Esa rosa

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El rubio se sentó en los tejados, enojado y triste porque nunca tenían tiempo para hablar el y su Lady, si no lo interrumpían los akumas era alguna estupidez de él. Tiró la rosa, no quería verla, ¿Sería rechazado por siempre? ¿Jamás obtendría el amor de su amada?, se negaba a creerlo, pero los hechos le demostraban que estaba muy lejos de entablar una relación con Ladybug.

Miró a la luna que poco a poco se desvanecía, y sus esperanzas con ella. Es triste saber que no hay oportunidad con esa persona que tanto quieres. Es como si te tiraran la realidad por encima y era tan cruda como un balde de agua fría. Trató de ya no pensar tanto esa noche, estaba deprimido pero no quería volver a su casa.

Escuchó un ruido por la calle y vio una chica corriendo por la banqueta. Era Marinette Dupaincheng, la chica se detuvo en seco y recogió la rosa que Chat Noir había tirado, la tomó y la olió con delicadeza.

-Alguien aprecia mi rosa- eso lo hizo sentir bien.

De pronto recordó las palabras de Nino, lo de pedir consejos, el no podía acercársele a Marinette siendo Adrien, pero ¿Que tal si lo hacía como Chat Noir? Miró hacia abajo y miró que la peliazul aún seguía admirando su rosa, bajo en silencio y le dijo al oído:

-¿Una chica tan bella que hace sola a estas hora?- ella se asustó y dio una media vuelta, se hubiera tropezado de no ser porque el gato la agarró, quedaron sus rostros muy cerca y provocó que la chica se sonrojara un poco.

-¿Y tú qué haces asustando chicas a esta hora gato tonto?- a él le resultó gracioso, la dejo en su lugar y le dijo

-Haha y ¿porque te pones roja? - ella se cubrió la cara

-No estoy roja- dijo con cara de enojo

-Oh lo causé yo, oye una pregunta ¿no deberías estar en tu casa?- ella asintió apenada - ¿puedo llevarte si quieres?

-No no, para nada muchas gracias pero puedo ir caminando ya no falta tanto.

-Hace un rato atacó un akuma, es peligroso mejor te acompañaré, podría ser tu guardaespaldas personal princesa- ella sonrió un poco y le dijo

-Vaya eres muy coqueto gatito pero me caes bien.

El chico la miró con ternura y la tomó por la cintura para llevarla a su casa. Mientras iban saltando los tejados la chica se sentía extraña, era linda la actitud del gato pero... ¿porque la cuidaba?

A la mitad del camino Adrien pensó que siendo Chat Noir no podía saber en donde vivía Marinette, le dijo

-Disculpe señorita pero no se donde vive, olvide preguntarle y no se hacia donde me dirijo

-Mi casa es ahí enfrente de ese parque- dijo señalando la dirección- puedes dejarme en la terraza si quieres, así será mejor y haré como que llegué hace rato para que no le regañen mis padres.

-Como desees, así que te evité un regaño de tu padre- dijo con tono burlón y la chica solo se apenó levemente.

Llegaron y el rubio la dejó con delicadeza en su terraza.

-Gracias Chat Noir, bueno ya voy a entrar- el gato no quería que se fuera y sin pensarlo la tomó del brazo.

-No te vayas, ¿podemos hablar un rato?- ella se sorprendió, su voz sonaba un poco deprimente y triste.

-Esta bien solo déjame bajar a buscar algo, ya vuelvo- dijo con ternura mientras bajaba a su cuarto.

Como había podido pedirle que se quedaran, se supone que ellos no se conocían, pero tenía algo que llamaba su atención. Quizás era que por primera vez hablaba con ella sin que tartamudeara.

Al subir la chica traía un florero y consigo la rosa que había juntado.

-Veo que juntaste mi flor- dijo mientras se sentaba en una silla de la terraza.

-¿Es tuya?

-Si, pensaba dársela a mi Lady, pero no tuve tiempo de hablarle siquiera- dijo bajando la mirada- quisiera platicar un rato con ella pero nunca hay tiempo, y tampoco puedo obligarla a que sienta algo por mí, pero es que pfff es triste que la persona que tanto amas no te note.- Marinette se sorprendió, no conocía ese lado del gato, era extraño pero muy tierno.

-No creo que no te note, tal vez no le gustan algunas actitudes de ti o se siente atraída por otra persona.

-¿Que actitudes?

-Pues no sé, eres un poco mujeriego y atrevido, tal vez invades su espacio personal.

-¿Mujeriego?!!! Claro que no, solo tengo ojos para ella, y si tal vez me le acerque mucho pero es que con ella me siento muy cómodo, siento que soy yo mismo, hay confianza y a veces solo me dejo llevar- Marinette se seguía sorprendiendo porque jamás había visto así a su compañero, estaba serio y realmente triste, jamás lo había visto de esa manera.

De pronto el sonido del anillo del chico se escuchó.

-Bueno, debo irme princesa, quizás pase por aquí de vez en cuando, es cómodo hablar contigo, Adiós- Adrien se fue y la peliazul solo se quedó pensando en ese gato que conocía tan poco.

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Nuevo capítulo! Baiii subo el siguiente mañana en la tarde:(

Miraculous: ¿Destino?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora