Three At Room

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[OneShot inspirada en la historia OUR, de @Joy_BlackCat. ]

Hacía unos cortos meses había llegado a Karmaland, con el único objetivo de convivir con Auron, ser feliz con él y en algún futuro ser su pareja, aunque sabía lo mucho que hablaba de un tal "Luzu".

Al final, terminó experimentando el mejor sexo con Auron y Luzu, con quien tuvo una pelea detenida por la insinuación indirecta de Auron. Tenía que reconocer lo mucho que disfrutó esa primera vez con el dulce Auron, puesto a cuatro patas, gimiendo ahogado, con cada parte de su cuerpo ardiendo en llamas, siendo un tacto tan cálido y húmedo. La segunda vez fue bastante diferente, y realmente no hubiera esperado tal atrevimiento de Auron en querer experimentar con algo completamente nuevo, claro que le molestaba en cierta parte la gran atención y dulzura que le ofrecía Luzu, ya que, pese a haber peleado y que fuese tan celoso con Auron, veía esa ternura que le daba al final de sus encuentros y no sabía exactamente cómo reaccionar ante eso.

Aquella tarde, habían ido a casa de Luzu a tener uno de sus encuentros que era para simple gozo sexual; Reborn y Auron habían acordado una corta cita en la heladería, y como si Luzu tuviera cámaras en todo Karmaland, les jodió el beso que estaban por darse, ya que llamó al móvil de Auron, excusándose que tenía unos chocobos de un color muy bello y un nuevo juego de tazas para té. Con pesar, Reborn fue obligado a ir con Auron.

Durante el camino, no quisieron acercarse de más el uno con el otro por las curiosas miradas de los pueblerinos, sin embargo, al empezar a subir las largas escaleras, Reborn decidió tomarle de la mano y subir corriendo, recibiendo quejas de Auron, quien se había cansado muy pronto.

Llegaron muy pronto a la enorme puerta, para la mala suerte de Reborn; Auron tocó alegre, esperando la llegada de Luzu, quien abrió la puerta luego de escasos minutos, luciendo una camiseta sin mangas color negro, ajustada a su torso sudoroso.

—Hola Auroncito—Saludó feliz y coqueto, hasta que su mirada llegó a la presencia hastiada de Reborn. —Y hola a tú también, Reborno—Sonrió leve.

—¿Qué tal, Luzu?—Saludó sin ánimos Reborn, cruzándose de brazos. —¿Estabas fornicando con los chocobos o cuál es tu razón para estar así de sudoroso?—Cuestionó.

Ante su pregunta, Luzu estalló en risas, siendo coreado por Auron, desvaneciendo a su modo la tensión que comenzaba a haber.

—¡Claro que no, tío!—Casi gritó, sosteniéndose de la puerta. —Estaba persiguiendo a un pequeñín, casi caía al vacío—Explicó entre cortas risas.

—Pues vaya anciano eres para cansarte de perseguir un puto pavo—Dijo serio.

Existió un corto silencio, donde Reborn mostraba la más falsas de las sonrisas dirigidas para Luzu, mientras el de camisa corta seguía recargado en su puerta a medio abrir, y Auron trataba de ignorar la enorme tensión de silencio absoluto.

—¡En fin!—Exclamó Auron nervioso. —¿Para qué requerías la ayuda, Mr. Luzu?—Preguntó, recibiendo ambas miradas atentas de ambos.

—¡Oh, eso!—Recordó Luzu, sosteniendo la puerta y dejando su otra mano sobre su cadera, mirando fijamente a Auron. —Quería que me ayudaras con unos chocobos, pero no creí que vendría Reborn—

—¿Algún problema con que venga?—Preguntó casi gruñendo.

—En absoluto, tío—Casi rió en su cara. —Sólo esperaba que alguien con más... experiencia en chocobos... pudiera ayudarme—Dijo, remarcando la palabra "experiencia". —De cualquier forma, un poco de ayuda inexperta viene bien—Devolvió la falsa sonrisa de Reborn. —Adelante, pasen—Invitó Luzu.

Talk Dirty To Me (REBORNPLAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora