Parte 19

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—¿Zhe Han? ¿Estás bien?.

—Si tío... lo lamento – Zhe Han  esbozó una sonrisa muy poco convincente, Lucas suspiró, jamás se habría imaginado que su sobrino le cayera así tan de repente, unos meses atrás había aparecido en su puerta con unas maletas pidiéndole que le dejara vivir con él.

Dejo su taza de té a un costado, pensando acerca de Zhe Han hoy especialmente no tenia muy buena apariencia. Lo vio tomar un par de sorbos de su propia taza y levantarse de la mesa.

A Lucas nunca le había recordado tanto a su fallecida hermana, Zhe Han  había sacado esa peculiar y hermosa sonrisa de su madre, pero en el tiempo que llevaban viviendo juntos solo pudo ver sonrisas falsas y sin ningún tipo de emoción.

—¿Iras a trabajar hoy?

—Por su puesto.

—¿Por qué no te tomas un descanso?

—No es necesario...

Lucas sujeto la pálida mano de su sobrino y miro su rostro carente de emociones, no lo había visto más o menos en un año y un par de meses, lo notaba demasiado cansado para ser un chico tan joven, como si cargase un enorme peso sobre sus hombros, tenía todo el deseo de preguntar que era eso lo que tanto lo acongojaba y lo tenía así, pero no intentó hablar con él, no le había preguntado nada, no podía invadir de esa manera la privacidad de su sobrino, si Zhe Han  quería decirle el motivo por el cual abandono China para ir a vivir en California con él, simplemente lo haría.

—De acuerdo me rindo – le dijo con un tono dramático, Zhe Han  sonrió levemente – iré a buscarte a la salida

—Yo...

—¡He! Eso es indiscutible – Lucas le brindo una sonrisa fraternal, Zhe Han  suspiro felizmente derrotado.

—Eres demasiado bueno conmigo – le dijo a su tío, Lucas hizo un ademan de autosuficiencia.

—Me siento misericordioso.

—Tengo que irme – sonrió Zhe Han  a modo de disculpa – nos vemos después – beso la mejilla barbuda de su tío, cogiendo su mochila para salir de la casa blanca de dos pisos.

Estaba agradecido que el lugar donde trabajaba, no era lejos de la casa de su tío, a todo eso gracias a él era el puesto que tenia en la imprenta, si bien nunca había trabajado en algo relacionado con los libros y por lo demás le gustaba su trabajo, el ambiente con sus compañeros era muy bueno y su jefe era muy comprensivo, aunque extrañara modelar, posar a las cámaras, todo eso ya era pasado que tuvo que dejar atrás, para poder tener un mejor futuro ahora estaba en otro lugar del mundo y ahí nadie sabia de su existencia y tenia que esforzarse mucho para poder salir adelante.

Comino un par de cuadras más para poder entrar al lugar cálido que le brindaba su trabajo. Puedo ver como sus compañeros se movían haciendo sus labores, le saludaron con ánimo cuando notaron su presencia. Ese lugar se sentía bien y muy a gusto.

—¿Qué tal Zhe Han?  – Saludó Peter el dueño de la imprenta – luces algo cansado?

—Estoy bien – le contesto tratando de poner fuerza en sus palabras. Se acercó a la computadora para ver que libros tenían que imprimir esa semana y organizarlos en orden alfabético, para que la imprenta pudiera comenzar con el trabajo.

No pasaron ni diez minutos cuando empezó a sentir su visión ligeramente borrosa, le dolía la cabeza y todo le daba vuelta, no pudo evitarlo sus fuerzas abanaron su cuerpo y cayó de rodillas al suelo con un golpe sordo, Peter se abalanzó sobre él.

—¡Hey! ¿Estás bien? – Zhe Han respiraba con dificultad. Le dolía el pecho y no sabía porque de repente estaba aferrándose al otro hombre y llorando con desesperación, Peter le devolvió el abrazo pensando que podía haberle pasado a Zhe Han  para ponerlo así.

Slave To Your Scent [JunZhe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora