La familia de los héroes

El rey de los héroes parte 1

Narrador

Después de un largo día Arthuria y Bell habían llegado a la iglesia donde vivían, al bajar al sótano y pasar por la puerta que destrozo Lancer vieron a su diosa sentada en el sillón leyendo detenidamente una hoja de estado, estaba tan concentrada que no se dió cuenta que sus dependientes ya habían llegado.

Bell: Kami Sama ya hemos regresado
Hestia: Oh ... Perdón estaba concentrada viendo unas cosas pero me alegra que hayan regresado ¿Como les fué?
Lancer: A mí me fué bien, me puede registrar en el gremio, pero... A Bell
Hestia: Tan malo fué
Bell: Me hizo aprenderme los primeros 29 pisos en tres idiomas diferentes *temblando al recordar esa terrible experiencia*
Hestia: Creo que fue algo blanda contigo

Bell solo pudo dar una mirada que reflejaba el miedo absoluto, mientras Hestia solo sacudía la cabeza por el comportamiento de su primer dependiente, realmente podría asegurar que si le dieran elegir entre enfrentarse a una orda de minotauros o a una Eina furiosa, Bell escogería a los minotauros sin pensarlo, cuando Hestia observó a Lancer realmente no pudo, la razón había docenas de bolsas repletas de comida que cubrían por completo a Lancer.

Hestia: ¿Debo preguntar cómo consigueron tanta comida? *Con un rostro complicado*
Bell: Ah sobre eso... *Mirando con cansancio a la comida* Solo diré que nunca más llevaré a Lancer por la zona del mercado
Lancer: Eres muy cruel Bell *sacando su cabeza de las bolsas* además no podemos rechazar estas delicias que salieron gratis
Hestia: ¿En serio todo esto salió gratis?
Bell: Pues verá

Flashback

Se podría ver a Bell y Lancer caminar por las calles concurridas de Orario, concretamente en las calles cercanas del mercado.

Lancer: ¿A dónde vamos Bell?
Bell: Una vez escuché a Eina San, hablar sobre una tienda de un gnomo que vendía armas a buen precio cerca del mercado quiero ir a ver y tal vez encontar un arma que me guste
Lancer: ¿Y que tipo de arma piensas comprar Bell?
Bell: Un cuchillo o una daga tal vez aún no estoy tan seguro
Lancer: ¿Por que no una lanza o espada?
Bell: Suelen ser más caras
Lancer: Pero te dieron una buena cantidad de valis por ambas piedras del minotauro, creo que puedes permitirte compararte una espada de calidad decente
Bell: Tal vez aunque me sentía más cómodo con la daga que tenía pero ya veré, además de que también tengo que comprar la cena y el desayuno de mañana y ahorrar para podernos comprar o alquilar un lugar más grande para que podamos vivir

Iban a seguir con su conversación pero se dieron cuenta que habían llegado a la tienda que buscaban cuándo iban entrar, de la tienda salió una pequeña hobbit de cabello castaño que chocó con Bell, pero al parecer tenía prisa por qué salío corriendo antes de que Bell o Lancer pudieran decir algo.

Lancer: La falta de respeto abunda por aquí
Bell: No pasa nada Lancer, tendrá sus motivos aunque fue un encuentro algo raro por lo menos

Lo que no sabía Bell es que la pequeña pallum durante el choque con el, le intento robar su bolsa con dinero, pero se dió cuenta que Lancer sabía de sus intenciones durante esos escasos segundos la hobbit vio la mirada carente de vida que Lancer le estaba dando y atrás de ella su aura tomo forma de un dragon rojo que le provocó un temblor hasta los huesos e hizo que saliera corriendo lo más rápido posible.

Sin más entraron a la pequeña tienda donde Bell vio y probó diferentes armas y precios y al final se decantó por una lanza para alegría de Arthuria y como regalo el gnomo le obsequio una daga que era idéntica a la que se rompió en su encuentro con el minotauro.

Después de salir de la tienda fueron al mercado para encontrar algo para cenar lo que más tarde provocó un caos.

No habían pasado ni dos puestos de comida cuando el estómago de Lancer rugió de hambre que fue escuchado por todos los que pasaban por el lugar y en menos de 1 minuto todos los hombres que tenían un puesto estaban sobre ellos regalandole muestras o platos enteros de su menú o productos que vendían así como descuentos de por vida para futuras compras, realmente se podía describir como un tornado paso sobre Lancer y Bell por qué como así de rápido estuvieron rodeados de vendedores tan rápido se fueron una vez que pusieron un pie afuera del mercado.