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El pequeño niño estaba sentado junto a su padre en aquel bar de mala muerte. El niño estaba asustado, el olor de aquel lugar era nauseabundo, el alcohol y el humo de cigarrillo estaban impregnados en todo el local

-Es él? –Llegó un hombre bastante gordo fijando su vista en el pequeño pelinegro

-Sí, dame el dinero –Exigió el padre de la criatura y el otro hombre sonrió ladino tirando a la mesa un bolso negro. El pequeño pego un brinco por el susto mientras el mayor sacaba los fajos de billetes

-Se ve bastante pollito. Cuántos años tiene? –Preguntó el gordo viendo al pequeño

-3 años, recién cumplidos –Respondió el padre del niño, el gordo sonrió ampliamente tirando otros fajos de billetes a la mesa

-Me quedo con él toda la noche –dijo el gordo y el otro asintió parándose, el niño siguió los pasos del mayor. Fueron a la bodega que estaba atrás del bar

-Entra!! –El hombre empujó al pequeño adentro

-Lárgate ahora, tengo muchas cosas que hacer con este pequeñín –Dijo el gordo, el otro hombre solo se fue sin decir nada

-Papi, no te vayas!! –Gritó el niño haciendo un intento por salir, pero el gordo lo detuvo

-No te preocupes cariño, yo me haré cargo de ti ahora –El gordo cerró la puerta y tiró el pequeño al suelo para empezar a desnudarlo

-No, suélteme. Papá ayúdame!! –Gritaba el pequeño forcejeando con el gordo

-Nadie te escuchará, pequeño –Sonrió el gordo luego de tener el pequeño completamente desnudo, procedió a bajar sus pantalones junto con sus calzoncillos acercándose al pequeño

-Ayuda!! –Gritó el pequeño con la esperanza de que su padre llegara a su rescate pero en vez de eso el hombre lo sostuvo fuerte metiendo el pene dentro de su cuerpecito 

-Deténgase, me duele!! –El niño sentía un dolor punzante por todo su pequeño cuerpo, sentía como ese maldito gordo lo lastimaba, como ese hijo de puta acariciaba su frágil cuerpo. Todo empezó a verse lejano, la oscuridad y el silencio lo consumían, se sentía mal, el dolor lo estaba matando, lo último que sintió fue al gordo decir algo que no entendió, seguido de un golpe en su cabeza y luego solo oscuridad total

Yunho despertó agitado, sentía como gotas calientes rodaban por su rostro y como su cuerpo temblaba ante tal pesadilla

-Yunho, estás bien? –Escuchaba una voz lejana. No entendía porque últimamente ese sueño recurría a él, aunque se lo atribuía a Mingi, pues empezó a tener esa pesadilla luego de que el intentara abusar de Yeosang

-Yunho, te estoy hablando!! –Reconoció la voz de Mingi que lo veía preocupado desde la camilla

-Qué ocurre? –Preguntó el Peli azul volviendo al planeta tierra

-Estabas gritando y pidiendo ayuda, me preocupé porque no reaccionabas –Explicó Mingi

-Lo siento, solo fue una pesadilla –Mingi negó

-Es muy recurrente en ti, lo veo siempre que te quedas conmigo, Yeosang también comenta que tú en tus sueños llamas a tu padre y pides ayuda. Quieres contarme sobre ello?

-No, solo es un sueño Mingi, nada de qué preocuparse

-Me preocupas, eres mi mejor amigo y quiero verte bien

-Gracias –Yunho sonrió tomando su teléfono dando por terminada la charla

-Gracias –Yunho sonrió tomando su teléfono dando por terminada la charla

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