Así que Leo está inconsciente, y todas las chicas se ponen como si fuera el fin del mundo. Qué? No, claro que no estoy celoso.
Bueno, en fin. Nos mandaron a Percy y a mí a vigilar por si se aparecían más monstruos. Algo que considero completamente imposible. Sí, ya lo sé estaba muy equivocado.
Percy estaba aun un poco resentido por el modo en que Calipso lo despacho del asunto. Caminaba pateando las plantas y murmurando entre dientes.
Habíamos caminado por el perímetro de la playa hasta llegar a un campo de pastizales. Lo que obviamente nos pareció muy raro ya que justo al costado había un bosque y al frente una playa.
-Esta playa me da un mal presentimiento...- Dijo Percy.
No podía estar más de acuerdo con él. Desde que derrotamos a Gea (nuestra maléfica y homicida abuela), no habíamos tenido ningún problema con los monstruos. Pensábamos que era por la derrota que recibieron y que iba a ser así por mucho tiempo pero ahora habían aparecido unas sirenas en plena playa dispuestas a devorarnos. Estoy muy seguro de que no ser por Percy, Annabeth y Reyna ya estaríamos todos muertos.
Percy caminaba en silencio y alerta a mi costado. Me sentía como un elefante con bocinas cuando estaba con él. Supongo que el tiempo que estuvo en el tartaro le ayudó en esto. Sus pisadas hacían un mínimo sonido y ni siquiera se oía su respiración.
-De dónde crees qué vinieron?-Me preguntó Percy sacandome de mis pensamientos.
-Qué?
-De las sirenas. De dónde crees que vinieron?- hasta su voz era baja, sólo lo suficiente para que se escuchara.
-No lo sé. Tal vez el olor de tantos semidioses juntos las atrajo.
Percy se río.
-Hablas como Annabeth.
-Ella te dijo algo?
-Si... Antes de venir. Estaba muy preocupada.
-No sin razón.
-Supongo. Debí hacerle caso, de todos modos siempre tiene la razón.
Recordé la vez que ella me ayudó con mi pequeño problema de la trampa china. No sólo siempre tenía la razón si no que también te ayudaba a que tú la tengas.
-Es una buena chica.
Percy me volteó a mirar entrecerrando los ojos. Metió la mano en su bolsillo y agarro su bolígrafo.
-No! No de esa forma Percy! -mi cara se enrojeció-. Yo amo a Hazel! Enserio hermano. Perdona yo...
Percy echó la cabeza atrás y soltó una carcajada. Me dio unas palmadas amistosas en la espalda.
-No te preocupes amigo. Te entiendo, relájate. Estamos de.guardia recuerdas?
-S-si sí claro - dije más aliviado.
De pronto vi un movimiento a mi izquierda.
-Viste eso?
-Qué co-Frank! A tú izquierda!
-Qué es?
-No lo sé los pastizales no me dejan ver!
-A tu izquierda!
-No a la derecha!
-Al frente!
-Está por todos lados!
Entonces tres cabezas se levantaron. Colmillos puntiagudos en bocas que se abrían como treinta centímetros. Con un cuello larguísimo que parecía no tener fin. Percy y yo retrocedimos hasta salir de los pastizales mientras esas cosas nos perseguían. Y cuando salieron los vi.
-BASILISCOS! -Grité a todo pulmón mientras ellos se preparaban para escupirme fuego.
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Día de playa Percabeth, Jasper, Caleo, Frazel y Reyco.
Roman pour AdolescentsLas parejas favoritas de los dos campamentos tratan de tener un dia normal como todo adolescente común y corriente. Este es un fanfic hecho por mí, encontrarán diversión y romance por parte de todas las parejas. Espero les guste. <3