𝑀𝑦 𝑆𝑜𝑢𝑙𝑚𝑎𝑡𝑒

𝘙𝘦𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰

(No me deja poner la canción por copy, pero se llama Si supieras de Kevin Kaarl, recomiendo ponerla para más experiencia <3)

Al pasar por la puerta observé el interior de una bonita casa que se me hacía conocida... Espera ¿Mi casa?

Una canción que ya conocía anteriormente inundaba las paredes con sus melosas notas y una suave voz algo desafinada pero que yo conocía perfectamente la acompañaba.

Si supieras todo lo que pienso cuando despierto
No dudarías jamás, jamás de mi amor

Caminé con paso lento rodeando el salón, todo estaba cómo lo había dejado antes de morir aunque el ambiente era más hogareño.

Sentir tu respiración junto a la mía
Me hizo entender que no eres fría
Que eres mejor, mejor, mejor...

Seguí aquella melodía y voz que juraría que me estaba volviendo loca.

Despertar es un alivio por ver que tú estás conmigo
Y que nos queremos los dos

Subí las escaleras con paso lento dejándome llevar.

Me sorprende que tú me quieras de verdad honestamente, que no eres de papel

Llegué al último escalón y miré nuestra habitación y caminé hacía ella.

Yo ya no tengo ninguna duda y me entrego a ti, a ti, a ti...

La puerta entre abierta dejaba salir aquél canto no precisamente hermoso a los oídos de los demás, pero para mí, oh ese canto y esa voz podría escucharla toda la eternidad.

Si supieran como yo te puedo llegar a ver
Nunca me dirían que no
Pero ya diles adiós, ya no queda más que tú, que tú y yo
Que tú, que tú, que tú y yo

Abrí la puerta completamente y lo vi sentado en nuestra cama, oh que hermoso es, verlo solo por fotos viejas no me había hecho nada bien.

Yo no te pienso fallar jamás...

Él ya había captado mi presencia una vez más, pero seguía sin mirarme ¿Por qué no me miras amor mío?

-Y siento que tú tampoco lo harás- Cantó ahora mirándome, cómo extrañaba ver esos ojos oscuros mirándome fijamente.

Se levantó hasta llegar a mi posición y tomó mis manos y las puso sobre sus hombros mientras sus brazos se entrelazaban en mi cintura y comenzábamos a tambalearnos como una pequeña danza lenta.

-No puedo dejar de pensar en ti y nada más –continuó cantando sin dejar de mirarme– en tus ojos miel.

Juntamos nuestras frentes y una de sus manos subió hasta mis mejillas coloradas.

-En tu forma de besar, en tu forma de querer, pero...–hizo una breve pausa para apartar nuestras frentes y mirarme otra vez- Si supieran cómo yo te puedo llegar a ver nunca me dirían que no.

Tomó una de mis manos y me hizo dar una vuelta al compás de la música.

-Pero ya diles adiós, ya no queda más que tu...

-Y yo –complete para dar final a la canción- Nunca dejé de extrañarte.

-Y yo nunca dejé de esperarte mi vida.