4 le belle fleur sauvage - lord huron

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"estoy destinado a encontrar el lugar de donde provienen las cosas buenas; para oler su aroma [de la flor] y verla danzar con el viento"


Jungkook bajó su mano con torpeza y miró a los otro dos sin entender nada.

Wonwoo parecía en shock, mientras que Jun estaba en silencio aún. 

El menor jamás lo había visto tan nervioso, sus manos se aferraban a la madera del mostrador y parecía a nada de echarse a llorar, incluso una lágrima había escapado y corría ya por su pálida mejilla.

Estaba a punto de preguntarle si se encontraba bien, cuando Jun habló por fin.

–Por favor, vete.

Por un momento Jungkook pensó que se dirigía a él, pero pronto de dio cuenta de que su amigo estaba viendo en dirección a Wonwoo, aunque el contacto entre ambas miradas sólo duró un segundo, pues Jun volvió a agachar la cabeza.

–¿Q–qué? –Respondió Wonwoo con incredulidad–. ¡No! Necesito...

Yo necesito que te vayas –lo interrumpió con voz temblorosa.

–Y yo necesito una explicación –el mayor volvió a señalar la hoja de papel sobre el mostrador.

–N–no sé de d–dónde sacaste eso –comenzó Jun después de una larga pausa, intentando lucir firme–, y–y no me interesa, s–sólo quiero que te vayas de aquí.

–No me voy a ir –respondió Wonwoo con la molestia desbordando de su voz–. Esta es tu letra, y merezco una explicación del por qué esto lo tengo yo cuando ni siquiera te conozco.

Sus palabras no tuvieron el efecto que esperaba.

Por lo general, cuando usaba ese tono demandante en su trabajo, los demás solían obedecerlo, pero Jun no parecía tener ni la más mínima intención de hacer eso, todo lo contrario. Además de lucir enojado, sus ojos, para sorpresa de Wonwoo, desprendían un profundo dolor por sus palabras.

–Jungkook –dijo de pronto, digiriéndose al menor, quien seguía allí de pie, viendo a los dos con ojos asustados–, ¿puedes retirarte, por favor?

–Pero...

Jun había tenido un tono derrotado en su voz, pero su mirada fue la que convenció al chico de hacerle caso, incluso cuando no quería dejarlo solo después de escuchar el tono con el que Wonwoo le había hablado.

–De acuerdo –se rindió al final–, pero... llámame, ¿bien? –No quiso agregar nada más, y al parecer no fue necesario, pues el mayor entendió a lo que se refería, por lo que sólo asintió y le dirigió una tensa sonrisa.

Cuando Jungkook atravesó la puerta y subió a la camioneta, Wonwoo no perdió el tiempo, y siguió hablando. Ya tendría la oportunidad después para disculparse, ahora necesitaba respuestas.

–Encontré esto en mi saco –dijo de manera exigente–, y todo huele a ti, la hoja, mi ropa –abrió su maletín y le mostró el suéter de colores pastel–. Esto tampoco es mío, pero combina con tu ropa –agregó, viendo que tenía razón. Siempre que había visto a Jun, él solía usar esos colores, combinando a la perfección con los tonos de las flores a su alrededor–. Todo el tiempo dices cosas que siento que he escuchado antes, pero que no recuerdo cuándo, en dónde, o de quién –en ese momento ya sólo estaba soltando las cosas que lo habían estado atormentando todo ese tiempo. Las últimas semanas habían sido difíciles para él, pero su mente y sus recuerdos eran los que seguían sufriendo más–. Todo el tiempo estoy pensando en ti –para ese punto, el sonrojo de Wonwoo era el menor de sus problemas–. Me la paso soñando con cosas que parecen reales pero que no pueden ser posibles. Recuerdo tu risa aunque jamás la he escuchado. Tu tacto, tu rostro, tu aroma, incluso el aroma de este lugar, todo parece traerme recuerdos que se niegan a aparecer en mi mente y que me persiguen constantemente... ¡y no entiendo qué demonios está pasando! –Lo miró con los ojos igual de tristeza y desesperados que Jun tenía.

Superman || WonhuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora