Nishimura Riki o mejor conocido como NiKi es un Alfa, rey de Seúl. No era conocido precisamente por ser un rey amable y compresivo sino por su fuerte carácter y por ser uno de los peores reyes.
Tiempo después llega inesperadamente un Omega al casti...
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Heeseung y Jay luchaban contra aquellos lobos que se abalanzaban sobre ellos. Ambos reyes tenían sus espadas y no tenían piedad con ni un solo lobo que les atacaban.
— ¡¡Heeseung, Cuidado!! — el grito de Jay se escuchó por el bosque.
El azabache solo volteó, pero fue muy tarde; un lobo se había abalanzado hacia él. Una fuerte mordida de aquél lobo llego al hombro de Heeseung, dejándolo inconsciente.
Jay corrió a auxiliar a su amigo y compañero. Mató a aquel lobo que lastimó al rey de Daegu, siendo este lobo el último de los que les estaban atacando.
Lágrimas recorrían las mejillas del rey de Goyang, sólo pensaba en Sunghoon, Yu Bin y Heeseung; en que es lo que pasaría después.
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Los cuatro omegas permanecían en la habitación junto a los cachorros. Hace unos segundos que los dos reyes se habían retirado y ya se sentían inseguros.
— H-Hyung, no me siento bien — Sunghoon dice y le entrega rápidamente el cachorro a Jungwon.
Jungwon le pasó el cachorro a Beomgyu, ya que Sunoo tenía el suyo en brazos. El mayor sólo se acerca al rubio, quién ya estaba tambaleando, hasta quedar desmayado.
— ¡Sunghoon! — exclama Sunoo sintiendo lágrimas en sus ojos — ¡ hyung ¿Qué le pasa a Sunghoon?! —
— ¡No sé, solo se desmayó! — Dice Jungwon casi gritando.
Jungwon recostó a Sunghoon sobre la cama, noto como la temperatura de este empezó a incrementar notoriamente y como esta se estaba poniendo pálido. El mayor agarró unos paños y los remojo en agua, para después ponerlos en la frente del rubio.
— Su pulso está disminuyendo — dice con preocupación el mayor.
— ¿Q-Qué? — susurra Sunoo entre lágrimas.
Un llanto fuerte es escuchado; todos voltean a Yu Bin, que aún estaba en brazos de Beomgyu. El cachorro estaba mal, algo pasaba con él; este podía sentir que algo andaba mal a travez del lazo familiar.
— Algo debe estar pasando — susurra Jungwon — hasta el cachorro lo puede sentir —
— ¿Y si algo pasó con Heeseung allá? — pregunta el menor preocupado.
