MIMADO © ➻ wonki

dos.

Ni-ki se encontraba frente a la puerta donde estaba dando clase su pequeño novio, le prometió ir a comprar helado y ver una película y eso hará, no quiere que Jungwon se enoje otra vez con él porque sino será difícil compensarlo otra vez. Una vez escuchó la puerta ser abierta alzó la cabeza viendo a un profesor salir de ella y estudiantes detrás de él, sino fuera por su altura le sería muy difícil para el divisar a Jungwon por su baja estatura.

— Jungwon — lo llamó una vez dió con él.

— ¡Ni-ki! — corrió hacia el otro y lo abrazó rodeando sus brazitos por el cuello, después sintiendo unas manos en su pequeña cinturita.

Las demás personas que contemplaban la escena aún no podían creer que ellos estuvieran juntos, es decir, alguien tan social, tierno, amigable, risueño como lo es Jungwon; con una persona todo lo contrario a él, siendo Ni-ki prepotente, grosero, asocial, lleno de perforaciones. La gente los ve y piensan que la conocida y típica frase "los polos opuestos se atraen" los describía perfectamente.

A ellos nunca les importó las miradas de los demás, siempre que estaban juntos se encerraban en su burbuja — ¿Nos vamos cariño? — separándose del cuerpecito tomándolo de la mano y saliendo de la Universidad hacia la motocicleta.

— Ya quiero helado, Hyung — puchereó Jungwon.

— Paciencia amor — se subieron a la Harley, Jungwon rodeando sus brazitos en torno a la cadera del mayor, así dirigiéndose hacia la heladería. Al llegar, el castañito no dejó ni siquiera que Ni-ki estacionara bien la motocicleta bajandose y corriendo — ¡Jungwon no vuelvas a hacer eso, pudiste haber caído! — el mencionado paró en seco por el tono de regaño de su Hyungie.

— Lo siento, honey. Es que estoy muy emocionadito por la tarde de hoy.

— Está bien solo no lo vuelvas a hacer, vamos entremos y vayamos por tu helado — Jungwon se limitó a sonreír, mostrando sus característicos hoyuelos y asintiendo eufóricamente. Tomándose de las manos entraron a la heladería muy colorida para el gusto de Ni-ki, se acercaron a la encargada detrás del mostrador.

Ni-ki carraspeó, para que la tendera que estaba distraída en su celular los notara, ella levantó la mirada perezosamente, una vez reparó al azabache se recompuso. — Oh, lo siento. Bienvenidos que se le ofrece — saludó, dedicándole una enorme sonrisa a Ni-ki.

— Un bote de helado crema del cielo para llevar, por favor — la chica que en ningún momento quitó la vista de él asintió yendo por el bote. Aunque las miradas que le regalaba no habían pasado desapercibidas por el menor, así que hizo lo que cualquier novio celoso hubieron hecho; tiró del brazo de Ni-ki para que éste le prestace atención, éste volteó espectante viendo a su Jungwon inclinándose formando un piquito con su roja boquita, rió bajo sabiendo porqué éste lo hacía solo le siguió bajando su cabeza y depositar un pequeño beso en ellos.

Al separarse voltearon hacia la encargada que los veía con los ojos muy abiertos y avergonzada — A-aquí tiene su pedido, señor — el castañito sonrió triunfante, el japonés tomó su pedido yendo hacia la salida, sintiendo un jalón en el brazo.

— ¡Ni-ki Hyung mira, son mis mecatos favoritos! — giró su cabeza hacia donde su novio apuntaba viendo una máquina expendedora. — i¿Me los compras Ni-ki, please?!

— No, no puedes comer tantas chucherías, vamos — tomándolo de la manito para salir de allí, pero volvió a sentir el jalón.

— Solo por esta vez — el mayor volvió a negar. Jungwon colocó una cara triste «Oh no, aquí va de nuevo», caviló Ni-ki.

— Por favor, por favor, por favor Ni-ki ¡Quiero comer mecatos! — empezó con su berrinche mientras abrazaba y zarandeaba al mayor — Quiero comer, solo por esta vez, te lo ruego honey please.

Ni-ki solo se dejó vencer — Con tanta ternura que desprendes me vas a volver diabético, ve rápido por tus mecatos antes de que cambie de opinión.

— iSíí! ¡Gracias Ni-ki Hyung! — le dió un pequeño beso en su mejilla para ir corriendo hacia la máquina. El mayor sonrió viéndolo.

Sí que lo traía loco.