Toda historia de amor llega a su fin, y no todas tienen un final feliz.
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Elizabeth caminaba tranquilamente por las calles de Camelot con la carta en mano. Iría al departamento de Meliodas y la dejaría debajo de su puerta, como casi siempre. Su mente estaba perdida, recordando la primera vez que conoció al de ojos esmeraldas.
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De todas las formas en la que pudo haber conocido al chico sexy y ardiente nombrado Meliodas Demon, capitán de los Siete Pecados Capitales, tuvo que conocerlo de la peor forma, de la más vergonzosa de hecho.
Iba corriendo a su clase, llegaría tarde y era su primer día. Iba tan apurada y desesperada que en el momento resbaló al piso cayendo de cara y terminando con la falda subida a sus caderas mostrando sus bragas rosas. Por un momento agradeció que los pasillos estuvieran solos, hasta que...
—¿Estás bien? —Sus mejillas se encendieron y subió la mirada para encontrarse con la mirada del rubio, todo hubiera estado bien de no ser que este le miraba el trasero desde arriba. Ella se sentó rápidamente en el suelo, eso había sido muy vergonzoso, y cuando él le extendió la mano para ayudarla a levantarse ella no lo acepto, se levantó sola y se fue dándole la espalda— Tampoco hacia falta que te enojaras, solo intentaba ser amable.
Grito para después reír, cosas que también hizo reír ligeramente a la peliplateada. Si, no fue un buen comienzo, después de eso casi no hablaron, no se hicieron amigos ni nada por el estilo, pero solían saludarse y con el tiempo eso fue disminuyendo cuando ella comenzó a mandarle cartas. No fue su culpa, fue de ambos.
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Salió de sus pensamientos cuando se encontró frente al departamento de Meliodas, tomó aire y entró al edificio, saludo al hombre que siempre estaba en la puerta, entró al ascensor y cada vez que subía más estaba más nerviosa. Una sonrisa apareció en su rostro cuando llegó al piso, fue lentamente por los pasillos hasta llegar a su puerta. Le dio un beso al sobre blanco llenandolo de su labial rojo, dejando la marca de sus labios, se agacho y pasó la carta.
Sintió un peso menos sobre ella al hacer eso, porque en esa última carta iba un pedazo de ella, de su corazón y de su amor.
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Érase una vez, una historia de amor que no fue.
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La Chica De Las Cartas [Temp.1] 💌 Melizabeth.
Fanfic¦Terminada.¦ Borracha no es la mejor manera de empezar a mandarle cartas a tu crush. Tampoco es el comienzo de una historia para contarle a tus nietos. Pero sin dudas si una muy divertida para recordar. «Querido Meliodas: No trates de esforzarte, es...