Nishimura Riki o mejor conocido como NiKi es un Alfa, rey de Seúl. No era conocido precisamente por ser un rey amable y compresivo sino por su fuerte carácter y por ser uno de los peores reyes.
Tiempo después llega inesperadamente un Omega al casti...
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Una nueva semana había comenzado, el rey Jay y el rey Niki seguian viendo como podían atacar a Busan, pero algo que se les hacia extraño, es que aun no llegaran armadas de Busan a Seul.
Sunoo y Jungwon trataban de entretener a Sunghoon, el peliazul casi no salía de la habitación y casi no comía, pues estar separado casi una semana de su alfa, le afectaba. A los otros dos omegas les preocupaba eso, pues el hecho de que no comiera bien, afectaría a su pequeño cachorro que acababa de cumplir cuatro meses.
— Vamos Sunghoon, debes pensar en tu cachorro — Sunoo trataba de hacer razonar a Sunghoon.
— ¿Y qué pasa si muere? ¿¡O qué tal si ya murió!? — al peliazul se le cristalizan los ojos de solo pensar en eso.
— Si Heeseung estuviera muerto, tu marca ya habría desaparecido — Jungwon dijo dandole un poco de lógica.
— P-Pero... — Sunghoon es interrumpido.
— Piensa en positivo, Sunghoon — el rubio le dijo.
El peliazul no dijo nada mas, sabia que los otros dos tenían razón, pero la preocupación era mucha, sin saber como estaba su alfa.
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— Su majestad, ya se han enviado tropas a Seul — la voz de un hombre se escucho.
— Excelente ¿Dónde esta el rey de Daegu? — el rey de Busan pregunta.
— Lo siento señor, escapo — el hombre se pone repentinamente nervioso.
— ¿¡Y su omega!? — el rey frunce el ceño.
— El rey lo mando a Seul antes del ataque. En cuanto enviamos a LeeTeuk allá a que matara al hermano del rey Nishimura, Lee lo envió a Seul. — el hombre respondió mordiendo su labio inferior.
— ¿¡Y ahora qué!? ¿¡Qué paso con Daegu!? — el rey grita con fuerza.
— Hemos logrado destruir parte del castillo, pero el rey escapo. Creemos que va directo a Seul, a donde esta su omega — respondió.
— ¿¡Y el pueblo!? — Grito furioso el rey.
— Señor... el punto es asesinar a los reyes, los pueblos no tienen nada que hacer... no podemos asesinarlos a todos — el hombre trata de razonar — no olvidemos que nuestro objetivo es el príncipe Sunoo — susurra el hombre, pero el rey le escucha.