo S2 de Hyakkimaru".
La Unidad 01 abrió su boca, dejando que el orbe entrara, siendo consumido por el Eva. Una potente luz blanca iluminó todo el campo de batalla, cegando al piloto.
Bajo ellos, la tierra tembló mientras las series de Evas fueron suprimidas y controladas por Rei Lilith. Comenzó el ritual de obtención de almas, generando un poderoso campo anti AT.
Ella pudo sentir las últimas emociones de los humanos al ver a sus seres más amados antes de fallecer, siendo recolectados.
La Unidad 01 sostenía la lanza de Longinos frente a él, con todos los Evas serie mordiendo sus alas. Shinji, en ese mismo instante, pudo sentir las emociones de todos los humanos. "¿Qué está pasando? ¡¿Acaso esto es lo que querías, padre?! ¡Hyakkimaru, esto es parte de tu retorcido plan!", exclamó mientras la lanza se introducía en el núcleo S2 del Eva 01, transformándolo en una especie de lanza, que perforó la frente de Rei Lilith.
Finalmente, Rei Lilith vería el nacimiento de ambos niños, representativos de las virtudes que les fueron dadas.
Ellos se liberaron de sus ataduras, rugiendo y dejando saber a todos los universos que habían sido liberados.
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Dentro de la complementación humana, Asuka y Shinji fueron los únicos que conservaron su individualidad.
"¿Qué pasó, Shinji?"
"No lo sé. Intenté detener a mi padre, pero creo que fallé", respondió Shinji, sus ojos chocaron con los de Asuka. "Perdóname, creo que al final siempre seré un inútil", añadió, siendo interrumpido por la caricia de Asuka.
"Ambos fallamos. No te culpes. Al menos, ellos vivirán", dijo Asuka, desviando la mirada hacia el cielo.
Asuka y Shinji miraron sorprendidos a Hyakkimaru, Kaworu, Rei y los hijos de ambos, Antón y Alviria.
"Les tenemos una oferta", anunció Hyakkimaru.
"¿De qué se trata?" preguntó Asuka, aún asimilando la situación.
Antón tomó la palabra, "Les ofrecemos la oportunidad de volver a nacer en un mundo diferente. Prometemos no interferir y les permitiremos vivir tranquilos como siempre desearon".
Asuka, con su característico tono directo, respondió, "Con una condición".
"La cumpliremos, madre", afirmó Alviria.
"Quiero que vuelvan a ser los mismos mocosos traviesos de antes. Cada vez que los tenga, quiero que sean ustedes los que me acompañen a mí y a Shinji", dijo Asuka, revelando una inesperada ternura.
Los tres ángeles se sorprendieron ante esta revelación. Asuka dirigió su mirada hacia Shinji, añadiendo, "Estás de acuerdo, ¿no, idiota?".
Shinji suspiró, "No querría que fuera de otra manera. Ustedes son mi familia después de todo".
"Lo cumpliremos", afirmaron Antón y Alviria al unísono. Dos esferas blancas y negras aparecieron en sus manos, flotando hacia Shinji y Asuka. "Nosotros controlaremos que no destruyan nada. Nosotros somos ellos, y ellos son nosotros. Hyakkimaru, volverás al mundo humano con ellos".
Shinji miró a Hyakkimaru, cuestionando, "¿Vendrás con nosotros?".
"No solo yo", respondió señalando a todos sus hermanos con formas humanas. "Ellos también se unen".
Reí y Kaworu asintieron. "Ustedes vendrán", afirmó Shinji.
"No tendremos otra opción, seremos enviados con ustedes", dijo Rei.
"Como vemos que ninguno quiere quedarse en este mundo, además de Seele, les damos la bendición. Pueden ir y ser felices", concluyeron Hyakkimaru y Kaworu, chasqueando los dedos mientras todo comenzaba a desaparecer.
"Adiós, hijos", se despidieron antes de que todo quedara en blanco.
En la azotea de la escuela, Asuka y Shinji compartían un momento de tranquilidad junto a Hyakkimaru, Kaworu y Rei. Aunque estaban en un nuevo mundo, leves recuerdos de sus vidas pasadas persistían entre ellos.
"Es curioso, ¿no creen?" comentó Asuka, observando el paisaje urbano que se extendía frente a ellos. "Aunque todo es diferente, hay algo que aún nos une".
Shinji asintió, "Sí, como si tuviéramos vestigios de nuestras vidas anteriores. Aunque no recordemos todo, hay una conexión palpable".
Hyakkimaru, con su expresión seria, agregó: "Los lazos que creamos en nuestra existencia pasada han dejado una marca indeleble en nuestras almas".
Kaworu, mirando al cielo, dijo: "Quizás esta realidad sea una nueva oportunidad para entender y apreciar esos lazos de una manera diferente".
Rei, que normalmente era reservada, agregó: "La coexistencia de nuestras almas parece ser constante, incluso a través de diferentes realidades".
"¿Qué piensan hacer ahora?" preguntó Shinji, mirando a sus compañeros.
Asuka sonrió, "Creo que viviremos nuestras vidas aquí, explorando este nuevo mundo juntos. Aunque nuestros recuerdos son vagos, hay algo reconfortante en estar con ustedes".
Hyakkimaru, Kaworu y Reí expresaron su acuerdo, y así, en la azotea de la escuela en esta nueva realidad, decidieron enfrentar el futuro juntos, sabiendo que, aunque los detalles de su pasado fueran difusos, la conexión entre ellos permanecía.
Mientras Asuka, Shinji, Hyakkimaru, Kaworu y Rei, compartían sus reflexiones en la azotea de la escuela en esta nueva realidad, Antón y Alvira observaban la escena desde la distancia. Con sus poderes especiales, eran testigos de la conexión única que persistía entre sus padres y sus compañeros.
"Es hermoso ver cómo están juntos, incluso en esta realidad", comentó Antón, mientras controlaba las sombras a su alrededor.
Alvira, manipulando pequeñas luces a su alrededor, asintió. "Sí, nuestros padres y los demás han formado una familia especial en cada versión de la realidad. Aunque no recordemos completamente nuestro pasado, esta conexión es evidente".
Ambos miraron hacia la escena con una mezcla de nostalgia y aceptación. Sabían que, aunque esta historia llegaba a su fin, la esencia de sus personajes perduraría de alguna manera.
Antón levantó la mano, creando sombras que formaban una especie de portal. "Hasta la próxima, queridos lectores. Agradecemos que hayan compartido este viaje con nosotros".
Alvira, con sus luces formando patrones en el aire, añadió: "Esperamos que hayan disfrutado de esta historia tanto como nosotros. Que la conexión entre estas personas inspire sus propias historias y aventuras".
Con un gesto conjunto, Antón y Alvira se despidieron, y el portal se cerró lentamente, sumiendo la escena en un suave resplandor antes de desaparecer por completo.
