MIMADO © ➻ wonki

ocho.

Para Ni-ki llegó el día que más odiaba, el día de la feria, pero ya no puede retractarse porque si no Jungwon hará el berrinche del año. Ya eran las 5:30 de la tarde, hora acordada para ir a recogerlo; tocó el timbre de la casa escuchando pisadas de alguien bajando de las escaleras. La entrada fue abierta por un lindo castañito de grandes ojos color avellana.

— ¡Ni-ki! ¡Estoy muy emocionadito! — luego se tiró a los fornidos brazos del azabache.

— Sí, igual yo. — que gran mentira, pero no por eso iba a apagar la felicidad de su pareja.

— Entonces vamos.

Los chicos se encaminaron hacia la motocicleta. Ni-ki le entregó un casco al menor por seguridad, — Ten, usa esto.

— Pero, ¿Y tú?

— No te preocupes por mi, es mejor que tú estés bien. — Jungwon viró los ojos, como odiaba que dijera eso — Solo úsalo.

El castañito suspiró pero hizo caso al pedido del otro, luego se subió a la Harley rodeando las caderas de Ni-ki y reposando su cabeza en su espalda. Posteriormente el azabache se dispuso a conducir de manera rápida, amaba la velocidad y sabía que Jungwon también.

Instantes después se hallaban ya en la fila para comprar los boletos. — Buenas tardes, dos boletos por favor. — dijo Ni-ki cuando fue su turno.

— Hyung. — el menor tiró de su chaqueta para llamar su atención — Prometeme que si siento miedo, no me soltarás Ni-ki.

El mayor solo lo acercó rodeando su cintura. — Te lo prometo mi bebé precioso. — responde dándole un lindo beso dulce. 

El de la taquilla le entregó los boletos, al agradecer los jóvenes se dirigen a la montaña rusa, tomando asiento y Jungwon no podía estar más nervioso.

— Tranquilo, estoy contigo mi amor. — aseguró Ni-ki al menor para que éste se tranquilice un poco.

Para ser sinceros Nishimura también estaba un poco nervioso, jamás le gustaron este tipo de cosas y eso el castañito lo notó. — Igualmente estaré para ti. — entrelazó sus manos cuando el juego empezó a maquinar.

════ •⊰✧✧⊱• ════

Al bajar el menor no puedo estar más agradecido con el destino de haber quedado vivo.

— Eres un hermoso bebé dramático. — sus manos nunca dejaron de soltarse y ambos gratificaban eso.

— Tú no te quedas atrás Hyungie, acepta que igual que yo tenías miedito.

— Okay, okay quizá un poquito pero muy poquito. — hizo seña con su pulgar e índice.

De forma seguida caminaron por la feria, el menor sintió una gran emoción al ver el carrusel. — ¡Oh, Ni-ki! ¡Quiero subir ahí por favor, por favor! — insiste uniendo sus manos en manera de súplica para que el azabache no le quedara más remedio que solo asentir.

No podía decirle que no a su pequeño novio, amaba verlo sonreír, su único objetivo era verlo siempre feliz y lo haría hasta que dejara de respirar.

Al ver a su tierno niño mimado subir emocionado al carrusel, sacó su telefono y grabó cada instante en que el menor sonreía montado en su caballito, dando vueltas sin cesar.

— Eres todo para mí Jungwon. — dice para sí mismo, observando la hermosa escena frente a sus ojos.

Y así se la pasaron el resto de la tarde hasta el anochecer, jugando y comiendo. Nishimura Riki estaba seguro que un lugar tan concurrido nunca le agradaría pero si está Yang Jungwon todo sitio se vuelve tan colorido con su hermosa forma de ser.