'' Solo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien ''
Mario Benedetti.
La casa o mejor dicho mansión del castaño era algo digno de alagar.
—Bonita casa — el pelinegro no iba a desaprovechar la oportunidad.
—Es de mis padres yo solo... aún vivo aqui— aquello era algo vergonzoso para el castaño.
—¿Que edad tienes?— eso no lo había preguntado.
—Veintidos— contesto simple a la vez que quitaba sus zapatos para entrar en casa y tomar unas pantuflas para su invitado. —¿Tu?— quiso saber también.
"Quinientos veintinueve" obviamente no iba a responder aquello.
—Veintinueve— dijo los últimos dígitos, quinientos años no eran nada para quitar de su edad.
—Luces más joven— por no decir que aún más apuesto, pensó Namjoon.
—Me lo han dicho—continuo siguiendo al menor hasta lo que parecía ser el jardín.
—Puedes ordenar lo que quieras Hyung, siéntete como en casa— aquella confianza no la había tenido con nadie, había algo en SeokJin que le hizo tenerla.
"¿Un beso tuyo estará bien pedir?" Penso el mayor, definitivamente tenía ganado un castigo.
—Estoy bien así, solo me gustaría conversar contigo — tomo asiento en una de las silla de jardín que tenía el lugar, paso una de sus piernas por sobre la otra, sus manos se cruzaron sobre su abdomen y estuvo atento a los movimientos del otro esperando que se sentara frente a el para hablar. —¿No te sentarás?— pregunto luego de una gran silencio.
—Si, lo siento— dijo para sentarse frente a el, se le veía tenso.
—No tienes que disculparte por todo— le regaño —Pero ese será otro tema, así que... ¿Piensas que el Dios de la destrucción te ha maldecido?— sus colegas podían hacer aquello, pero quedaría una marca en el chico que lo haría reconocerlo pero el no tenía nada de eso.
—Mis padres me contaron de pequeño la leyenda de los dioses de la fatalidad, he estado investigado todos estos años pero no hay nada a ciencia cierta— podia decir que a simple vista Namjoon era una persona muy inteligente. —Pero no encuentro otra explicación, poseo un gran coeficiente intelectual, fui de los mejores en el examen de conocimientos de toda Corea—
—¿Has oído hablar de la mala suerte?— namjoon bufo.
—Todos dicen lo mismo, que solo tengo mala suerte o estoy en los momentos menos propicios, pero lo tomaría si eso solo sucediera una vez al mes pero esto es de diario...—
—Yo tampoco creo en la mala suerte...— "Porque soy yo quien provoca todo" quiso agregar Jin. —¿Me dejarias probar algo?— al verlo acercarse hacia él, el moreno quiso huir de su silla. ¿Que se supone que estaba haciendo aquel chico?
—¿Que quieres probar?— pregunto con temor, ¿Acaso le haría daño?
—Tus labios— dijo simplemente antes de posar sus regordetes labios rosados sobre los del castaño.
SeokJin no se había podido contener un segundo más a no tener los labios del contrario sobre los suyos, ¿Por qué tenias que ser tan sensual Namjoon? Se lamento Jin mientras sostenía las mejillas del moreno.
Estaba feliz, el chico le estaba correspondiendo y aquello fue el incio de la mayor destrucción... la de sus propios corazones.
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El Dios de la destrucción (JinNam) 《DIOSES #1》
Fanfiction#JinNam Kim SeokJin era el legendario ser con el único poder de destruir lo que quisiera, el debia mantener al mundo en un equilibrio, pero al pasar por Seul a hacer su trabajo se encuentra con un rival, aquel chico que ni siquiera es una deidad y d...