F i v e

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La alarma de mi despertador suena como tres veces más desde hace un buen rato. Aprieto los ojos y me digo a mi misma que no me vuelvo a desvelar. Logro sentarme en la cama y restregarme los ojos. Mi cabello debe de ser un desastre dado que lo siento por toda mi cara. Me levanto, me dirijo al baño y me doy una ducha rápida.

Al salir me dirijo a mi armario, me decido por unos pantalones negros, holgados obvio, una camisa mangas largas y unos converse en blancos. Peino mi cabello, dejándolo suelto y me pongo mis gafas. Ordeno mi escritorio, metiendo lápices y algunos cuadernos en mi bolso. Al estar lista me echo una ojeada al espejo. Muerdo mi labio inferior dado que así no se nota mi verdadera figura y, antes de salir por la puerta, mi vista cae en la ventana de mi habitación, quien tiene la cortina corrida, dejando ver la habitación de Colton.

Él no está en la cama así que supongo que se estará alistando para ir a al colegio. Lo dejo de lado, abriendo mi puerta y bajando las escaleras. Abajo papá prepara unas tortas de carne, Angelique ya esta sentada en su lugar, desayunando. Dejo mi bolso en una esquina de la mesa, sentándome yo también.

—Solo te levantaste un poco más tarde —me dice mi papá, pasándome un plato con tortitas—. ¿Te desvelaste estudiando?

No quería mentir, pero tenía que hacerlo, era la primera vez que diría una mentira respecto a mi, pero era por algo bueno, ¿no? Aún no sabía porqué buscaba la policia a Colton, así que seguiré como ayer.

—Si, en esta semana tengo una prueba —bueno, lo de la prueba no era mentira.

Mi papa le dio una mirada a mi hermana quien estaba con su teléfono celular.

—¿Y tú, ya estudiaste? —le preguntó.

Mi hermana subió la vista, fulminandome con la mirada por una milésima de segundo, para después ponerla en mi papá.

—Claro.

Terminamos de desayunar en silencio, un silencio incómodo. Papá estaba extraño hoy, como nervioso. Me despedí de él, tome de bolso y salí afuera. Empecé mi caminata hacia la escuela en silencio. Todo iba en silencio hasta que escuché pasos detrás de mi. Volteé disimuladamente, solo para comprobar que era Colton Dashner. Este venía con las manos metidas en los bolsillos delanteros, caminando tranquilamente.

Miré al frente, un poco nerviosa; ¿debería esperarlo? Me debatía en si sí o no. Pero una vocecita dentro de mi me decía que quizás él no me quería hablar por lo sucedido ayer. Pero además, fue él el que inició la pelea y ni siquiera sabía porqué. Armándome de valor, giré sobre mis pies para verlo. Al verme que lo esperaba se detuvo en seco por un momento, para después apretar la mandíbula y volver a caminar, queriéndome pasar a un lado.

Pero lo detuve.

—Colton... —pronuncié su nombre. Este se detuvo en seco a mirarme, sus ojos eran muy negros y profundos. Sin embargo pude percibir algo de vacío en ellos.

—¿Que quieres, Draper? —inquirió, llamándome por mi apellido.

—Solo quiero hablar... —respondí un poco nerviosa.

Resopló, pasándose una mano por su cara un tanto exasperado.

—No tengo nada de que hablar contigo —espetó— recuérdalo: soy muy peligroso así que no te conviene estar cerca de mi. Si eres inteligente, aléjate.

Dicho eso me pasó de lado sin darme tiempo de decir nada más, cualquiera diría que había dicho eso solo para que no le hablara, para darme miedo, pero no fue así, déjenme decirles que Colton Dashner si era peligroso. Lo pude ver en sus ojos, no decía mentiras. Su mirada no mentía, sabía en el fondo que decía la verdad.

Destroy meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora