nueve

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Beomgyu sintió que algo estaba extraño aquel día desde que puso el primer pie dentro del colegio. Las miradas fueron automáticamente hacia el tan pronto todos notaron su presencia y oh, no, no, no fueron miradas lindas ni amigables, la hostilidad resaltaba en los orbes que parecían escanearlo de pies a cabeza, mientras los murmuros aparecían poco a poco.

Intentó ignorar a todo el mundo y dirigirse hasta su aula porque la clase de matemáticas era una de esas a las cuales por más que quería faltar, le era imposible o sacaría una mala nota. Intentaba recordar si había hecho algo para ganarse aquella hostilidad, pero su mente se quedó en blanco hasta que llegó al salón y prefirió olvidarse del tema.

Su mirada se encontró con HueningKai, entonces esbozó una sonrisa al mismo tiempo que intentaba ignorar que el contrario tampoco lo miraba amigablemente. Tan pronto se encontraron a unos pasos de separación, el rubio tiró de él con fuerza acercándolo hasta que los labios de este estuvieron a la par de su oreja.

─¿Puedes explicarme por qué todo el mundo está diciendo que sales con el profesor de arte? ─preguntó, ignorando completamente que sus palabras fueron como un balde de agua fría sobre el castaño.

Beomgyu sintió que su mundo se derrumbaba en cuestión de segundos. Su inseguridad más grande se estaba volviendo realidad y no tenía ni idea de que hacer, porque prefería no creer en la idea de que eso sucedería algún día. No entendía como todo el mundo se sentía con la seguridad de decir eso, sí Yeonjun y él habían sido lo suficientemente cuidadosos e incluso dos semanas atrás decidieron dejar de verse en el instituto. Habían hecho todo bien, pero por alguna razón la situación había terminado como esperaban evitar.

─¿Qué? ¿Q-qué están diciendo...? ─su voz salió temblorosa pero por suerte el más alto no reparó mucho en eso. Seguían el uno junto al otro, pegados aunque sabian que no pasaban desapercibidos para el resto de personas en ese salón.

─Uh... ─HueningKai alargó, no se sentía con el valor de decirle a su amigo que el hipotético escenario de él follandose a su profesor por una calificación alta era lo que más se repetía entre los alumnos del instituto entero ─Que estás con él y que por eso siempre consigues buenas notas además de que pareces su favorito... Pero ignorando toda esa mierda ¿están saliendo?

El cuerpo de Beomgyu se tensó ante la interrogante. HueningKai era su mejor amigo pero se sentía incapaz de decirle la verdad, decirle que estaba saliendo con su profesor implicaba el riesgo de que el contrario terminara por pensar que era alguien raro por salir con alguien mayor y peor aún, ser su alumno. Negó emitiendo un ruidito que salió desde lo más profundo de su garganta y que para su suerte se escuchó bastante sincero.

Antes de que el rubio pudiese decir algo más, Soobin llegó y ambos se tuvieron que separar. Cada quien se fue a su asiento y fue el momento en el que el profesor se dio la vuelta para comenzar a anotar la lección de ese día en la pizarra, que Beomgyu aprovechó para enviarle un mensaje a Yeonjun, sus dedos fallando varias veces pero siendo salvados por el autocorrector eran una muestra de lo agitado que estaba en ese momento.

Hyung, todo el mundo está hablando de nosotros y probablemente ya se enteró. Los demás están extraños conmigo, pero juro que yo no dije nada, ni siquiera HueningKai sabe.
¿Usted dijo algo...? ¿Como está?

Lo envió y solo dejó reposar el aparato dos minutos sobre la mesa antes de que este vibrara, anunciándole que había recibido una respuesta. De inmediato lo tomó y su corazón se detuvo un segundo al leer la respuesta.

Claro que no lo hice.
No seas idiota.

Técnicamente no había nada de malo en su respuesta, pero para Beomgyu se sintió como tal. Yeonjun siempre evitaba decirle cosas que podría considerarse como groseras o irrespetuosas y su corazón dolió con sinceridad al saber que el mayor estaba enojado por su culpa, porque se hallaba casi seguro de que él cometió el error que causó todo eso. Apagó el teléfono, no sabía exactamente que responder y aún no podía controlar el pánico que estaba creciendo exponencialmente en su pecho.

mona lisa ↯ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora