Nico Pov

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Sólo sé que me levanté en medio de la noche y escuché las voces de mis padres y Bianca llamandome. Ni siquiera se me ocurrió pensar que eso no podía ser posible, que podría ser una trampa o algo por el estilo. Simplemente salí corriendo como endemoniado de mi carpa y alguien intentó agarrarme pero me zafe. Entonces mi mente comenzó a hablar por encima de mi corazón: No es posible. Estás alucinando. No vayas.
Intenté resistirme pero aun así no podía dejar de avanzar en contra de mi voluntad.
De pronto (gracias a los dioses), sentí unas manos muy familiares y amables que me agarraban por el pecho. Voltee para mirar a Reyna sonriente pero mi sonrisa no duró mucho pues tan rápido cómo me puso las manos encima me hizo una llave y me dejó tirado en el suelo, con ella encima para evitar que me levante. Luego me puso unas cosas en las orejas y las voces de mi familia dejaron de sonar. Mire hacia donde un momento antes estaban ellos pero sólo vi en su lugar tres seres horripilante con caras de cuervo y cuerpo de pez. Y me di cuenta (muy tarde) de lo que eran.
-Estás bien? -me preguntó Reyna mientras me ayudaba a levantarme y me abrazaba.
Sólo a sentí. Me había quedado sin palabras.
-Eh! Chicos! - nos llamó Percy mientras a duras penas lograba mantener a Frank en el suelo y le ponía los tapones -. Necesito ayuda!
Jason, Piper, Leo, Hazel y Calipso seguían llendo aún donde las sirenas.
Entre maldiciones, Reyna se paró de un salto para ir hacia donde estaba Jason, tacleandolo igual que lo había hecho conmigo.
Celos? No sabría decirlo. Pero un retortijon en el estómago y una mueca de disgusto si se los puedo asegurar.
-Nico ayudanos! - me gritó ella.
Entonces me paré y fui corriendo para agarrar a Calipso . Mientras Percy iba por Piper y Frank por Hazel.
Pero nos habíamos olvidado de algo: Nadie había atrapado a Leo y ahora estaba a sólo unos pocos pasos de llegar a las sirenas, quiénes abrían los brazos con gusto y se preparaban para un bocadillo.
-Leo! - La voz de Calipso sonó desesperada. Pero todos nos dimos cuenta de que nadie podía correr lo suficientemente rápido como para alcanzarlo.
-LEO!- Calipso había gritado tan fuerte y desesperadamente que Leo salió del hechizo y se volteó a mirar. Pero muy tarde.
Las sirenas se abalanzaron sobre él.

N/A: Hola chicos! Sólo quiero decirles que me encantan sus comentarios y que me motivan a seguir escribiendo. También los votos son muy alentadores. Lamento dejarlos en este suspenso pero les prometo que escribiré pronto. Besos 😘😘😘

Día de playa Percabeth, Jasper, Caleo, Frazel y Reyco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora