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-Aaaa...?

-Yunho dijo que se llamaba así –Mingi vio la entrepierna del menor y efectivamente veía un bulto allí. Se quedó analizando las palabras del pequeño

-No es la primera vez qué te pasa?

-Solo una vez, Yunho me ayudo porque me había asustado –Y pues ante la respuesta Mingi se sintió mal y muy celoso, él quería estar en el lugar de Yunho y disfrutar de Yeosang completamente como quería y fantaseaba en su mente

-Supongo que fue incomodo –Habló Mingi, el pequeño asintió

-Yunho me hizo sentir bien –Mingi frunció su seño en molestia y abrió su boca para seguramente regañar al menor pero este continuo –Ahora tú deberías hacer lo mismo

-Qué? –Preguntó aun con molestia, Yeosang soltó una pequeña risita

-Debes acariciarme ricamente, Mingi –Dijo el pequeño mordiendo su labio inferior

Mingi analizó por unos segundos. Yeosang era su hermanito y debía ayudarlo por muy molesto que se encontrara, además podía aprovechar para que Yeosang se sintiera mucho mejor con él que con Yunho. Se recostó en la cabecera de la cama y llevó el pequeño a su regazo. Yeosang abrió la camisa de su mayor para acariciar su piel. Mingi empezó a mover sus caderas creando fricción entre su erección y la del menor, este chilló y encorvó su espalda pues se sentía bastante bien el contacto, para luego empezar a balancear sus caderas al compás con Mingi. Ambos gimieron sonoramente. El mayor llevo sus labios a los del menor empezando una guerra de lenguas que el pequeño seguía perfectamente, Yeosang llevó sus pequeñas manitos a los cabellos del mayor para jalarlos

Mingi perdía la razón, estaba cumpliendo una de sus más grandes fantasías con su hermanito. Cegado por el placer se separó bruscamente del beso y tiró violentamente el pequeño a la cama sujetando sus bracitos sobre la cabeza. En otro contexto el pequeño se habría asustado, pero este no era el caso, le encantó que Mingi fuera brusco con él y más cuando empezó a embestirle fuertemente

Los cabellos de ambos jóvenes estaban pegados a sus frentes y las pequeñas gotas de sudor corrían por sus candentes cuerpos. Ambos estaban en su límite. Yeosang empezó a soltar pequeños gritos de placer, sus ojitos estaban cerrados y se notaban pequeñas lágrimas saliendo de estos. Ambos disfrutaban de esto, no había duda, Mingi amaba ver el rostro de satisfacción que tenía el menor. Yeosang encorvó su espalda gimiendo fuertemente, involuntariamente enrollo sus piernas en las caderas del mayor. Mingi no se contuvo a tal acto eyaculando en sus pantalones, soltó un gemido ronco seguido por unos gemidos chillones por parte del pequeño que también había alcanzado su orgasmo, perdió la fuerza de su cuerpo y quedó acostado nuevamente, Mingi se acostó al lado del menor mientras que ambos recuperaban el aliento sin percatarse de que una mujer los veía desde el umbral de la puerta con una sonrisa triunfante y asco en sus ojos

-Mingi...

-Dime

-Eso fue genial –Respondió el pequeño sonriendo a su mayor

-Estoy de acuerdo –Dijo Mingi –Pero ahora vamos a darnos una ducha

Él pequeño asintió, ambos jóvenes se pusieron de pie y se dirigieron al baño. Quitaron sus ropas y entraron a la ducha. Mingi se encargaba de darle cariñitos a su pequeño hermano y Yeosang solo disfrutaba, eran pocas las veces que Mingi lo mimaba. Al terminar salieron en silencio, Mingi envolvió al pequeño en una toalla y lo llevó cargado a la cama

-Min, puedes traer mi ropa?

-Si amor, me visto y te la traigo –Respondió buscando ropa cómoda en su armario, Yeosang asintió y procedió a peinar sus rubios cabellos. Luego de un rato Mingi llegó con ropa para el pequeño, con extrema delicadeza ayudó a vestir al menor, al terminar Yeosang abrazo a su mayor

DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora