Bubbles And Love

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      El ambiente era cálido y cómodo, agradable, caliente entre ambos cuerpos. El clima era de una brisa primaveral que los acompañaba, abrazándoles con felicidad. El aroma de la bomba de baño y los aromatizantes que usaban en el baño hacía más cómoda su estadía en el baño.

      La bañera tenía su sutil agua cristalina con espuma, acompañada de los pétalos de rosa, puestos a petición de Reborn, que abrazaba con ternura a Auron, quien estaba recargado contra Reborn, disfrutando sus caricias, sonrojado y agitado. Las pieles brillaban por el agua, mientras el agua caliente estremecía sus cuerpos que permanecían expuestos al ambiente más gélido por fuera de la bañera. La luz era tenue, y el ambiente era sombrío e iluminado, ya que se estaban dando una ducha por la noche.

Las manos de Reborn se encontraban ocupadas en Auron, mientras que el mencionado gozaba de cada roce que daban sus manos en su notable embarazo, acariciando y agradeciendo que sus criaturas estuvieran en su lugar y que no estuviera pataleando. La mano derecha mantenía su lugar por entre los glúteos contrarios, con dos de sus largos dedos, medio y anular, arrastrándose en su interior, pegando los otros dedos a sus húmedos glúteos por debajo del agua que solía hacer sus olas por los movimientos. El rostro de Auron mostraba placer, con su boca abierta en círculo, ocasionalmente frunciendo el ceño ante los choques contra su próstata, y otras veces tratando de mantener sus ojos abiertos pero fallando por el enorme placer que experimentaba. Gemía y jadeaba, masturbándose a sí mismo como a Reborn, escuchando sus suspiros pesados y jadeos, cayendo desde atrás en su oído.

Auron estaba entre las piernas ajenas, dándole la espalda, recargado e inclinado contra Reborn, manteniendo su entrada dispuesta para ser follada con dureza y amor. Las piernas de Raúl se estiraban, una chocando contra los bordes de la bañera y la otra flotando, recargada en los mismos bordes.

—Mmm... que rico... más ah—Gimió suave, recargándose contra su hombro, sintiéndose tan hambriento de contacto más profundo. Los dedos de Reborn se amoldaban y jugaban en su interior, empezando con un movimiento más veloz. —Más... por favor...—Siguió suplicando, haciéndole entender a Reborn qué era lo que quería.

—Sabes...que no podemos, lindo—Jadeó, besando su cuello, en la parte sensible por debajo de su lóbulo, sacando otro gemido.

En algún momento, Auron dejó de concentrarse en sus pollas, recargándose por sentirse tan cerca de llegar, y aún más cuando un tercer dígito entró en él. Reborn por otra parte, tomó el puesto anterior de Raúl, masturbándose a sí mismo, mientras seguía repartiendo varios besos por toda la extensión de su cuello, sincronizándose con la mano izquierda y derecha. Auron seguía gimiendo, y sosteniéndose de los pálidos muslos de Reborn que lo rodeaban, jadeando y algunas veces abriendo de más su boca. Algunas veces mordía su labio, ahogando sus gemidos.

Finalmente, Auron se corrió, apretando con fuerza el muslo contrario, entrecerrando sus ojos ante la sensación y frunciendo el ceño, poco después, Reborn le siguió, corriéndose contra la espalda baja de Raúl, besando y mordiendo su hombro. Cuando ambos encontraron un poco más de calma, decidieron seguir con su sesión de besos.

Auron llevó su cabeza hacia un lado, encontrándose con su hombro lleno de mercas y con los necesitados labios de Reborn, besándolo con amor y dulzura, pasando con sensualidad su lengua entre la contraria y sus labios. Reborn acarició con ternura su estómago, sintiéndose dichoso por ser padre en el próximo mes. Acarició después con ambas manos a su bebé, mientras Raúl acariciaba su muslo y mejilla. Compartían el tiempo debajo de las cristalinas y reflectoras aguas del baño, un sentimiento más allá de lo superficial llegaba hasta bombear su débil corazón, débil ante cada bella facción que poseía el contrario, y ante cada mínimo rasgo de su personalidad.

—Te amo...—Susurró Auron contra los labios ajenos, haciendo sonreír a Reborn, mostrando sus ojos rasgados y labios hinchados.

—También te amo...—Murmuró, besando sus mejillas. —Los amo...—Dijo, dirigiendo su mirada al vientre de Auron, que mostraba un gran bulto.

—También te ama—

Ambos se sonrieron, mientras Reborn paseaba sus manos encima de su vientre, y Auron era espectador de el camino que trazaban sus manos en su entorno. Una de sus manos fue hasta donde yacía el jabón de cereza que tanto amaba Auron, vaciando algo del contenido en su mano, dirigiéndose hasta la cabellera de Auron.

—Quiero que sepas, que amo todo esto—Murmuró, haciendo masajes en todo el cuero cabelludo de Auron. —Amo que tengamos una familia, incluso si Juan viene aquí todos los días a molestar la tranquilidad de nuestro hogar... amo todo esto porque estás aquí...—Al tener su cabello lleno de espuma, empezó a retirar la espuma con el agua. —Estando tú aquí, me haces sentir mejor... me haces muy feliz y no quisiera que te vayas de mi lado por mis errores... porque amo estar aquí a tu lado, y amo saber que pronto seremos padres...—Empezaba a sentir sus ojos lagrimear, mientras su voz se rompía. —No quiero perderte por mis errores...—

El cabello de Auron estaba limpio ahora, y fue cuando, a duras penas y con mucho esfuerzo, se dio la vuelta, encontrándose a Reborn, su novio, su compañero y mejor amigo. Estaba llorando porque creía que le dejaría por aquella vez en que no regresó por ir a dar una vuelta con Rubius, claro que le molestó, pero no lo dejaría por algo así.

—Reborn... yo te amo, en verdad lo hago—Murmuró, tomando sus mejillas con delicadeza y sintiendo la humedad de sus lágrimas. —Yo no quiero dejarte porque te amo... amo estar contigo y amo que seas el padre de nuestro bebé...—Le sonrió y le dio un suave beso en la punta de su nariz, viendo su sonrojo cuando se alejó. —Me quedaré contigo hasta que seamos pasitas—

—¿Es una promesa?—Sonrió enternecido Reborn.

—No—Dijo en una sonrisa, viendo con intensidad los ojos contrarios. —Es un pacto...—

Las burbujas rodeaban sus cuerpos, algunas volaban y otras desistían de ir hacia arriba y disfrutar de un sitio nuevo. Ambos eran hombres que decidieron estar uno para el otro, y las bellas palabras y profecías que se decían antes de dormir jamás se compararían con el pacto que habían hecho. Un par de hombres enamorados de su vida.

[...]

Leeré sus teorías de a quién van a parir.

Talk Dirty To Me (REBORNPLAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora