Parte 18

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La bofetada recibida aun resonaba en aquel elegante cuarto de hotel, Zhe Han  lo miraba con tanta furia, tanta, que tuvo que recurrir a un valor que no sabía que poseía para no salir corriendo ¿Qué había hecho mal?, ¿Por qué Zhe Han  estaba tan enojado?, no entendía nada, nada de nada.

Zhe Han  seguía parado frente a Gong Jun  sin poder evitar que dos lágrimas de frustración resbalasen por sus mejillas, él había tenido que volver a escaparse para ver a Gong Jun.

Era tarde, las siete y media, había tenido que salir hace mucho tiempo, pero no encontraba las fuerzas, se levantó de la cama y se puso ropa abrigadora, no hacía tanto frio en Pekín, sin embargo, deseó abrigarse.

Escuchaba la televisión en la sala, cogió su mochila y salió, se despidió de Li Dai y YiZhou, no quería verlos a la cara tenía tanta vergüenza...

Una mano se posó en su brazo antes de que pudiese salir del edificio, Zhe Han  se giró encontrando a YiZhou a su lado, mirándolo con preocupación.

—Sabes que no tenemos nada que hacer en la universidad, aún estamos en vacaciones – Zhe Han suspiro tratando de erradicar el nudo de su garganta.

—Solo quiero... ver algo.

—Si lo sé, a Gong Jun – Zhe Han ni si quiera pudo sorprenderse y menos contradecir, solo se quedó en silencio.—¿Por qué Han?

—Yo...

—¿Dime Han, si él te hace tanto daño, porque sigues regresando a sus brazos una y otra vez? – el pelinegro no supo que contestar, si Gong Jun  le hacía daño ¿por regresaba a él?, quizás era masoquista, como Jun Ga lo había dicho.

—Porque estoy enamorado – contestó al final, hasta el mismo se escuchó patético, trato de no juguetear con los cordones de su sweater delante de YiZhou pues este se daría cuenta de que estaba nervioso – esta será la última vez – agregó rápidamente – lo prometo.

—No es por mi Han, es por ti.

—Lo sé.

Gong Jun  alejo su mano de su mejilla lastimada y se irguió lo más que pudo, fulminando con la mirada al pelinegro ¿Por qué carajos llegaba a golpearlo? Quien debería estar enojado debería ser él, después de todo la foto de Zhe Han  besándose con ese imbécil modelo violinista estaba en todos lados, desde que había aterrizado en Pekín era lo único que había visto en cada lugar.

En cada revista, en la televisión, en internet, se acercó a Zhe Han y sujeto sus dos manos con fuerza.

—¿Se puede saber por qué fue eso?

—Enloquecí, y decidí que golpearte sería divertido – comento Zhe Han con una tranquilidad que en realidad no sentía – o tal vez me canse de ser uno más del montón – w no entendía, soltó las manos de Zhe Han  y lo estampó contra la pared sujetándolo por las solapas de su ropa.

—Sea lo que sea, tú no puedes golpearme.

—Pues al parecer puedo.

Gong Jun  no se sentía con la paciencia necesaria en ese momento, quizás debido a la marihuana que había fumado desde que la imagen de ese beso se había pegado en sus retinas, aun podía verlo cada vez que cerraba los ojos, y se sentía impotente, se sentía un imbécil por que le importase tanto, debería darle igual que Zhe Han  besara a todos los idiotas que se cruzasen por su camino, pero desgraciadamente no era así y ahora toda la maldita rabia estaba saliéndose de control, toda la confusión, y Gong Jun  no quería ser vulnerable, no quería dejar que Zhe Han  notara que lo tenía sujeto por las cadenas.

La única defensa era el ataque.

Zhe Han  se encontró de pronto de cara a la pared con sus manos fuertemente sujetas por las de Gong Jun , no podía moverse, el perfumista lo aplastaba con su cuerpo a la totalidad, cuando el cierre de su pantalón fue roto con violencia sus ojos se abrieron como platos.

Slave To Your Scent [JunZhe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora