Parte 22

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Ocho años después

—¿Entonces ya lograste que Cheng Ling te perdone?

—Algo así...

—¿Qué le compraste Gong Jun?

—Nada, solo utilicé mi poder persuasivo...

—Pues si no me quieres decir la verdad no llegaremos a nada —Zhe Han  se levantó de las piernas de Gong Jun  pero este volvió a arrastrarlo para que se quedase sentado en su regazo de nuevo.

—Le compre un maldito videojuego, no me pongas esa cara Zhe Han, trate de que me perdone a las buenas, pero es que es más terco que tú—Gong Jun se acercó a su cuello para respirar contra su piel y dejar un beso húmedo en esta.

—Bueno aun así rompiste las reglas Gong Jun, mereces un castigo —susurró Zhe Han en su oído.

—Eso solo puede derivar en que me vas a dejar sin sexo o que vamos a hacerlo justo aquí y ahora —Gong Jun  no quería arriesgarse a perder el sexo así que llevo una mano adelante masajeando con fuerza la entrepierna del pelinegro sobre su ropa haciéndolo soltar un gemido.

—No —trato de negarse, no quería hacerlo en la oficina de Gong Jun, pero muy secretamente le daba tanto morbo...

Gong Jun  ignoró el gemido de negación mordiendo el cuello de Zhe Han  y lamiéndolo para dejar rastros de saliva en esa piel que olía mil veces mejor que cualquier perfume que pudiese crear, la puerta ni siquiera estaba cerrada, se oían las voces lejanas de la gente que aún estaba trabajando, quería volver loco a Zhe Han  y eso es lo que haría, empujo sus caderas hacia arriba dejándole sentir su erección, Zhe Han  dejo caer la cabeza hacia atrás jadeando mudamente, empujando sus caderas hacia abajo como si quisiera que Yibo lo follara a través de la ropa, pegando su espalda a su pecho y restregándose sin pudor.

Gong Jun  aprovechó la situación metiendo la otra mano, que no estaba ocupada acariciando la creciente erección, bajo la camiseta de Zhe Han  acariciando su estómago subiendo como una serpiente hacia su pecho y presionando sus pezones, Zhe Han  se movía más rudamente contra él dejando apoyada su nuca en su hombro para que así el pudiese seguir mordiendo su cuello a su gusto, Zhe Han  llevó uno de sus brazos a la nuca de Gong Jun  presionándolo más contra sí y gimiendo lo más controladamente que pudo. Gong Jun  empujaba y Zhe Han  se retorcía, era como si estuvieran follando con ropa, la mano de Gong Jun  dejo de acariciar la entrepierna para abrir lo más rápidamente el botón y bajar el cierre del pantalón, todo con una mano que aprovecho para deslizarse dentro de los bóxers.

Era increíble, Zhe Han  estaba tan mojado, embarró sus dedos del preseminal y los llevó directo a la boca entreabierta de Zhe Han , un día había probado hacer eso y el pelinegro simplemente no había dicho nada solo lamia su propio semen de sus dedos y eso lo ponía tan jodidamente caliente que podría correrse con solo la idea de lo que estaba pasando, sin hacer nada más, Zhe Han  chupó con ansias los dedos de Gong Jun  probándose así mismo en ellos, pensando que también podría correrse sabiendo lo erótico que era eso para Gong Jun, y realmente lo era porque gimió roncamente y mordió su cuello totalmente fuera de sí.

—Joder Zhe Han —suspiró levantándose de golpe y estampándolo contra el escritorio.

Le daban la espalda al ventanal, Zhe Han  empujó algunas cosas fuera del escritorio antes de que Gong Jun  volviera a estampar su pecho contra la superficie, las cosas cayeron al piso pero no les importó, Gong Jun  se frotó contra Zhe Han mientras mordía su cuello, sus orejas, su nuca, en un segundo le había quitado la camiseta arrojándola a cualquier lugar, ahora no importaba la puerta sin seguridad o que alguien pudiese entrar y verlos, no importaba que pudiesen oírlos o si el edificio se derrumbaba, ellos solo podían tratar de estar lo más juntos posible porque si no... sería fatal.

Slave To Your Scent [JunZhe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora