Movía sus pies con inquietud, estos estaban colgando debido a que estaba sentado en un banquillo demasiado alto. Había terminado su pintura unos cinco minutos atrás, pero debía esperar a que el profesor terminara de opinar sobre la obra de una de sus compañeras antes de que revisara la suya.
Entonces lo vio caminar hacia él, resonando sus elegantes pasos por toda la sala hasta que estuvo frente a su lienzo. Toda una marea de sentimientos lo atacó cuando los labios de su profesor se curvaron ligeramente hacia arriba y sus ojos seguían viajando de aquí a allá en la pintura.
─Bien, Beomgyu... ─y Yeonjun se sintió sin palabras suficientes para explicar las maravillas que su alumno había logrado con tan sólo unas pinturas. Un hermoso expreso color escarlata yendo con mucha prisa en un paisaje de pinos oscuros ─Tu trabajo es... simplemente hermoso. ¿Puedes venir un momento después de clases?
Las mejillas de Beomgyu se abultaron por culpa de la sonrisa que apareció en su rostro ante el elogio y la petición, asintiendo mientras sus piecitos seguían jugueteando nerviosos.
Después de la clase de Historia, en lugar de tomar el pasillo que lo dirigiría a la salida, tomó el que lo llevaría al salon del profesor Choi. En realidad, no tenía idea de porqué le había pedido ir después de clases. Usualmente le daba comentarios extra pero estos mientras era la hora del almuerzo o terminaban la clase de Arte temprano, jamás después del horario escolar.
Por eso estaba todo nervioso. Y sabía que en realidad no tenía mucho sentido, porque Yeonjun probablemente sólo hablaría con él sobre su pintura y no habría algo más que esperar. Aun así, no podía controlar su ritmo cardíaco y el sudor que humedecía sus manos.
Cuando se encontró frente a la puerta del salón de Arte dio una gran bocanada de aire que retuvo mientras daba dos toques en la madera. Entró después de escuchar la grave voz de Choi diciéndole que pasara.
El mayor tenía puestos esos lentes que siempre hacían a Beomgyu suspirar con amor, así que éste supo que el profesor estaba revisando más papeles, como siempre hacía.
─Lamento interrumpirlo ─se disculpó, inclinando un poco la cabeza en modo de arrepentimiento, pero el pelinegro negó y lo hizo recuperar su postura correcta ─¿Puedo saber porque me llamó?
─¡Para hablar de tu pintura, por supuesto! ─tomó el antebrazo de Beomgyu y lo jaló hasta su lienzo, manteniendo una de sus manos en el castaño cuando comenzó a hablar mientras con la otra mano señalaba los aspectos de la pintura que más habían llamado su atención.
Beomgyu lo miró, pareciendo atento a todo lo que decía cuando en realidad lo único que estaba haciendo era pensar en lo lindo que su profesor era y dejar a su mente viajar en cada una de sus facciones que consideraba como las más bellas que había apreciado en toda su vida.
─¿...No es así? ─preguntó el mayor después de decir algo sobre la técnica que utilizó para que el tren pareciera a punto de salir del lienzo y Beomgyu solamente asintió bobamente, sonriendo con lindos destellos en sus ojos. Yeonjun suspiró, dando un paso hacia el contrario ─Ah, es esa sonrisa...
El castaño pudo salir un poco de esa esponjosa nube de enamoramiento, observando con confusión a su profesor cuando mostró una sonrisa, pero está vez no hacia su pintura, sino que hacia él.
─Uh, no entiendo... ¿qué tiene que ver m-mi sonrisa...? ─preguntó, mientras el más alto negaba levemente en medio de una risa, tomandolo del mentón.
─Siempre sonríes de la misma manera cuando me ves, cuando hablo... Solamente muestras ese gesto cuando estoy cerca ─Yeonjun murmuró, viendo al menor abrir los ojos desmesuradamente porque creía que no era tan obvio.
─No l-lo hago ─el castaño respondió, controlando sus ganas de gritar por que los dedos de Yeonjun seguían tomando su mentón, con la mayor suavidad que había presenciado, casi como si su piel fuera dañarse por ese simple toque ─Y sigo sin entender a qué se refiere...
─Te gusto ¿cierto? ─dijo sin trabas y rió cuando todo el cuerpo de su alumno se tensó ante su pregunta, con el rubor en sus mofletes encendiendose con el triple de intensidad que antes.
─N-no uh, uhm ¿qué l-le hace pensar eso...? ¡Le juro que no es así! Usted... Usted es un profesor y-y... ─el menor intentó explicar, hablando con rapidez y unas cuantas trabas, logrando que fuese algo difícil de comprender al escucharlo.
─¿De verdad? Entonces... Si, hipotéticamente, te besara en este instante ¿qué harías? ─los labios de Beomgyu temblaron, entreabriendose con sorpresa mientras miraba al mayor en busca de alguna expresión que denotar a que todo eso era una broma.
─N-no... No lo sé ─respondió con sinceridad, sintiendo que su respiración comenzaba a complicarse al mismo tiempo que su profesor se acercaba a él, con pequeños pasos que le daban el tiempo suficiente de retroceder, hasta que chocó con el banquillo detrás de él y no pudo huir más.
Yeonjun dejó que una sonrisa cómplice adornar a su rostro mientras el espacio personal desaparecía entre él y su alumno, porque podía sentir sus cálidos suspiros chocar contra sus labios.
No fue como si Beomgyu pudiera reaccionar o alejarse, porque sentía que todo a su alrededor estaba sucediendo en cámara lenta y simplemente estaba tan confundido que cuando los labios de Yeonjun chocaron contra los suyos no hizo más que sostener la respiración.
Estaba siendo consumido en su totalidad por aquellas fugaces sensaciones que se removían en su estómago y hacían que sus piernas temblaran, mientras su calor se mezclaba con el del mayor.
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mona lisa ↯ yeongyu
Fanfiction─oh cariño, tienes una sonrisa tan hermosa como la de la Mona Lisa. ↷ yeongyu ↷ drama & angst ↷ no copias o adaptaciones © wishlist, 270621