Capítulo 25

538 21 1
                                    

—Gracias por esto —mientras me bajaba de la moto de Trent y le daba su casco, me venía a la mente lo que pasaría  después. Había dejado tirado a Colton por mis celos, que el solo hecho de acordarme de eso me volvían de nuevo pero los contuve.

—Me divertí también —sonrió de lado— Me tengo que ir, suerte con tu novio, rojita —arrancó y se fue. Estaba frente a mi casa, se supone que para este tiempo ya estuviera con Colton en otro lado. Había dejado los maletas ya hechas incluso.

Avancé a mi casa con cuidado, estaba cayendo la tarde apenas, se empezaba a pintar el cielo de un color naranja, me imaginaba que el atardecer en el mar estaría demasiado hermoso. Cuando di otro paso un coche se estacionó frente a la casa. Volteé a ver y noté que era Colton. El chico salió pero no me miró, solo caminó directo hacia la casa de su tía y entró sin mirarme.

¿Qué esperaba? Me había ido con Trent y no le había hecho caso. Supongo que en el fondo me siento un poco culpable. El enojo se me había pasado un momento, es que el hecho de pensar en Colton teniendo relaciones con otra mujer me pone mal. Me giré, abrí la puerta de mi casa y me adentré. Al parecer mi padre no estaba, cosa que agradecí. Y no sabía si Angelique ahora que mi padre había vuelto ella también lo haría. Sinceramente no tenía ganas de verles las caras a ellos dos. Lo único que quería era estar sola y dejar de pensar. Mis pensamientos me torturan siempre, me hacen sentir insuficiente y eso me hace entristecer.

Subí las escaleras con sigilo y me encerré en mi cuarto. La ventana que daba a la habitación de Colton estaba abierta, en su habitación estaba la luz encendida, pude verlo haciendo maletas. Me acerqué a la ventana y me fijé bien. Tenía ropa en la cama, una maleta en el piso. Colton estaba empacando sus cosas. ¿Entonces se irá solo? Una chispa de tristeza me inundó el pecho. Si no me habló hace rato significa que él y yo terminamos, ¿cierto? ¿Eso era todo? Quise gritarle para llamar su atención pero me detuve. Había sido mi culpa y no podía hacer nada para remediarlo.

Me quité de la ventana y me dejé caer en la cama. Me sentía... ni siquiera sabía cómo me sentía. Estaba neutra. Ni bien ni mal. Simplemente existiendo. Respirando. Mi cabeza me dolía un poco, venir aquí me generaba estrés. En el campo abierto con Trent me sentí libre, pero volver a la realidad era deprimente y agotador. Tendría que deshacer las maletas más tarde y tragarme mi orgullo con mi padre. Además de que en parte él tenía razón, yo apenas tenía dieciséis años y él me mantenía. Necesitaba encontrar algún trabajo que me permita pagarme un departamento y alimentos. No quería depender de nadie para que nadie se metiera en mi vida.

Me hice bolita en la cama, me cobijé toda y cerré mis ojos, me sentía cansada mentalmente y lo único que quería era dormir y no despertar.







—Monique... despierta. Monique, ¿me oyes?

Una voz a lo lejos me hizo salir de mis sueños, sentía caricias en mi cara, el toque era cálido y me provocaba cosquillas. Sonreí un poco mientras abría los ojos lentamente. Creo que seguía soñando al ver ese rostro frente a mi.

—¿Estoy soñando? —inquirí frunciendo el ceño.

—No, ven —Colton me hizo sentarme en la cama. Restregué mis ojos para quitarme el sueño. Por la ventana pude ver que era de noche. Quizás tipo siete de la noche, no pude haber dormido tanto.

—¿Qué haces aquí, Colton? —me miré las uñas.

—¿Crees que me iría sin ti? —pasó un mechón de pelo detrás de mi oreja

En ese momento elevé mi vista, entonces aún no habíamos terminado, ¿verdad? Él estaba aquí con lo orgulloso que es diciéndome que no se iría sin mi.

Destroy meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora